EFE Amurrio (Álava)
A las 18:30 de la tarde de este lunes llegaba el cortejo
fúnebre con los restos mortales incinerados de Iván Fandiño a su localidad
natal. En la plaza de la Basílica de Santa María de Orduña, lo esperaba el
dolor de los padres, Paco y Txaro, y esposa del malogrado torero, Cayetana
García Barona.
Los acordes del pasodoble Iván Fandiño, como prólogo al acto
fúnebre, sonaron más tristes que nunca en el corazón de una Orduña ataviada con
crespón negro por la pérdida de su torero.
Junto ellos, figuras representativas de la orbe taurina como
José Tomás, Julián López 'El Juli', Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera, José
María Manzanares -que ayer suspendió su compromiso en Torrejón de Ardoz debido
a la consternación por la pérdida de su compañero-, Padilla y Espartaco, entre
otros, estuvieron presentes en el adiós del último torero vasco.
También quisieron arropar a la cuadrilla, amigos y
familiares del León de Orduña los matadores de toros Diego Urdiales, Paco
Ureña, Curro Díaz, Víctor Puerto, El Cid, Pérez Mota, Morenito de Aranda
-muchas tardes compañero del diestro-, Álvaro Lorenzo, Javier Conde, Pepín
Liria, David Luguillano, El Fandi y un visiblemente abatido Fernando Robleño. Y
Juan del Álamo, que junto a Thomas Dufau, completó la terna en la trágica tarde
del sábado.
Todos ellos, junto a los vecinos de la consternada localidad
vizcaína, hicieron que la plaza de la céntrica Basílica de Santa María se
quedara pequeña para acoger el multitudinario adiós a un hombre admirado por
todos por el encomiable amor que siempre profesó hacia la profesión de torero.
A lo largo del día, compañeros de profesión del torero
vizcaíno Iván Fandiño han trasladado también sus condolencias y cercanía a la
familia del maestro, al que han rendido su ultimo adiós en la intimidad de la
capilla ardiente ubicada en Amurrio (Álava).
Fandiño, de 36 años, murió en la ciudad francesa de Aire Sur
L'Adour a consecuencia de una gravísima cornada inferida por un toro de
Baltasar Ibán de nombre «Provechito», que lo corneó en el costado derecho
después de perder pie cuando instrumentaba un quite por chicuelinas.
El cuerpo del torero llegó este domingo pasadas las 20:00
horas al tanatorio de Amurrio, situado a escasos 10 kilómetros de Orduña,
localidad de origen de Fandiño. Pasadas las nueve de la mañana entraron al
tanatorio la esposa, los padres y la hermana de Fandiño. También se acercaron
al lugar, entre un goteo continuo de coronas y ramos de flores, varios
compañeros de profesión del maestro de Orduña.
Los primeros en llegar fueron los diestros Enrique Ponce, El
Fandi, Curro Díaz, Pepín Liria, Luis Miguel Encabo, Javier Conde, Paco Ureña y
Juan Antonio Ruiz Espartaco, que acudieron con semblante serio para trasladar
sus respetos a un torero del que han destacado su "seriedad" y cuya
muerte en la "flor de la vida" han lamentado.
"Una gran pérdida para el mundo del toro",
"nunca lo olvidaremos", "estará en nuestros corazones" son
algunas de las frases que se han podido escuchar a las puertas de este
tanatorio.
"Esté donde esté que lo saquen por la puerta grande
porque ha sido un hombre grande", ha dicho un emocionado Espartaco, ante
los periodistas.
Enrique Ponce ha destacado "el sentido de la
pureza" que Fandiño tenía "en todas sus formas, desde con el capote
hasta con la espada", y ha puesto en valor las "muchísimas
cosas" que ha aportado el mundo de la tauromaquia: "Se ha ido uno de
los grandes de los últimos diez años". Fandiño, ha añadido, "salía
siempre a la plaza a darlo todo" y "ha dado la vida por lo que más
quería, el mundo del toro", ha dicho Ponce, que no encuentra
"consuelo" ante "una tragedia de esta magnitud".
A la par que llegaban los toreros al velatorio lo han hecho
las numerosas coronas, ramos y centros de flores que desde los más diversos
puntos de España han puesto color y olor a un día triste, de semblantes serios,
lágrimas y abrazos.
Iván Fandiño, padre de una niña que aún no ha cumplido dos
años, era muy querido por los aficionados a los toros de la comarca y contaba
también con el cariño de sus vecinos de Orduña. De hecho fue el pregonero de
las fiestas de la localidad en 2015.
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