CARLOS RUIZ VILLASUSO
El problema del estado actual de la plaza de toros de Las
Ventas de Madrid es proporcional al desinterés que su propietaria, la Comunidad
de Madrid, ha tenido con la fiesta de los toros en su plaza. Nadie me puede
llevar la contraria: este coso ha sido el inmueble público que más dinero ha
dejado en las arcas de la Administración. El que más, posiblemente de toda
España, no sólo de Madrid. Y nadie me puede llevar la contraria cuando afirmo
que ha sido desatendida y desasistida como Bien de Interés Cultural en que está
declarada.
Un inmueble BIC obliga a las administraciones, a tenerlo
alejado de cualquier daño estructural y en perfecto estado de uso y revista. En
Madrid, Las Ventas es BIC y, además, lo es la naturaleza de su objeto, es
decir, la Fiesta, las corridas y espectáculos taurinos. Y en España, esta
Fiesta está declarada Patrimonio Cultural de los españoles. Tres declaraciones
que alojan al inmueble y lo que éste acoge en su seno como actividad. Y
pregunto: ¿qué partida económica obligada por ley se ha aprobado y concedido
para el BIC y el Patrimonio Cultural en los últimos años? Más aún, ¿por qué
jamás se ha concedido un euro para estos conceptos, tal y como obliga la ley?
De qué nos sirve una declaración que supuestamente nos
ayuda, si la ayuda real, la aportación legal, no nos llega. Somos ciudadanos de
segunda gestionados en Las Ventas por unos administradores que no han nombrado
a los mejores y más talentosos para los cargos taurinos, sino que han dejado
pasar por allí a una lista de nombres que hoy están dentro de procesos
judiciales por corrupción. Las Ventas ha sido uno de esos lugares en donde se
ha sucedido el expolio de los españoles en esos tiempos de trabuco obsceno.
La estructura de la plaza está enferma. ¿Desde cuándo tiene
noticia la Comunidad? Digo la estructura tal y como ha de usarse el inmueble en
su calidad BIC: para dar toros. Porque éste inmueble es un espacio de actividad
de Tauromaquia. Y como tal espacio BIC, ha de ser la Comunidad, por ley, por
ser propietaria, por haber ingresado una barbaridad de esta actividad, la que
se recoge dentro de bien BIC y de la declaración BIC de la Tauromaquia en
Madrid y de la declaración de la misma como Patrimonio Cultural de los
españoles. Desde este ámbito, le corresponde a las administraciones y sobre
todo a la Comunidad, tener la plaza en perfecto estado. No le corresponde a la
empresa.
La empresa licita, paga y a ella se le ha de dar un inmueble
en perfecto estado para dar toros. Si no es así, estamos ante un fraude. Que
nadie afirma, pero un fraude. Y nadie dice porque por si acaso. Porque esta
Fiesta vive callada porque por si acaso. Porque sus manejos anteriores han sido
bajo una sospecha ya más que evidente de que algo ha olido mal en Las Ventas.
Los toros han de darse en las condiciones que marque la ley, porque este es un
Estado de Derecho donde todos han de cumplirla y las leyes BIC están para ser
cumplidas a rajatabla, señora Cifuentes.
Sólo en una república de banana y sable se puede entender
que salga a concurso un inmueble y, a los meses, se diga que el objeto de ese
concurso no está bien. Que no sirva, que esté mal. Pero esto es Madrid, capital
europea. Y esto es impropio de un país de la UE y es impropio de quienes dicen
abogar y apoyar a la Tauromaquia. En este artículo he tratado de dejar bien
claro a quién corresponde mantener en perfecto estado a un inmueble BIC llamado
plaza de toros de Las Ventas.
Otra cosa es si queremos que este inmueble sea multifuncional
para hacerlo rentable y dar otro tipo de espectáculos que no sean propios de la
Tauromaquia. Aquí las cosas cambian. Compren la revista la próxima semana.
Porque hacer de Las Ventas un espacio multiusos de ocio (recuerden que en su
día doña Aguirre dejó dar tenis en el coso) es un asunto más complejo.
¿Necesario? ¿Cuestión vital? Si es así… ¿quién ha de costear este proyecto? ¿Se
han de parar los toros para esta obra? / Redacción APLAUSOS
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