Este domingo en la Maestranza ante
escasas opciones
Jesús Enrique Colombo tuvo lote poco propicio para trascender en su presentación en Sevilla. Foto: Jesús “Cucú” Rincones |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Poco o nulo juego han ofrecido los astados del hierro
sevillano de Guadaira, de bellas hechuras pero escaso fondo de bravura en la
muleta del espada venezolano Jesús Enrique Colombo, en lo que fue la novillada que
marcaba su presentación en la arena de El Baratillo.
Variedad capotera, facilidad con las banderillas y mucha
entrega con la muleta por ambos pitones fue lo evidenciado por el joven espada,
quien no acabó de someter al novillo en las primeras tandas y éste se fue
orientando y quedándose más corto. Faltó dominio y mando en los primeros
compases de una faena que no llegó a brillar. Mató de estocada certera para ser
silenciado.
Otro matiz fue lo demostrado con el serio y cuajado segundo
suyo del lote, en lidia de muchos capotazos lo que hizo que la tendencia del
utrero a rajarse se acrecentase. En los medios logró sujetarle, en series de limitado
eco en los tendidos por falta de transmisión del astado. Faena larga sin
consistencia. De nuevo, un cañón la espada, para saludar ovación desde el
tercio.
El resto del festejo tuvo como protagonista central el así
mismo debutante mexicano Leo Valadez, quien ha dado vuelta al ruedo en ambos
astados tras labores muy técnicas, precisas en metraje y condensadas a las
opciones de lucimiento de sus antagonistas. Por su parte el ibérico Antonio Catalán
“Toñete”, saludo ovación en el tercero y fue silenciado tras dos avisos en el
que cerró plaza, el cual registró en tarde calurosa poco más de un cuarto de su
aforo.
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