El extremeño firma la faena de la feria ante
un importante toro de Montalvo premiado con la vuelta al ruedo; la torería de
Ponce y la entrega de Marín también fueron ponderadas.
GONZALO I.
BIENVENIDA
Salamanca
Miguel Ángel Perera firmó la mejor faena de la
feria, a falta de la corrida de este sábado. Entendió de principio a fin al
buen toro de Montalvo que fue premiado con la vuelta al ruedo. Cortador se lidió en quinto lugar y fue
tan serio en sus hechuras como en sus embestidas. Todo lo que se le hizo tuvo
importancia. El brindis al respetable anunció la llegada de la gran obra. Tres
series en redondo y con la muleta por abajo levantaron a los brindados de sus
asientos. Una respuesta unánime al poder inmaculado de Perera. Cuando tomó las
dos orejas las besó apretándolas, quizá recordando lo vivido en esta plaza.
En un rincón del hall del hotel Horus se exponen
las mejores fotografías taurinas de las últimas ferias. El cornalón de Miguel
Ángel Perera en 2015 está retratado en el momento exacto: el pitón hundido
hasta la cepa en el vientre del extremeño. El toro, apoyado en las patas
traseras, eleva con toda su fuerza por encima de la barrera a Perera. Brutal.
Desgarradora instantánea. Los toreros no pueden tener memoria para seguir
toreando, pero los que les admiramos debemos recordar la historia de superación
que cada uno de ellos ha protagonizado. Les convierte en héroes.
El segundo de Montalvo fue complicado. Resevón,
incierto, con peligro. Perera lo intentó sin encontrar eco en los tendidos. La
cuadrilla de MAP saludó en sus dos turnos. Cumbre Curro Javier, espectacular
Ambel y siempre atinado Barbero.
La seria corrida de Montalvo traía un toro con
posibilidades en cada lote. En la bolita de Enrique Ponce cayó en cuarto lugar,
porque el primero había sido pegajoso y deslucido. En su segundo turno, el
maestro de Chiva desplegó el capote con toda la confianza depositada en sus
vuelos. Meció con gusto verónicas templadas que remató con una media muy
sentida. Después, en los medios dejó una larga cordobesa, a modo de preludio de
torería. En el inició embarcó, y pronto se puso a torear entre las dos rayas.
Cuidando mucho la colocación, lo llevó en línea recta en los primeros muletazos
de cada tanda para en seguida llevárselos más allá de la cintura en los
sucesivos: los últimos muletazos de cada serie fueron de oro. La figura
erguida, la embestida embebida, el apoyo en la cadera contraria. Compás. La
enésima lección. El toro terminó con la cara alta. Una faena excelente a un
toro de una oreja. La sorprendente petición llevó al palco a conceder el doble
trofeo.
Ginés Marín cortó una oreja al tercero tras una
faena basada en la mano izquierda. El extremeño templó al noble montalvo en una
medida faena. El sexto resultó bronco. A la altura del embroque soltaba
derrotes cazando moscas. Ginés no se amilanó y logró cortar otra oreja a base
de jugársela. Tarde de máxima entrega de Ginés Marín que no rebaja su
compromiso al lado de las figuras.
MONTALVO
| Ponce, Perera y Roca Rey
Plaza
de La Glorieta. Viernes, 15 de septiembre de 2017. Cuarta de feria. Menos de
tres cuartos de entrada.
Toros
de Montalvo, muy serios en su
conjunto y de juego dispar; falto de recorrido el 1º; reservón y con peligro el
2º; noble el 3º; manejable el 4º; con buena condición el 5º y bronco el 6º.
Enrique Ponce, de catafalco y oro. Pinchazo, pinchazo hondo y dos descabellos
(silencio). En el cuarto, estocada trasera y un descabello. Dos avisos (dos
orejas).
Miguel Ángel Perera, de azul y oro. Media estocada en todo lo
alto (silencio). En el quinto, estocada traserísima (dos orejas).
Ginés Marín, de azul celeste y oro. Estocada (oreja). En el sexto, estocada (oreja).
Ginés Marín, de azul celeste y oro. Estocada (oreja). En el sexto, estocada (oreja).
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