Aficionados y defensores de
animales hacen campaña para posicionar su visión frente a la tauromaquia en la
capital colombiana.
SALLY PALOMINO
Diario EL PAIS de
Madrid
Hay un conflicto en Colombia que está lejos de terminar. En
los últimos años el debate alrededor de las corridas de toros ha generado más
que un intercambio de ideas, una guerra que se evidencia en redes sociales y
que hace unos meses llegó a las calles de Bogotá. En enero pasado, la reapertura
de la Santamaría después de cuatro años sin toreo fue noticia por los
disturbios que se presentaron en el centro de la ciudad. Los asistentes a la
plaza tuvieron que ser escoltados por al menos 1.200 agentes de la policía. Los
animalistas, ecologistas y otros que se identificaban “defensores de la vida”
se ubicaron en los alrededores del lugar para gritar “¡asesinos!” y acechar a
los aficionados. Si la Corte Constitucional no decide algo diferente, el pulso
entre los que están a favor y en contra se medirá el próximo 13 de agosto en
una consulta taurina. Desde hace unas semanas las campañas por el sí y por el
no luchan para posicionar sus ideas entre los ciudadanos.
“Tenemos que defender esto porque es una expresión
cultural”, dice Martín Felipe Escobar, de 36 años, torero. “La tauromaquia es
violencia, debemos respetar todas las formas de vida”, afirma Eduardo Peña, de
la coalición Colombia sin toreo. Entre quienes se oponen a este tipo de
espectáculos está el gobierno. “Ya se desarma la guerrilla, ahora que se
desarmen los toreros”, escribió en Twitter el viceministro del Interior, Luis
Ernesto Gómez. Su mensaje fue respaldado por cientos de seguidores, pero
también cuestionado por hacer tal comparación. “Tenemos que hacernos más
visibles y mostrar la persecución que sufrimos”, dice Escobar. “En redes
sociales nos atacan, nos insultan”. En enero, el torero Luis Bolívar denunció
amenazas de muerte. En Twitter le decían
que lo iban a matar a puñaladas a él y a su familia. “Acá hay una problemática de fondo que el
país debe debatir”, reitera Escobar, que lidera una plataforma para la defensa
de expresiones culturales, en donde además del torero incluyen las peleas de
gallos y las corralejas.
Eduardo Peña habla en nombre de la coalición Colombia sin
toreo. “La cultura cambia, la ley también. No queremos acabar con la historia
taurina, pero debe quedarse ahí, en el pasado”. Esta semana empieza el segundo
periodo legislativo en Colombia y el proyecto para acabar con las corridas de
toros es la esperanza de los animalistas. Si se aprueba quedarían prohibidos
este tipo de espectáculos en el país. Ellos destacan que de ser así, se tendrá
que garantizar un plan para que las personas que se dedican a la actividad
taurina puedan acceder a programas de sustitución e integración laboral.
Para la consulta están habilitados 5’648.390 votantes en
Bogotá y el umbral es de casi 1’880.000 votos. Los taurinos saben que tienen
las de perder. “La plaza de toros tiene capacidad para 15.000 espectadores. Es
obvio que al censo establecido no vamos a llegar”, acepta Escobar. El torero
insiste en pedir respeto y que se garantice la libertad. “Nunca pensé que
íbamos a tener la necesidad de defender las corridas de toros, pero acá
estamos”. Por ahora, el trabajo de los aficionados se ha concentrado en reunirse
con líderes de los barrios para hablar del arraigo que tiene el toreo en
Colombia.
Antes del 13 de agosto, la Corte Constitucional deberá decir si aplaza la consulta para que coincida con otras votaciones. Ese punto es el único que une a animalistas y aficionados. Ambos sectores dicen que esa votación se debe realizar en el marco de otra jornada electoral para reducir costos.
Antes del 13 de agosto, la Corte Constitucional deberá decir si aplaza la consulta para que coincida con otras votaciones. Ese punto es el único que une a animalistas y aficionados. Ambos sectores dicen que esa votación se debe realizar en el marco de otra jornada electoral para reducir costos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario