GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL MUNDO de Madrid
Iván Fandiño nació en Orduña (País Vasco) el 29 de
septiembre de 1980. Su primera vocación fue la pelota vasca pero pronto sintió
la llamada del toreo. Se apuntó a la Escuela Taurina de Bilbao donde aprendió
las primeras lecciones de lo que ha sido toda su vida. Al cerrar la escuela se
trasladó a Valencia y después a Jerez de la Frontera, siempre con el sueño de
formarse como torero y alcanzar las oportunidades que no había encontrado en su
zona.
La historia de Fandiño es una constante sucesión de
episodios de superación. Tras pasar por esos tres puntos geográficos de España
no logra sentirse apoyado y decide empezar un camino alternativo e
independiente, lleno de ingratitudes, repleto de riesgo como es el de las
capeas. Comenzó a frecuentar las sueltas de toros en la Alcarria, donde se
mantiene la tradición de echar toros para la gente. Fandiño se forjó en las
batallas más duras hasta que apareció su alter ego, su persona de mayor
confianza: «Néstor García, un joven torero retirado, se fijó en sus condiciones
y sobre todo en su valor.
Vio un chico grueso, sin hechuras de torero pero con una
ambición desbordante», explica el periodista y amigo personal del torero Íñigo
Crespo. Tras superar el reto de las capeas llegó la etapa de los duros
entrenamientos: «Néstor le hizo viajar todos los días durante un año de Orduña
a Guadalajara para entrenar y ver si realmente quería ser torero».
La raza que identificó al torero durante su trayectoria ya
marcó sus inicios. Néstor fue su principal valedor. Juntos formaron un tándem
que se enfrentó a todo y a todos. "Su historia es un ejemplo de
constancia, libertad e independencia. Iván ha sido un héroe por todo lo que ha
superado dentro y fuera de los ruedos. Siempre junto a Néstor, su fiel
hermano", asegura Crespo.
La disciplina le llevó a destacar entre los novilleros
llegando a cortar una oreja en su presentación en Las Ventas en 2004. Al año
siguiente recibió la alternativa de manos de El Juli en Bilbao. Se presentaron
de nuevo las dificultades en el escalafón superior. La paciencia y, de nuevo la
constancia, le permitieron confirmar la alternativa en 2009.
Dos años después cortó la primera oreja en la que se
convirtió en su plaza, Las Ventas. Ahí nació un auténtico idilio entre la
afición de Madrid y el torero vasco. El 2012 fue el año más importante de su
carrera que protagonizó junto a David Mora en una apasionada rivalidad. Triunfó
en plazas como Valencia, Sevilla, Madrid o Bilbao, donde se encerró con seis
toros en solitario como lo hizo en Valencia en el mismo año.
Obtuvo dos años consecutivos la Oreja de Oro de Radio
Nacional de España y fue merecedor del trofeo a la mejor faena de San Isidro en
2013.
En 2014 logró su ansiada salida a hombros de Las Ventas
merced a una faena épica rubricada con un espazado sin muleta. Esta temporada
la completaría también a buen nivel, convirtiéndose en uno de los toreros más
importantes y más en forma del momento.
En 2015 sufrió un el mayor varapalo de su carrera al salir
sin éxito del gesto de torear en solitario seis toros de seis ganaderías
distintas, de las denominadas duras. Íñigo Crespo recuerda aquel momento:
"Fue una apuesta fuerte. Él en este momento sabía que todavía tenía que
remontar aquel desencuentro con Madrid. Seguía ilusionado con esa lucha. Todos
sabíamos que no tiraría la toalla".
El pasado 29 de mayo hizo el último paseíllo en Las Ventas en la que brindó al Rey Emérito.
El pasado 29 de mayo hizo el último paseíllo en Las Ventas en la que brindó al Rey Emérito.
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