domingo, 3 de septiembre de 2017

Ponce, Ferrera y Juli, a hombros en tarde de tintes triunfalistas en Mérida

Antonio Castañares

Los diestros Enrique Ponce, Antonio Ferrera y Julián López "El Juli" salieron hoy a hombros en Mérida (suroeste) tras cortar dos orejas cada uno en una tarde de tintes triunfalistas y en la que contó mucho la generosidad del público emeritense.

Ante una corrida de mucha nobleza pero no sobrada de raza, y de bravura por tanto, salvo la que exhibió el toro lidiado en segundo lugar, lo determinante fue que el público quiso ver a los tres toreros por la puerta grande. Porque la espada nunca entró al primer intento pero la gente se quedó con la entrega, las ansias de triunfo y también la maestría de la que hicieron gala los toreros.

Enrique Ponce hizo a su primero una faena a tono con las condiciones de un animal al que costaba humillar y con destellos de aspereza. Toreo a media altura, mucha suavidad en el manejo de la muleta y ligazón en las series. Mal con espada y descabello, el diestro fue ovacionado.

Al noble pero justo de fuerzas que hizo cuarto le hizo el valenciano una faena a más, con el astado también a más pues no veía más que una muleta que no llegaba nunca a tocar. Naturalidad y maestría de Ponce a partes iguales que, tras pinchazo y estocada, le permitió cortar las dos orejas.

Gran ovación la que el público tributó a Antonio Ferrera cuando tomó las banderillas ante el primero de su lote, que estaban adornadas una con los colores de España, y las otras dos con los de Extremadura. Fue ese un animal de brava condición, que tuvo fijeza aunque no andaba sobrado de fuerzas.

Faena del extremeño en la que lució su sentido del temple, con series muy ligadas en redondo, para acabar en terreno de cercanías.

El quinto se quiso rajar en cuanto Ferrera le ligó las dos primeras series. Iba y venía pero decía muy poco, por lo que acabó el torero con un arrimón.

El sobrero que saltó al ruedo en tercer lugar tuvo tanta bondad como tendencia a distraerse. El Juli le hizo una faena en la que los toques eran firmes, y así lo llevó en redondo hasta que, al final, acortó distancias.

El sexto tuvo clase hasta que duró, que no fue mucho. El torero madrileño de San Blas le daba sitio y el animal lucía un galope y una clase que parecían que se estaba ante el toro de la corrida. Pero duró poco tras unas primeras series en redondo ligadas, de trazo largo y profundo. Al final, también El Juli terminó en cercanías. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros De Santiago Domecq, desiguales de cuajo y hechuras, y justos de raza, salvo el segundo. Se movió sin clase el primero; bravo y con entrega el segundo; noble pero soso el tercero; noble aunque un punto de desigual embestida el cuarto; desrazado el quinto; con recorrido y clase el sexto hasta que duró.
Enrique Ponce, de grana y oro: pinchazo, media y cuatro descabellos (ovación); y pinchazo y estocada caída (dos orejas).
Antonio Ferrera, de azul turquesa y oro: estocada caída y descabello (dos orejas); y pinchazo, media muy baja, media caída y atravesada, y tres descabellos (ovación tras aviso).
Julián López "El Juli", de tabaco y oro: dos pinchazos, bajonazo, otro pinchazo y dos descabellos (ovación tras aviso); y pinchazo y estocada trasera (dos orejas).
En las cuadrillas destacaron en la lidia Mariano de la Viña ante el primero, José María Soler ante el tercero, y Álvaro Montes con el sexto.
La plaza registró casi dos tercios de entrada.

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