El
mexicano corta una oreja y da dos vueltas al ruedo tras dos faenas importantes
de distinto calado; su hermano mayor y Alejandro Marcos cortan una oreja cada
uno a una corrida de El Puerto que le faltó transmisión.
GONZALO I.
BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Salamanca
La corrida charra parecía que no iba a terminar
nunca. Con media entrada cubierta se lidiaron ocho toros de El Puerto de San
Lorenzo y un sobrero de la Ventana del Puerto (el quinto) que fueron variados
en su comportamiento pero ninguno bravo de verdad.
La desangelada tarde rompió el buen ambiente de
feria que habían reunido las anteriores. Este año ha ido más gente a la plaza
que en los anteriores atendiendo al reclamo de las figuras pero la plaza sigue
siendo de las más caras de España.
El frío y la falta de contenido provocaron que
según se iban sucediendo las lidias, la plaza se fuera vaciando. El momento de
mayor conexión entre los tendidos de La Glorieta y lo sucedido en el ruedo
llegó en el séptimo. Luis David Adame cortó una oreja y dio dos vueltas al
ruedo tras una fortísima petición de la segunda. El mexicano lo había dado todo
con un codicioso toro de El Puerto de San Lorenzo. Le faltó fondo al toro para
aguantar toda la faena con la misma intensidad. Por eso, la labor del mexicano
tuvo dos partes bien diferenciadas: una en la que trató de llevar largas las
embestidas y una segunda de recursos. En la primera hubo naturales de máxima entrega
mientras en la otra hubo circulares de mucha respuesta popular. La contundente
estocada disparó la petición, que el presidente no atendió con la generosidad
de las jornadas anteriores.
En su primer turno el mexicano aprovechó con
agudeza las buenas embestidas que le regaló el tercero pero en aquella ocasión
no estuvo atinado con el acero.
Joselito Adame cortó una oreja al segundo toro de
la tarde. El hidrocálido entendió al manejable toro en una faena templada
basada en su buen oficio y en su renovado estilo. Las alturas, el toque y,
sobre todo, el temple fueron las claves. La buena estocada también pesó. Sin
embargo, no se entendió con el brutote sexto y se le atascaron los aceros.
Detalles de toreo caro dejó Alejandro Marcos en
sus dos turnos. El que hizo cuarto fue áspero. Pese a la condición del toro, el
salmantino rayó a un gran nivel. Supo colocarse y tragar para dejar tandas de
mucha expresión. Fue prendido al entrar a matar.
El que cerró la tarde se movió mucho y sin
demasiada entrega. Hubo momentos de acoplamiento pero también cierto desorden.
Marcos lo había cuajado ya a la verónica y con la franela dejó perlas
imborrables. Oreja.
Javier Castaño tuvo que ser trasladado a la
clínica tras estoquear a su segundo toro porque se le abrió la herida de la
cornada del cuello que recibió hace una semana. Inhumano el esfuerzo. Con los
dos manejables toros -discontinúo el quinto- estuvo por encima.
PUERTO DE SAN LORENZO | Castaño,
Joselito Adame, Luis David Adame y Alejandro Marcos
Plaza de La Glorieta. Sábado, 16 de
septiembre de 2017. Quinta de feria. Media entrada.
Toros de El Puerto de San Lorenzo, granes y serios; noble el 1º; manejable
el 2º; enclasado el 3º lo que duró; violento el 4º; irregular el 5º; brutote el
6º, codicioso pero sin fondo el 7º y sin entrega el 8º.
Javier
Castaño, de teja y oro. Estocada
trasera (saludos). En el quinto, tres pinchazos, media estocada y dos
descabellos. Aviso (palmas).
Joselito
Adame, de nazareno y oro.
Estocada (oreja). En el sexto, pinchazo, media estocada y varios descabellos.
Aviso (pitos).
Luis
David Adame, de grana y oro. Tres
pinchazos y media estocada (vuelta al ruedo). En el séptimo, (oreja y dos
vueltas al ruedo tras fuerte petición de la segunda).
Alejandro
Marcos, de celeste y oro.
Pinchazo, pinchazo hondo y varios descabellos. Dos avisos (saludos). En el
octavo, pinchazo y estocada (oreja).
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