El mexicano Joselito Adame acabó convertido en el triunfador
de la tarde de este sábado en Las Ventas, merced a una estocada que cobró
entrando sin muleta, que le valió para cortar una oreja: "He conseguido llegar a
figura en mi país, ahora quiero serlo aquí", reconocía el hidrocálido
al terminar la tarde.
Estas fueron las únicas declaraciones que pudo articular
Adame mientras abandonaba la plaza camino de la enfermería de la plaza donde el
equipo médico le atendió de una contusión en la cresta ilíaca derecha y
erosiones en el cuello cabelludo, fruto del tremendo golpe que se llevó al
entrar a matar al sexto toro sin montar la muleta, salvoconducto primordial
para acabar tocando pelo.
Ginés Marín, en cambio, era el claro ejemplo de la decepción
y del enfado después de que su muy deslucido lote no le haya permitido pegar
"ni un solo pase en condiciones", reconocía el joven jerezano.
"Me da mucha rabia porque me consta que, después del
triunfo del otro día, había mucha gente ilusionada con volver a verme torear.
Pero es que no he tenido la más mínima opción", declaraba Marín.
Y no la tuvo porque su primero no tuvo la más mínima fuerza
para mantener la vertical, por mucho que el usía decidiera, no sin polémica, no
devolverlo.
"El señor presidente lo ha considerado así, y no queda
otra que acatarlo. Pero no sé lo que ha podido ver en él para mantenerlo en el
ruedo porque creo que estaba claro que el animal no aguantaba, no tenía nada de
fortaleza, y, por si fuera poco, cuando amagaba con embestir siempre lo hacía
por dentro, buscándome, y todo intento con él ha sido en balde",
consideraba.
"Y el otro simplemente no veía, se me venía siempre
cruzado y ha sido imposible. Puedo entender que en un momento dado no se vea
ese defecto en los corrales, pero luego en el ruedo hay muchas personas
encargadas de velar por el espectáculo. Por eso me da mucha rabia irme así hoy,
con una sensaciones totalmente distintas a las de hace dos días", concluía
visiblemente enfadado.
Por su parte, Francisco José Espada ha sido el peor parado
de la función, al quedar fuera de combate al entrar a matar al toro de su
confirmación de alternativa, que lo encunó con el pitón derecho, despidiéndole
de forma violenta contra el suelo, y, una vez tendido el hombre sobre la arena,
le ha pasado por encima propinándole varios golpes en la cabeza con las
pezuñas.
Debido al percance, Espada no ha podido hacer declaraciones
al finalizar la tarde, pues para ese momento ya se encontraba ingresado en el
hospital San Francisco de Asís aquejado de "un traumatismo
craneoencefálico, con pérdida de conciencia de cinco minutos de duración y una
fuerte contusión facial", según reza el parte médico que firma el doctor
Máximo García Padrós. / EFE
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