domingo, 17 de septiembre de 2017

LA PÁGINA DE MANOLO MOLÉS - La ausencia de Dámaso

Lo que sí es verdad es que hay más toreros interesantes que nunca. Y no sólo en las alturas, con las figuras y los carteles fuertes que deben existir y ser un acicate para los que todavía están subiendo la escalera. También es verdad que no a todos les cuesta lo mismo. Hay algunos con méritos más que sobrados para que les sienten más a menudo en el banquete del lujo y del dinero y sin embargo siguen peleando día a día de momento para sobrevivir. Qué justo lo de Ferrera. Se vio y se cantó. Y ahí está en el lugar que le corresponde.

Fantástico. Pero hay toreros de gran pureza, como es el caso de Paco Ureña, que no hay manera de que entre con normalidad en el cartel de lujo donde están, mérito han hecho, los Ponce, Morante, Manzanares, Juli, Talavante, etc. Y lo bueno sería barajar. Y ver a ese Ureña, y otros Ureñas, con la de Adolfo, vale, pero también con la de Cuvillo y demás delicatessen toristas junto a las figuras. Pero hay ejemplos positivos que te abren a la esperanza. Como el del desconcertante Román. Un chaval estupendo, un novillero que andaba entre lo verde y detalles ilusionantes, y que lleva una temporada de quitarse el sombrero. Mata la del tío picardías, la que no quiere nadie, la de Miura y lo que haga falta y su enorme valor y mérito sí le han abierto puertas de carteles palaciegos. Ese es el buen camino. Ahí ha estado en Valladolid alternando con Juli y Roca Rey. Eso está muy bien y es lo que nos gusta a todos.

PALENCIA, SU PLAZA Y AFICIÓN, HAN VUELTO A LA NORMALIDAD HISTÓRICA

Cómo gusta que dos gallos galos se disputen el liderazgo en la envidiable Francia torista. Qué madurez profesional (la cantó Chenel hace años) la de Juan Bautista; y qué raza de figura (el tiempo no le hace mella) la de Sebastián Castella. Es algo muy positivo para la temporada francesa cada vez más rica en atractivos y en el respeto al toro y los tercios de la lidia. Y además de ello la imaginación de los gerentes para encontrar novedades atractivas en cada tarde de toros.

Francia cumple también otro papel necesario. La atención a toreros que en España apenas se visten de luces y que Francia abriga, respeta y coloca en sus ferias. El caso de Lamelas, y de una docena más, que aquí ni los vemos y que allí les dan calor y paseíllos. Fíjate qué curiosa la cabeza de la clasificación de novilleros que podías ver la última semana aquí en Aplausos. Los seis primeros son: Colombo, de la Venezuela maltratada. Lo llevan los apoderados de Ponce y es, sin duda, la sensación del año con alternativa en Zaragoza (el padrino no puede ser otro que Ponce, el matador que va a romper todos los récords de la historia del toreo). El primero, venezolano; el segundo Younes, francés; el tercero Toñete, español; el cuarto Palacios, español; el quinto Leo Valadez, mexicano; y el sexto Adrien Salenc, francés. La Fiesta y el futuro, y eso es bueno, se universaliza.

Los políticos palentinos han vuelto a hacer las cosas bien después de tantos disparates y su inacabable “serolada”. Por cierto, ¿dónde está Serolo jr.? En cantidad de plazas por donde pasó siguen preguntando por él. Con motivos muy variados. Esa plaza y esa afición ha vuelto a la normalidad histórica. Tres buenas entradas y un lleno (en estos tiempos merece ser destacado). Como también lo es lo de Pablo Hermoso de Mendoza, ¿cuántos años en la cumbre, cuántas tardes de gloria? Pues con Galán y Lea Vicens casi llenó en los Campos Góticos. Qué pena que no podamos ver un Madrid-Barcelona (una final de Champions ecuestre entre Pablo y Diego).

ALBACETE ES DE LAS POCAS FERIAS QUE NO SE HA ARRUGADO

A las alturas de cuando tú tengas Aplausos en la mano ya estaremos metidos en faena y disfrute de una de las mejor equilibradas ferias de la temporada. Plaza de segunda, con un toro que se acerca a primera, con una afición que no pierde su fidelidad, con una empresa que respeta al público; y con diez tardes de toros. De las pocas ferias que no se ha arrugado. En cambio, sí me duele Murcia, donde Bernal, buen tío, no sé por qué se le ha quedado tan escasita la feria. Con lo que era. Es verdad que también era la feria del medio toro y de la súper merienda. Y ahora la gente come menos y quiere un poquito más de emoción. De todos modos Albacete marca el camino. Y yo llegué a tiempo. Sólo Calamardo, que es una computadora, sabe cuántos quinquenios llevo sin fallar en la capital manchega. Y al inicio éramos cuatro mal contados los que veníamos de fuera. Buenos carteles. Y al fondo los Lozano, familia taurina que se sabe este oficio de la A a la Z.

Sólo echo en falta a Filiberto. Es verdad que perdió algo el tren pero era tan ilusionante como ese grupo de colegas, como Ginés Marín, Álvaro Lorenzo, José Garrido, etc. Ojalá que vuelva a coger el tren porque tiene algo especial. Y qué justo Pinar, dos tardes y casi todas las figuras y dos por repescar, Andrés Palacios y Miguel Tendero. Pero la feria tendrá un vacío y una presencia eterna en esa barrera en la que siempre vimos y saludamos a Dámaso González. Y nada será igual. Estaremos todos pero ya no habrá brindis al maestro en la barrera, ahora será en los medios y mirando al cielo. No sé si volveremos a encontrar un hombre tan grande y a la vez tan sencillo. Nunca se le subió la gloria. Pisaba la tierra. / Redacción APLAUSOS

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