ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
La Feria de San Isidro estrenará el "nuevo" ruedo
de Las Ventas. Lo de nuevo es un decir. Es el de siempre pero sin desnivel.
Morante de la Puebla se salió con la suya, que no es la suya, sino la de todos
los toreros que en petit comité se quejaban del inmenso desnivel de la plaza.
Desde los años 80, en la era de Manolo Chopera, se abombó la
arena venteña con la excusa del drenaje. Latía debajo de la decisión el
exhibicionismo del toro, que aparentase más (todavía) subido en el monte de los
medios. El toro de Madrid que, por cierto, no ha parado de crecer en los
últimos 25 años. Y el que dude que se asome a las videotecas que circulan por
las redes sociales como testigos ambulantes del pasado. De los años 90, cuando
quizá hubo un regreso a la búsqueda de las hechuras. El mismo toro de Julio
Aparicio del 94 como ejemplo a vuelapluma.
La cuestión es otra. Que hablábamos del "nuevo"
ruedo. Del centro se han rebajado 14 centímetros y de la barrera se han subido
16. El desnivel ha quedado reducido a un 1%. Torear en terreno plano no se daba
en los últimos años más que cuando se anunciaba Morante y por la mañana se
presentaba en chándal en misión de peritaje agrónomo. Ahora su conquista la
disfrutarán sus compañeros. Y él cuando venga, allá por la Corrida de la
Cultura, mediado el mes de junio.
Pero este jueves 11 de mayo, en el que empieza en primer San
Isidro de la era Simón Casas, llueve. Y los pronósticos son de mucha lluvia. El
ruedo ya ha perdido la inclinación. Lo del drenaje, además del exhibicionismo
del toro, también era verdad. Los desagües se encuentran cerca de la barrera.
La curvatura hacía caer el agua hacia allí. No valió ni eso cuando se
desprendió el cielo sobre Madrid el 10 de mayo del año pasado y hubo que
suspender. Ni la lona previsora sirvió. Había llovido el día anterior y la
arena se había empapado. Veremos hoy. Una prueba para el "nuevo"
ruedo.
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