Padre
de tres hijas, reconoce que su lado femenino "está muy desarrollado".
*** "Tengo los estudios básicos... Sin embargo, mis historias vitales
ayudan a motivar a otra gente". *** Entre cásting y rodaje, todos los días
busca un rato para entrenar.
AMAYA
GARCÍA
@amayagoj
Diario EL
MUNDO de Madrid
Óscar Higares la vida siempre le sabe bien. A
punto de cumplirse los 25 años de su alternativa -el 12 de octubre, en
concreto-, anda terminando el rodaje de la serie Gigantes, de Enrique Urbizu,
donde interpreta al hombre de confianza de un narcotraficante. Hace seis años
que se quitó el traje de luces, tiempo en el que se ha reinventado unas cuantas
veces. "Y las que vendrán", bromea. "Ahora creo que he sido un
actor que interpretaba a un torero, sin dobles, eso sí. La serie duró 25 años y
se acabó".
A sus 46 años, Higares mostró su vis cómica -El
show de Flo le dio la oportunidad- casi al tiempo que dejaba los ruedos.
"Los toreros tenemos mucho sentido del ridículo", reconoce con sorna.
"La seriedad que implica la plaza la acabas trasladando a tu vida". Y
el sentido del humor no se destila mucho. De esa parte de su vida mantiene
"unos valores increíbles" y también una disciplina estricta a la hora
de afrontar cualquier desafío.
RUTINAS SALUDABLES
Si hay que ir a la isla de Supervivientes, se
lanza; si hay que darlo todo con el chachachá -también participó en ¡Mira quién
baila!-, se hace. "El reto está en hacer cosas desconocidas, ver cómo
afrontas la adversidad y cómo sales adelante". El trabajo y el esfuerzo
son sus píldoras mágicas para vivir "las muchas vidas que encierra cada
vida".
Esto y también no ver nada imposible. "De
pequeño no monté en bici y nunca ha sido una de mis aficiones favoritas".
Sin embargo, hace dos años se rompió la rodilla -"me hice una triada"-
y recién operado estaba sobre dos ruedas haciendo la Titan Desert, una de las
competiciones más duras de bicicleta de montaña. "De hecho ahora voy en
bici a todos los lados, nada de coche". La Spartan Race también le puso a
prueba y la superó. "Me gusta todo lo que me activa".
Sus colegas del mundo del toro, dice, le admiran.
"Siempre han valorado mi manera de entender la vida. Lo que me propongo,
lo hago". Desde luego, Higares tira por tierra los tópicos que rodean este
mundo. Padre de tres hijas, se enciende cuando oye comentarios del tipo: Es que
como una madre.... "No estoy para nada de acuerdo; mis hijas están conmigo
igual de bien atendidas que con su madre".
Reconoce, incluso, que "su lado femenino está
muy desarrollado. La sensibilidad de la mujer es muy aplicable para todo lo que
hago". Habla claro y sin complejos: "Me encanta ir a comprar ropa a
mis hijas, cocinar para ellas... Son cosas que a Sandra [su mujer] no le gustan
tanto y no pasa nada".
Pese a su movida carrera profesional, presume de no
haberse perdido nada en la vida de sus pequeñas. "Soy un gran padre, muy
involucrado y con una relación superespecial con ellas".
En pleno rodaje, habla emocionado de su
experiencia. "Trabajar con José Coronado es espectacular, siempre
pendiente de mí, ha sido un compañero increíble". Le gusta rodearse de
gente buena y lista de la que aprender. "Prefiero estar en la retaguardia,
pero muy atento a los detalles". De esta etapa laboral adora lo
imprevisible que es cada jornada. "Estoy descubriendo ahora todos los
registros, cada día es diferente, y eso es una pasada".
Entre cásting y rodaje, todos los días busca un
rato para entrenar. "Cuando me dedicaba al toro, trabajaba mucho el
aeróbico, la flexibilidad, tenía que estar ágil". La lesión de rodilla le
obligó también a meterse en el gimnasio. Y ahora no hay deporte que se le
resista, incluido el yoga y el ballet fit, disciplina que en EEUU es un
auténtico fenómeno y aquí está aterrizando.
De su etapa como matador de toros, echa en falta
"la emoción del público"; las noches en vela ante una cita importante
han quedado ya en el olvido: "Cuando veo una mala corrida se me va
rápidamente la nostalgia". Su nueva vida, en la que también saca tiempo
para formarse en el campo de la interpretación, le lleva ahora por importantes
escuelas de negocios dando charlas de coaching. "Yo tengo los estudios
básicos. Y ahora mis historias vitales ayudan a motivar a otras personas. El
mundo del toro te curte en muchos aspectos que te enseñan después a superar
pruebas que te pone la vida, retos, cómo enfrentarse a la muerte y a otros
miedos... Es muy gratificante poder aportar cosas a los demás", cuenta.
Higares pinta su futuro con una sonrisa. Con ganas
de vivir nuevos y grandes desafíos. "Presentándome a castings y buscándome
la vida para que mis hijas tengan una buena educación el día de mañana".
Lo dicho, la vida le sabe bien.
SUS IMPRESCINDIBLES
Alimentación:
Le gusta comer sano y se cuida mucho, aunque reconoce que le pierde un buen
cocido madrileño.
Actividad
física: Cada día dedica un rato a entrenar. se engancha a toda
actividad física que le suponga un subidón de adrenalina.
Mente:
"El mundo del toro te aporta valores increíbles y una gran fortaleza
mental. No me da miedo enfrentarme a cualquier reto".
Trabajo:
Está terminando el rodaje de la nueva serie de Enrique Urbizu, Gigantes, donde
interpreta a la mano derecha de un narcotraficante.
Carácter:
Es positivo, constante y muy familiar. "La lección más importante que me
ha dado la vida es que sólo con constancia y esfuerzo se consiguen las
cosas".
Un plan
perfecto: "Un día de playa con mi mujer y mis hijas. pero haciendo
un picnic y todo allí".
No sale
de casa sin...: "Ponerme mi crema hidratante en la cara".
Un
gadget imprescindible...: "Mi móvil. las redes me tienen un poco
enganchado al teléfono».
Un vicio:
"El dulce. en concreto las palmeras de chocolate".
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