ÍÑIGO CRESPO LLANOS
@Crespo_Inigo
Diario EL MUNDO de Madrid
Madrid recuperó una tradición: las novilladas nocturnas en
la canícula capitalina. Toros a la luz de luna, cuando la noche va usurpando
las horas. Necesaria recuperación, bienvenida la idea, aunque sigamos sin tener
noticias de aquel revolucionario proyecto que anunciaron Simón Casas y Nautalia
cuando se hicieron cargo de la gestión del coso y que anunciaba a bombo y
platillo que Las Ventas iba a tener una vida constante y que el recinto lo iban
a convertir en un epicentro de la noche madrileña. Ni rastro de aquellas
promesas.
La novillada de Pablo Mayoral no sacó clase y colaboró muy
poco con el espectáculo. Novillada dura y complicada que nunca se entregó. Con
excepción de un primero con movilidad, los restantes carecieron de fondo, de
ritmo y de equilibrio en sus embestidas.
Lo más lúcido del festejo lo firmó Adrien Salenc que puso en
valor su oficio y eso tan difícil de tener como es la facilidad para torear y
para estar en la plaza. Tapó defectos al tercero al que tumbó de una estocada
muy efectiva. Volvió andar suelto y resolutivo con un sexto temperamental y
agrio que sacó complejas ideas. Labor entregada del francés que apretó y se
fajo con su oponente en labor de ida y vuelta. Valiente Salenc que tiene raza y
una técnica muy asimilada.
Gustó mucho el francés Tibo García que proyectó un toreo de
notable personalidad y sentido del temple. Empaque, entidad de torero,
despaciosidad y estética. No pudo lucirse frente a su blando primero pero el
manejo con que anduvo con el animal apuntó exquisiteces. Su lote fue deslucido
pero quedó patente su buen sentido del toreo. Lo demostró también frente a un
quinto que amagaba en cada arrancada y que tuvo más complicaciones que las que
pareció en sus manos. Eso sí, con la espada necesita mejorar y mucho.
Lagartijo le pegó muchos muletazos al primero que se movió
como un tejón aunque no desarrolló clase. La transmisión del novillo ganó la
partida al novillero cordobés. Frente al cuarto no estuvo más fino y tuvo una
endeble actuación frente a un novillo mansurrón que se puso complicado a la
hora de matar.
FICHA DEL FESTEJO
Novillos de Pablo Mayoral,
deslucidos, mansos, con genio y complicaciones. Se movió sin clase el primero.
Lagartijo, celeste y plata: dos pinchazos, media
defectuosa y dos descabellos (Silencio tras aviso); En el cuarto, dos pinchazos
y once descabellos (silencio tras aviso)'
Tibo García, de tabaco y oro: cuatro pinchazos y se
echa el novillo (Silencio tras aviso); En el quinto, pinchazo, estocada tendida
atravesada y dos descabellos (Silencio tras aviso).
Adrien Salenc, de canela y oro: Estocada (Ovación con
saludos); En el sexto, meticasa y estocada baja y cuatro descabellos (Ovación
con saludos).
Sábado, 15 de julio de 2017. Monumental de Las Ventas. Un cuarto de
plaza.
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