El diestro Juan José Padilla cortó hoy las dos orejas de su
segundo toro y salió a hombros en el tercer festejo de la feria taurina de
Burgos (norte de España), en el que tanto Francisco Rivera Ordóñez
"Paquirri" como Antonio Ferrera lograron un apéndice por coleta.
Un cartel de toreros rehileteros reanudaba la Feria de San
Pedro y San Pablo de Burgos después del descanso de la víspera. Una terna muy
del gusto de la afición local, que llenó tres cuartos del aforo del
"Coliseum" para ver a los populares Juan José Padilla y Francisco
Rivera Ordóñez "Paquirri", que se despedía de Burgos al encontrarse
en temporada de adiós, y, con ellos, uno de los toreros más en forma de la
actualidad como es Antonio Ferrera.
Los tres han causado sensación especialmente cuando
compartieron sus respectivos primeros tercios de banderillas con los otros dos
compañeros. La plaza vibraba en esos momentos de pura emoción. Pero más allá
del consabido espectáculo con "los palos" la tarde tuvo un triunfador
destacado, Padilla, aunque el toreo en su acepción más grandilocuente lo ha
desarrollado Ferrera.
Padilla se estrelló de bruces con un inválido primero, que,
además, se rajó en las probaturas con la muleta. Tres largas con el capote y
una primera tanda de hinojos en el último tercio fueron sus únicas
credenciales.
En el cuarto, en cambio, se desquitó el jerezano con una
faena de alto voltaje ante el mejor toro del envío. Variado de capote, puso la
plaza en pie en banderillas para instrumentar a continuación una faena de
muleta marca de la casa, en la que no faltaron alardes, rodillazos y, sobre
todo, mucha entrega en todo lo que hizo.
La plaza, un polvorín, más todavía cuando la espada entraba
a la primera, salvoconducto para la concesión de las dos orejas pedidas por
unanimidad.
Paquirri sorteó en primer lugar un toro noble y mansurrón,
con poca transmisión, al que diseñó una labor animosa y muy comunicativa con
los tendidos, que, tras una certera estocada, le valió para cortar una oreja.
El quinto fue, junto al primero, el más deslucido de la
corrida. Toro flojo, sin clase y apagándose también pronto. Discreta actuación
de Paquirri. Silencio.
El primero de Ferrera, mansito y con poco fondo, pasaba por
allí sin decir gran cosa. El balear, aunque extremeño de adopción, se mostró
muy por encima de su oponente, al que robó muletazos muy templados y de
exquisito gusto, dentro de una labor, brindada al cielo y trufada de deliciosos
remates, a la que le faltó rotundidad en la espada.
El sexto fue un sobrero de tanta movilidad como poca clase
de Los Bayones con el que Ferrera estuvo nuevamente muy templado y muy torero a
lo largo de una labor premiada con una oreja de peso tras una certera estocada.
/ EFE
FICHA DEL FESTEJO
Cinco toros de Sánchez-Arjona,
bien presentados, mansurrones y justos también de fuerzas. Destacó el buen
cuarto; primero y quinto, por su parte, los más deslucidos. El sexto ha sido un
sobrero de Los Bayones, sin clase.
Juan José Padilla, de catafalco y oro: estocada (silencio); y
estocada (dos orejas).
Francisco Rivera Ordóñez
"Paquirri", de azul
pavo y oro: estocada baja (oreja); y cinco pinchazos y tres descabellos
(silencio).
Antonio Ferrera, de grana y oro: media, pinchazo y estocada
(silencio tras aviso); y estocada (oreja).
En la enfermería fue asistido Antonio
Ferrera de un corte en la mano derecha que se produjo al entrar a matar al
tercero, que requirió de "siete puntos de sutura".
La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.
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