El
novillero de L' Alcora sale a hombros tras cortar una oreja a cada uno de sus
oponentes. *** Notable novillada de Fernando Peña en el inicio de la Feria de
Magdalena.
SALVADOR
FERRER
Diario EL
MUNDO de Castellón
Foto: EFE
Con la tradicional novillada con caballos se
descorchó este año la Magdalena de Castellón. En los últimos años, la
celebración de la novillada, una gran oportunidad para los novilleros que son
el futuro siempre incierto del toreo, anda siempre entre la disyuntiva, la
posibilidad o la negativa. Como si la empresa deshojara la margarita entre los
cálculos a priori de los réditos. Razón lícita y legítima pero que no acaba de
comprenderse teniendo los empresarios de La Plana máximo poder y estatus en el
entramado taurino. Si de abonar el futuro se trata, todas las ferias de la
importancia de Castellón deberían tener una novillada.
Escritas estas consideraciones, el festejo tenía
diversos ingredientes con interés para el aficionado. La novillada de Fernando
Peña, ganadero de L' Alcora que lidió un notable encierro, la presentación con
caballos del novillero Sedano Vázquez, la evolución de Toñete que toreó el
viernes en Olivenza y el próximo martes en Fallas, o los progresos de Téllez
que también actuará en el ciclo fallero con los novillos de Peña.
Encastado el novillo que rompió plaza, pronto,
codicioso, berreón. Toñete lo recibió genuflexo, con aires elegantes. Quitó por
mandiles y una media enroscada. El prólogo de la faena tuvo asentamiento y
criterio para afianzar la embestida. Corrió bien la mano y sobresalió una serie
diestra, con cuerpo, consistencia, reunión y ajuste. Al natural hubo menos
acople. El epílogo por abajo tuvo su torería y su fina caligrafía. Quizá perdió
la oreja con los aceros. El utrero fue aplaudido en el arrastre.
El burraco cuarto soltaba la cara, calamocheó en
diversos pasajes, desagradable también. Informal, que se dice ahora. Sin ritmo
ni son. Toñete brindó al ganadero, Fernando Peña, con su familia en un tendido.
Cuando trató de bajarle la mano y los humos, el utrero sacó su temperamento.
Faena y novillo sin relieves pese a la oreja pedida y concedida.
De magníficas hechuras pero manso de manual fue el
segundo. Se desentendió con la capa, se repuchó en varas, arreó en banderillas,
se aquerenció pronto... Sedano tiró de chicuelinas en el saludo y en el galleo
para llevarlo al caballo. Téllez siguió por Chicuelo, muy ceñidas. Replicó
Sedano por navarras. Muleteó con asiento el de L' Alcora, encauzó la
mansedumbre con aplomo y repertorio. Se puso de rodillas en los mismos medios.
En los tiempos de la faena hubo momentos de heterodoxia y ortodoxia. Paseó una
oreja.
Sedano firmó un movido quite por lopecinas. Se
espera que El Juli, por cierto, reaparezca en esta plaza el viernes. El
banderillero Alfonso Carrasco pasó un angustioso trance con los palos. Una
paliza. Sedano brindó al ganadero y en los medios corrió bien la mano con
firmeza y seguridad. Tiene sentido de la ligazón, la muleta siempre puesta. El
novillo fue a más y la faena creció en calado, con la humedad ya calada en los
huesos. Tras el pinchazo, amarró la Puerta Grande en la tarde del debut como
novillero con caballos en Castellón.
En bravo y en manso, primero y segundo fueron
encastados. El tercero se derrumbó de buenas a primeras. Endeble, suavón, con
la energía justa, el fondo desfondado. Poco o nada pudo hacer Ángel Téllez y no
fue por actitud. Un quite por saltilleras anotamos en el papel. Las buenas
maneras también se apuntaron en un trasteo sin el mínimo repunte de emoción.
Pese a todo, cayó el trofeo.
Téllez evidenció en su saludo al sexto que maneja
las telas con gracilidad. Capote y muleta. Las formas son fundamentales en un
arte en el que cuenta la estética. Y Téllez las guarda y las tiene. Mañana la
de rejones.
RESES DE FERNANDO PEÑA | Toñete, Sedano
Vázquez y Ángel Téllez
Se lidiaron novillos de Fernando Peña, bien aunque desigualmente presentados y de juego
dispar. Encastado el 1, aplaudido en el arrastre, manso de libro el 2, muy
endeble y deslucido el 3, vulgar el 4, bueno el 5, aplaudido en el arrastre,
codicioso el 6.
Toñete, de azul marino y oro. Dos pinchazos y
estocada desprendia. Silencio. En el cuarto, estocada desprendida. Oreja.
Sedano
Vázquez, de grana y oro. Estocada
que hizo guardia y descabello. Oreja. Aviso. En el quinto, pinchazo y estocada.
Oreja. Aviso. Salió a hombros.
Ángel
Téllez, de blanco y oro. Estocada
desprendida. Oreja. En el sexto, media y cinco descabellos. Silencio.
Tarde agradable pero encapotada. Más de un
tercio de entrada.
Feria de la Magdalena. Castellón, domingo 4
de marzo de 2018. Primera de feria y de abono. Novillada con picadores.
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