El sevillano sale a hombros junto
al rejoneador de la tierra Oscar Borjas, que corta dos apéndices del sexto.
IÑIGO CRESPO
Diario EL MUNDO de Burgos
Se abrió la feria burgalesa con un festejo de rejones
condicionado por dos motivos: el mal estado del piso de plaza y la descastada
condición de los ejemplares de Benítez Cubero. Ambas circunstancias las superó
con creces un gran Diego Ventura que cortó tres orejas en lo que fue un alarde
se maestría.
Volcánica y redonda tarde de Diego Ventura en la apertura de
la feria burgalesa. Superación sin mácula del sevillano que se impuso a su lote
y al mal estado del piso con una actuación llena de recursos, de fondo de
cuadra y de entrega. Ni un renuncio de Ventura a lo largo de toda la función,
encontrando siempre la puerta abierta al impetu y a la entrega.
Diego Ventura le cortó una oreja a su primer toro que fue un
ejemplar con más fijeza que clase y el sevillano le exprimió con soberanía
sobre Maño, reuniéndose con su oponente y sobre un seguro Remate. Labor de
fondo de Ventura que paseó un trofeo a pesar de tumbar al animal al segundo
intento.
Al quinto le cuajó una faena de nota. Soberbia labor sobre
Nazarí delante de un toro de Pallares que embistió con más celo que ninguno
pero también con mas temperamento. Ligazón de Ventura, temple a dos pistas y
reunión en un palmo de terreno. Un par a dos manos sobre Remate fue
extraordinario, manteniendo la intensidad en el tramo final con cortas citando
de lejos. Fresca ambición de Ventura que exhibió sus conocimientos y su
capacidad.
Sergio Galán se encontró por delante con un toro aplomado y
sin empuje que se paró y le obligó a llegar muy encima con las cabalgaduras.
Eso y el mal estado del piso de plaza emborronó un primer capitulo sin historia
a pesar del criterio puesto sobre Ojeda y Titán.
No tuvo más argumento la faena de Galán frente a un cuarto
que no rompió hacia adelante y al que superó en puesta en escena el rejoneador
a lomos de un caballo tan vistoso e infalible como Apolo. Se atasco el rejón de
muerte y quedó silenciada su labor.
El burgalés Oscar Borjas vio como caía herido su caballo
Chocolate y tuvo que esforzarse después para sacar partido del cambiante
tercero con el que hizo lo más lúcido a lomos del negro Espartaco antes de
emborronar su actuación por el mal uso del rejón de muerte.
El sexto se prestó más y Oscar Borjas puso en valor su
carácter y su amor propio, logrando una labor de mucha disposición en que
brilló a lomos de Cautivo y Chinarro, cuajando una faena sin patrón en la que
todo cuanto realizó fue puro instinto. Un rejoneador que no se parece a nadie.
BENÍTEZ CUBERO | Sergio Galán, Diego Ventura y Óscar Borjas
Coliseum de Burgos. Sábado, 24 de Junio de 2017. Tres cuartos de plaza.
Toros para rejones de Benítez
Cubero de buena presencia, bajos de raza y aplomados. El quinto lució el
hierro de Pallares y resultó
manejable.
Sergio Galán. Pinchazo y rejón en buen sitio (Silencio).
En el cuarto, pinchazo, rejón y un descabello (Silencio).
Diego Ventura. Pinchazo y rejón casi entero ( Oreja). En
el quinto, pinchazo y rejón (2 orejas).
Óscar Borjas. Cuatro pinchazos y un rejonazo (Silencio).
En el sexto, rejonazo (2 orejas).
Se guardó un minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño.
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