domingo, 9 de julio de 2017

LEER UNA NOTICIA - La ley dice quién paga

CARLOS RUIZ VILLASUSO

El problema del estado actual de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid es proporcional al desinterés que su propietaria, la Comunidad de Madrid, ha tenido con la fiesta de los toros en su plaza. Nadie me puede llevar la contraria: este coso ha sido el inmueble público que más dinero ha dejado en las arcas de la Administración. El que más, posiblemente de toda España, no sólo de Madrid. Y nadie me puede llevar la contraria cuando afirmo que ha sido desatendida y desasistida como Bien de Interés Cultural en que está declarada. 

Un inmueble BIC obliga a las administraciones, a tenerlo alejado de cualquier daño estructural y en perfecto estado de uso y revista. En Madrid, Las Ventas es BIC y, además, lo es la naturaleza de su objeto, es decir, la Fiesta, las corridas y espectáculos taurinos. Y en España, esta Fiesta está declarada Patrimonio Cultural de los españoles. Tres declaraciones que alojan al inmueble y lo que éste acoge en su seno como actividad. Y pregunto: ¿qué partida económica obligada por ley se ha aprobado y concedido para el BIC y el Patrimonio Cultural en los últimos años? Más aún, ¿por qué jamás se ha concedido un euro para estos conceptos, tal y como obliga la ley?

De qué nos sirve una declaración que supuestamente nos ayuda, si la ayuda real, la aportación legal, no nos llega. Somos ciudadanos de segunda gestionados en Las Ventas por unos administradores que no han nombrado a los mejores y más talentosos para los cargos taurinos, sino que han dejado pasar por allí a una lista de nombres que hoy están dentro de procesos judiciales por corrupción. Las Ventas ha sido uno de esos lugares en donde se ha sucedido el expolio de los españoles en esos tiempos de trabuco obsceno.

La estructura de la plaza está enferma. ¿Desde cuándo tiene noticia la Comunidad? Digo la estructura tal y como ha de usarse el inmueble en su calidad BIC: para dar toros. Porque éste inmueble es un espacio de actividad de Tauromaquia. Y como tal espacio BIC, ha de ser la Comunidad, por ley, por ser propietaria, por haber ingresado una barbaridad de esta actividad, la que se recoge dentro de bien BIC y de la declaración BIC de la Tauromaquia en Madrid y de la declaración de la misma como Patrimonio Cultural de los españoles. Desde este ámbito, le corresponde a las administraciones y sobre todo a la Comunidad, tener la plaza en perfecto estado. No le corresponde a la empresa.

La empresa licita, paga y a ella se le ha de dar un inmueble en perfecto estado para dar toros. Si no es así, estamos ante un fraude. Que nadie afirma, pero un fraude. Y nadie dice porque por si acaso. Porque esta Fiesta vive callada porque por si acaso. Porque sus manejos anteriores han sido bajo una sospecha ya más que evidente de que algo ha olido mal en Las Ventas. Los toros han de darse en las condiciones que marque la ley, porque este es un Estado de Derecho donde todos han de cumplirla y las leyes BIC están para ser cumplidas a rajatabla, señora Cifuentes.

Sólo en una república de banana y sable se puede entender que salga a concurso un inmueble y, a los meses, se diga que el objeto de ese concurso no está bien. Que no sirva, que esté mal. Pero esto es Madrid, capital europea. Y esto es impropio de un país de la UE y es impropio de quienes dicen abogar y apoyar a la Tauromaquia. En este artículo he tratado de dejar bien claro a quién corresponde mantener en perfecto estado a un inmueble BIC llamado plaza de toros de Las Ventas.

Otra cosa es si queremos que este inmueble sea multifuncional para hacerlo rentable y dar otro tipo de espectáculos que no sean propios de la Tauromaquia. Aquí las cosas cambian. Compren la revista la próxima semana. Porque hacer de Las Ventas un espacio multiusos de ocio (recuerden que en su día doña Aguirre dejó dar tenis en el coso) es un asunto más complejo. ¿Necesario? ¿Cuestión vital? Si es así… ¿quién ha de costear este proyecto? ¿Se han de parar los toros para esta obra? / Redacción APLAUSOS

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