CARLOS CRIVELL
@carloscrivell
Diario EL MUNDO de Sevilla
La noche se presentó ventosa y fresca. La experiencia de
estas novilladas de junio en horario nocturno ha sido positiva. Con el
atractivo de la novillada de Partido de Resina, lo de Pablo Romero de toda la
vida, la Maestranza se cubrió con una buena entrada que rozó los tres cuartos.
Luego, con el desarrollo del festejo, se comprobó que es una lástima que la
novillada resultada aburrida, a ratos soporífera, porque así no de captan
adeptos taurinos para el futuro.
La novillada de Partido de Resina fue una corrida de toros
de plaza de segunda, preciosa en el tipo de la casa, aplaudidos de salida y, la
mayoría, pitados en el arrastre. Es decir, que la fachada ganó al contenido. La
esperanza del buen novillo primero se truncó con el resto de los utreros.
Algunos fueron mansos, otros nunca humillaron, el que fue bravo en el caballo,
el cuarto, acabó con la cara por las nubes. Para completar el cuadro, el quinto
y el sexto exhibieron problemas mayores. Todo ello para una terna joven, no muy
experta, que se estrelló contra una novillada casi imposible.
El novillo bueno de la noche salió pronto, el primero. El
astigitano Ángel Jiménez, revitalizado en Madrid, se fue a portagayola para
presentar sus credenciales. Jiménez tiene un claro concepto artístico del
toreo, de forma que sabe componer bien la figura. Es una lástima que su faena
pecara de falta de apreturas y de citar mucho al hilo del pitón, pero los
naturales tuvieron empaque y hondura, logró ligar los muletazos y los remates
de pecho despertaron clamor en el tendido. Faena de premio, a pesar de los
problemas de colocación mencionados. Dejó una estocada atravesada, dejó al
novillo a su aire esperando la muerte y pasó mucho tiempo. Sonó el aviso y se
enfrió la plaza. El palco contó los pañuelos y no le debieron salir las
cuentas.
El bravo cuarto tenía dos pitones hermosos y astifinos. A
Jiménez le costó confiarse en las primeras tandas, todas con movilidad excesiva
de piernas, para poder centrarse cuando el animal perdió fuelle y echó la cara
al cielo. En una tanda atacó el chaval pero no fue suficiente. Como muestra de
su falta de confianza llegó el mitin con la espada. Se salvó del tercer aviso
por segundos.
El lote de David Martín fue poco menos que imposible. El
segundo, manso y de embestidas a un metro del albero, apenas le permitió
mostrar voluntad, lo que ya quedó de manifiesto en la portagayola del saludo.
El quinto fue una prenda. Su belleza escondía mansedumbre en forma de coces al
caballo y embestidas rebrincadas con peligro. También se eternizó con la espada
y el verduguillo.
Antonio Medina tropezó con un tercero soso que se dejó en
las primeras tandas y acabó arrollando. Medina muleteó con afán y mucha
velocidad. Al final, el novillo le tocó los engaños con reiteración. Lo mejor,
la estocada a la primera. Lo mismo ocurrió con violento y peligroso sexto, una
belleza de toro ovacionado de salida, pero de viaje corto y reponedor, con el
que solventó la papeleta con oficio antes de matarlo de una buena estocada.
En suma, las hechuras de las antiguas reses de Pablo Romero
no se acompañaron de clase, nobleza o casta en la lidia. La esperanza del
primero se evaporó pronto. La terna, inexperta, tampoco atropelló la razón para
exponer en busca del triunfo. Al final soberano aburrimiento.
FICHA TÉCNICA
Seis novillos de Partido de
Resina, bien presentados, de mal juego en general salvo el 1º, noble y con
calidad. Manso y de mal estilo, el 2º; soso y sin clase, el 3º; bravo el 4º en
varas, pero apagado al final; violento y sin clase el 5º; orientado y sin
recorrido, el 6º. Saludó en banderillas David
Sevilla.
Ángel Jiménez, de coral y oro. Estocada perpendicular
(vuelta al ruedo tras aviso). En el cuarto, cuatro pinchazos, estocada
atravesada y diez descabellos (silencio tras dos avisos).
David Martín, de palo de rosa y oro. Cuatro pinchazos y
estocada tendida (silencio). En el quinto, pinchazo, estocada atravesada y
nueve descabellos (silencio tras dos avisos).
Antonio Medina, de sangre de toro y oro. Estocada tendida
(saludos). En el sexto, estocada (palmas).
Plaza de toros de Sevilla, 29 de junio de 2017. Novillada de abono
nocturna. Más de media plaza.
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