domingo, 4 de marzo de 2018

FESTIVAL TAURINO - La alegría del toreo para homenajear a Morenito de Maracay

Las Rozas acogió un amable festival en el que el veterano torero venezolano volvió a sentir el calor de la afición y de sus compañeros.
 
GONZALO I. BIENVENIDA
Diario EL MUNDO de Madrid

Tras el paseíllo la organización con Enrique Ponce al frente entregó a Morenito de Maracay un cuadro de Juan García como homenaje a su trayectoria. La afición le dedicó entonces una sentida ovación. José Nelo correspondió emocionado. Un torero que lo entregó todo a lo largo de su dilatada trayectoria en los ruedos de todo el mundo. Un fenómeno que fue querido y respetado, por la afición y por sus propios compañeros que hoy le rendían este tributo.

Arrollador, buen lidiador, espectacular banderillero y carismático torero. José Nelo con 63 años de edad se despidió del toreo cortando dos orejas al primer novillo de Albarrán. El momento más emotivo llegó en el segundo tercio: Morenito de Maracay compartió el tercio con El Fandi y con Enrique Ponce. El granadino las puso con su facilidad habitual y Ponce sorprendió a la afición esperando al novillo pegado a tablas. Prácticamente al relance, el maestro de Chiva aprovechó una arrancada para pegarle un cambio muy comprometido. La afición se puso en pie entre la alegría por lo inédito y la admiración por el riesgo. Morenito demostró porque sigue siendo 'El Rey del Quiebro' con un par arriesgadísimo. Brindó a todos sus compañeros y dejó detalles de torería añeja como el inicio doblándose por abajo en la muleta (dos orejas).

Enrique Ponce cuajó de principio a fin al segundo novillo de la tarde que lució el hierro de Las Ramblas. Lo esperó genuflexo con mucha torería. El temple fue la clave para entender al buen novillo de Las Ramblas. Hubo naturales extraordinarios, muy despacio y muy sentidos. Hubo cambios de mano eternos, elegantes trincherillas y las finales poncinas que enloquecieron a los tendidos (dos orejas). Al de Las Ramblas se le dio la vuelta al ruedo.

El tercer novillo fue de Domingo Hernandez. Le dieron dos puyazos y muchos capotazos en los primeros tercios. Javier Conde firmó una faena larga (dos orejas).

El Fandi recibió con una larga de rodillas en el tercio al cuarto de la tarde. El granadino no se deja ganar la partida ni a las chapas. En banderillas mostró una vez más su condición atlética especialmente en dos pares al encuentro corriendo para atrás. Los tendidos entraron desde el principio en la labor de El Fandi. Una faena larga en la que aplicó muchos recursos para extraer el buen fondo al novillo de La Palmosilla que fue irregular y en ocasiones embistió recto (dos orejas y rabo).

El quinto de la tarde fue de Zacarías Moreno y le correspondió a López Simón que le brindó su actuación a Morenito de Maracay (como el resto de sus compañeros). Al natural llegaron los momentos más templados de su faena. Encontró la verticalidad en un final a pies juntos así como en algunos pases del desdén (dos orejas y rabo).

Al sexto le faltó humillación y clase. Fue de Fernando Peña y le tocó a Posada de Maravillas, que sustituyó a Cayetano. El novillo obedeció al toque pero no fue fácil. Posada hizo un esfuerzo logrando naturales con gusto y su personal sello. Estocada de rápido efecto. Dos orejas y rabo.

La sorpresa de la tarde llegó de la mano del novillero que completaba el cartel: Daniel Barbero. Meció el capote con suavidad para recibir al novillo de Garcigrande. Las preciosas verónicas precedieron a un acompasado quite por chicuelinas. Inició la faena con un cambiado por la espalda para después entender al gran novillo por ambas manos pero sin alcanzar el nivel demostrado con el capote (dos orejas y rabo). Vuelta al ruedo al extraordinario novillo.

Una jornada emotiva, llena de felicidad por el triunfo del toreo y del compañerismo. Morenito de Maracay volvió a sentir el cariño de la afición y de todos sus compañeros por última vez en un ruedo.

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