El Parlamento regional prevé
aprobar este mes de julio el proyecto de ley de toros «a la balear», que fija
numerosas restricciones y que en la práctica hace inviables los festejos.
JOSEP MARIA AGUILÓ
Palma De Mallorca
Diario ABC de Madrid
Los aficionados taurinos de Palma aún podrán disfrutar este
verano de dos festejos clásicos, que quizás podrían ser los últimos que se
celebren en la capital isleña, debido a la inminente aprobación del proyecto de
ley de toros «a la balear». Ambas corridas tendrán lugar en el coso palmesano
en horario nocturno, a partir de las nueve y media de la noche. Cabe recordar
que la última corrida de toros celebrada hasta ahora en Palma había tenido
lugar el 4 de agosto del pasado año, con los maestros Enrique Ponce, Alejandro
Talavante y José María Manzanares.
Por lo que respecta a los dos festejos programados para este
año, el primero se celebrará el próximo 27 de julio, con la presencia de Juan
José Padilla, El Fandi y Sebastián Castella, que torearán reses de la ganadería
de Marqués de Quintanar. Posteriormente, el 3 de agosto, el coliseo balear acogerá
una nueva corrida con un cartel conformado por Francisco Rivera Ordoñez,
Talavante y Cayetano Rivera Ordoñez, con toros de la ganadería de Núñez de
Tarifa.
En esas fechas, en concreto el 24 de julio, está previsto
que el Parlamento regional apruebe, por su parte, la proposición de ley de
«regulación de las corridas de toros en Baleares», iniciativa presentada
recientemente de manera conjunta por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS
—tanto de Mallorca como de Menorca— y Podemos. La citada proposición no prohíbe
expresamente los festejos taurinos, pero fija numerosas restricciones para su
celebración, lo que en la práctica supone hacerlos casi inviables. Coloquialmente,
ese proyecto suele ser denominado por los distintos partidos políticos como
toros «a la balear».
Cabe recordar que el pasado 13 de junio la Cámara regional
aprobó ya tomar en consideración la citada propuesta. Votaron a favor de
iniciar la tramitación parlamentaria las tres formaciones citadas, mientras que
el PP y Ciudadanos votaron en contra. Por su parte, Proposta per les Illes (PI)
se abstuvo.
La controvertida propuesta del tripatito indica, en su
actual redacción, que podrá haber festejos en las plazas de Baleares siempre y
cuando no se hiera o se mate al toro. Por tanto, únicamente se podrán utilizar
capotes y muletas, pero en ningún caso banderillas o estoques. En ese contexto,
la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura envió el pasado
mes de junio un escrito al Gobierno balear en el que le advertía de que dichas
limitaciones son inconstitucionales. El Ejecutivo también cuestiona que se
quiera prohibir la entrada a las plazas a los menores de 18 años o que sólo se puedan
torear un máximo de tres reses por festejo y por un periodo de tiempo no
superior a los diez minutos.
La nueva ley autonómica prevé asimismo que se haga «un
control antidopaje» de los toros y de los diestros «antes y después del
espectáculo». Además, también se establece que tras una revisión veterinaria
las reses sean devueltas a la ganadería que las suministró. Otro requisito es
que dentro y fuera de cada plaza se instale un cartel que advierta de que «el
espectáculo puede herir la sensibilidad de los espectadores».
En cuanto al tradicional «correbou» («encierro») del
municipio mallorquín de Fornalutx, seguirá celebrándose, aunque con algunas
limitaciones añadidas para que el animal no sufra. En ese sentido, no será
posible utilizar cuerdas para atar a la res por los cuernos, no se permitirá
adquirir un toro de lidia y no se podrá sacrificar al animal tras el encierro.
Acabado el «correbou», el toro será trasladado a una finca.
El Gobierno central considera que la futura ley podría
vulnerar algunos capítulos de la Constitución y atentar contra las competencias
del Estado en la materia. En ese sentido, el citado informe de la Dirección
General de Bellas Artes cuestiona 9 de los 14 artículos de que consta el texto
autonómico y critica las «limitaciones injustificadas» y las «trabas
administrativas» que contendría la normativa regional.
El proyecto de los toros «a la balear» es la segunda
iniciativa antitaurina presentada por el tripartito isleño, que preside la
socialista Francina Armengol. La primera, anunciada el pasado año, era una
propuesta de reforma de la Ley de protección de los animales que viven en el
entorno humano. Dicha norma, conocida coloquialmente como Ley de Bienestar
Animal, había sido aprobada por el PP en 1992. La citada modificación legislativa
hubiera supuesto en la práctica, de haber conseguido ser aprobada, la
prohibición de las corridas de toros en las Islas.
Sin embargo, surgieron diversos obstáculos que finalmente
obligaron al tripartito a desistir de la aprobación de aquella primera
iniciativa. Así, en julio de 2016 el Gobierno central se había puesto ya en
contacto con el Ejecutivo regional para advertirle de que no tenía competencias
para prohibir los festejos taurinos y para recordarle que las corridas de toros
están protegidas en toda España por una ley de carácter estatal.
El contratiempo jurídico definitivo llegaría en octubre del
pasado año, con el dictamen del Tribunal Constitucional contrario a la
prohibición de los toros en Cataluña. Fue en ese momento cuando los componentes
del tripartito optaron por aparcar de manera definitiva la citada tramitación
legislativa y empezar a redactar una ley completamente nueva, que es la que
este mes de julio será aprobada por el Parlamento balear. A la espera de saber
si la nueva norma puede acabar o no en los tribunales en los próximos meses, en
principio entraría en vigor a finales de este año.
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