El
genio de La Puebla se sincera: dice no tener ningún trauma por no estar
anunciado el Domingo de Resurrección en Sevilla y se reafirma en su circuito de
30 tardes sin televisión para la temporada 2018.
CARLOS
CRIVELL
Diario EL
MUNDO de Sevilla
Acude a una entrega de premios vestido de forma
casi convencional. Chaqueta gris azulada, corbata naranja y pantalones rojos.
Tan convencional que ahora solo luce unas enormes patillas, casi barbas, pero
que respetan la barbilla. Le acompaña Pepe Luis. Atiende a todos; más que a
nadie a un grupo de chavales de la Escuela Taurina de Sevilla que buscan la
foto con el maestro. José Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, abrió
el fuego de su palabra en el agradecimiento.
Habían leído los motivos por los que recibía el
trofeo 'a la mejor lección taurina' de la pasada Feria de Abril. "Os lo
agradezco. Habéis entendido bien mi mensaje y mi manera de estar en la
plaza". Y habló de torería, "que es lo que distingue al toreo de cualquier
otro arte".
En la conversación posterior se le preguntó por
este tiempo sin torear en público; por una primavera sin Sevilla en el
horizonte. "Este tiempo sin torear, ahora cuando se acerca el Domingo de
Resurrección, es para pensar y me hace dudar mucho de mí y de hasta dónde
quiero llegar. Estoy pendiente de lo que pasa en la Fiesta, de las corridas de
las primeras ferias. Todo ello me ofrece una perspectiva sobre cómo están las
cosas y sobre lo que yo quiero hacer. En el plano físico, está claro que estoy
más tranquilo que otros años".
- ¿Nota que
la afición le reclama en las plazas?
Sí, sí; noto que hay aficionados que me están
esperando. Y lo llevo bien, al menos no me hace doblegarme. Entiendo que es una
responsabilidad grande, pero por otro lado la Fiesta necesita de la torería y
del misterio, y creo que soy un representante adecuado para llevarlo a cabo.
- Sin
embargo, muchos le acusan de abandonar a la Fiesta en estos momentos.
No es fácil. El toro es muy duro. Yo tengo ya un
recorrido y aunque ahora los toreros duran mucho más que antes, no es agradable
estar continuamente jugándote la vida ante los toros y ante un público que, a
veces, hace mucho daño con sus exigencias. Eso hay que superarlo, pero no es
fácil. La afición debe estar agradecida porque no me he ido del todo.
- ¿Es
definitiva la fecha del 12 de mayo para la vuelta?
El regreso será en Jerez el 12 de mayo. Y después
hay más corridas en Valladolid, Brihuega, Santander, Sanlúcar de Barrameda, las
de Sevilla en septiembre. Como vuelvo después de Sevilla y no voy a Madrid,
todo está más relajado.
- ¿Era
preciso cambiar de apoderado?
Soy culo de mal asiento. Me motiva a veces cambiar
de apoderado. Era el momento de cambiar. Lo mismo que llegará el momento de
cerrar una página y dejarlo todo en suspense.
- ¿Qué
temporada quiere hacer en 2018?
Quiero torear unas 30 corridas de toros este año.
Son las que hay, porque si toreo más me tendría que meter en muchos
berenjenales
- ¿Por qué
no quiere televisión en sus corridas?
Lo he pensado durante mucho tiempo. Entre los
beneficios y los perjuicios de la televisión, ganan los segundos. El toreo es
misterio. Con la actual forma de retransmitir, tan dicharachera, con gente tan
experta que están todo el tiempo queriendo descifrarlo todo, yendo muchas veces
por delante de lo que ocurre, creo que todo eso no es bueno porque no se
mantiene ese misterio que siempre he apreciado en lo que yo veía de joven en la
televisión. Se ha desvirtuado mucho. Los comentarios se quieren equiparar a los
de los partidos de fútbol, y eso no tiene sentido porque acaba con la intimidad
que necesita quien está viendo la corrida en su casa. Curro Romero decía que le
gustaba el público del tenis. A mí me gustan los comentaristas del tenis.
Cuando saca un jugador, silencio. Cuando acaba la jugada, se habla. Se ha
querido magnificar una alegría popular en los comentarios y el toreo es mucho
más serio que toda esa farándula. No estoy a favor de la farándula.
- Pero la
televisión es necesaria. En una gran servicio para la afición.
Me gustaría que la televisión se acomodara más a
la realidad. No me gusta que se televisen feria completas muy largas. Hay que
crear acontecimientos y hacerlo con corridas muy especiales, como se hizo
siempre. Y que conste que el canal Toros es para aficionados que pagan para
verlo, que hacen una labor conjunta muy buena, pero aprecio que se manosea mucho
el festejo. Es mi opinión.
- ¿Hacia
dónde va su tauromaquia?
Me gustaría captar a Joselito El Gallo. Pero lo
más difícil es seguir a Joselito El Gallo. Mi meta sería parecerme a José
cuando salía a torear. El toreo pasa por unos momentos demasiado estáticos,
preconcebidos y aburridos. Me gustaría darle la vuelta a todo aquello que se
puede intuir. Es un misterio y una maravilla que se debe observar y sentir, no
descifrar.
- ¿Siente
no torear en Resurrección en Sevilla?
No estoy en Resurrección, pero no estoy por ello
muy apenado. El torero sale a jugarse la vida y repito que no es fácil torear.
Decía Belmonte que si los contratos tuvieran que hacerse en un patio de
cuadrillas no se firmaría ninguna. Después de una tarde de triunfo se firma lo
que te pongan por delante. En mi caso el año pasado no hubo un triunfo grande
en Sevilla, así que no soy el más oportuno para firmar ese tipo de corridas.
Veo la dificultad. Que no se piense que estoy abrumado por no torear en Sevilla
el Domingo de Resurrección. Prefiero disfrutar como aficionado y seguir con mis
pensamientos sobre lo que quiero hacer en las plazas. Ya en septiembre, con el
rodaje de la temporada, será otra cosa.
- ¿Habrá
este año corridas junto a José Tomás?
Se habla mucho, pero la realidad es que no hay nada
ahora mismo. De José Tomás no tengo ninguna noticia. Eso me dice Manolo Lozano.
Hubo comentarios sobre corridas con José Tomás y Pepe Luis, pero fueron simples
especulaciones.
- Me dijo
en cierta ocasión que no quería irse del toro sin matar seis toros en Sevilla.
¿Cuándo será el momento?
Paula me dijo a mí que no se quería ir de los
toros sin matar uno bien. Lo de los seis toros se queda, de momento, en la
intención. No me he sentido bien nunca al matar seis toros. Es difícil que los
toros que ayuden en esas corridas. No sé, no son corridas de mi agrado ahora
mismo.
- ¿Qué
quiere aportar en su vuelta este año?
El deseo es abstracto en mi mente, pero me hace
falta la ayuda del toro. Mi intención es darle un aire más fresco al toreo, con
movilidad alegre y lejos del tancredismo que ahora domina en la Fiesta.
Y se acaba la charla realizada en el marco solemne
del Salón de Carteles de la Maestranza, rodeado de las pinturas que han
anunciado las ferias, tan modernas, tan contestadas, pero que son el marco para
la charla con el de La Puebla. Antes de marcharse, otra vez los chavales
vuelven a pedirle fotos. Nadie se quedó sin ella. Morante, relajado, al alcance
de todos.
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