La ganadería de Maravillas fue el
escenario
CIUDAD DE MÉXICO,
CDMX. Martes 25 de octubre (Ángel Sainos, especial).- El reciente fin de
semana los hermanos Adame, Joselito y Luis David, viajaron de la capital del
país al municipio de Chapantongo, Hidalgo, para llegar a la hacienda El Sauz
donde sientan sus reales las ganaderías de los hermanos Cuevas, Jorge quien es
dueño de Acapangueo, Ernesto quien tiene el hierro que lleva su nombre y
Alfonso, escrupuloso ganadero de Maravillas, sin duda, criadores de reses
bravas de estirpe que descienden del legendario ganadero don Carlos Cuevas,
piedra fundacional de la cabaña brava en México cuyos toros fueron estoqueados
por las máximas figuras de la época de oro del toreo.
Hasta este lugar entonces, enclavado en el bello paisaje
bucólico hidalguense llegaron los famosos toreros de Aguascalientes invitados
por don Alfonso a realizar labores de campo siempre necesarias para tener a
punto sus facultades físicas, técnicas y ensayar con las bravas vacas el lado
estético y la eficiencia de sus tauromaquias.
Así pues, un cielo entoldado amenazaba la realización de
estas faenas camperas pero finalmente se pudieron tentar seis vacas de este
hierro, tres de línea Saltillo y tres de Coquilla, simiente con la que
recientemente ha conseguido resonantes triunfos en distintos cosos del país,
todo envuelto en un ambiente íntimo que vivieron y disfrutaron la decena de
afortunados concurrentes a este concierto torero.
Dos vacas resultaron extraordinarias y acudieron de tercio a
tercio al caballo del tentador a caballo Cesar Morales, quien las toreo con
paciencia y sabiduría. Las cuatro restantes también dieron buena nota, además
de que en esta casa se tienta a la usanza antigua, es decir, sin capotes como
si se tratara de machos y ya que las vacas han sido vistas se utilizan los
avíos por lo que los hermanos Adame ejercitaron también las piernas llevándolas
por colleras al burladero contrario del tentador montado.
La tienta fue silenciosa y plena de oficio por parte de los
toreros mientras el ganadero daba algunas indicaciones y anotaba en su libro de
registro. Largas fueron las faenas en que ambos pusieron su estilo en ejercicio
y se vio lo distinto de su expresión, la de José plena de maestría y la de Luis
David con personalidad y frescura.
Entre faenas compartían los toreros opiniones con el criador
y al terminar se dirigieron satisfechos al potrero para ver la corrida que casi
esta lista para irse a la plaza. También recorrieron los potreros y al regresar
don Alfonso les platico la historia de las cabezas de los toros que adornan la
hacienda entre ellas la de “Muñeco”, el primer toro indultado en la Plaza
México para después convidar a los asistentes a compartir el pan y la sal.
Una tarde memorable como lo son siempre en casa de los
Cuevas y que sirvió como preparación para los próximo compromisos de ambos
hermanos Adame pero sobre todo del mayor que el entrante miércoles 2 de
noviembre estará en Tlaxcala y el siguiente viernes 11 protagonizará el
sensacional mano a mano con el peruano Roca Rey en la inauguración de la
Acrópolis en la bella ciudad de Puebla, aunque antes el sábado 5 se verá las
caras en un fraterno duelo con Luis David en el coso Monumental de
Aguascalientes.
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