El
mexicano cuaja lo mejor de la tarde con el primero de un encierrro áspero y sin
clase, que no dio posibilidades de triunfo.
Juan del Álamo |
ÍÑIGO
CRESPO
Logroño
Una corrida sin clase y áspera de Zalduendo tiró
por la borda las posibilidades de brillantez del cuarto capítulo de la feria
logroñesa. Corrida fea de hechuras y de pobre juego. La terna anduvo por encima
de la corrida. La única ovación de la tarde la saludó Joselito Adame, que cuajó
dos faenas con poso e hilo argumental.
El trato que le aplicó Joselito Adame al incomodo
y deslucido primero fue tan impecable y meritorio como templado. Labor de
administración, de pulseo, de mente despierta y actitud. Más torero que toro.
La estocada final fue contundente. Se pidió con fuerza la oreja, que el
presidente no quiso conceder. Saludó una ovación.
Frente al cuarto, Joselito Adame firmó una faena
de bello y creativo acento delante de un toro que se movió sin celo y
descompuesto. Sin clase el animal y con clase el mexicano, que ligó muletazos
de muy buena factura. Sin prisas, sosegado, logrando marcar pautas y
sosteniendo al toro en los medios. Gustó el estilo, el concepto y la apostura
de Adame. Se fue abajo la espada y se silenció su labor.
No tuvo opciones Juan del Álamo frente a un
segundo de Zalduendo deslucido y sin clase. Ni para arrimarse sirvió el
ejemplar. Serio y valiente el salmantino, que mató al toro de un espadazo.
Tampoco las tuvo con el sobrero que hizo quinto, un animal alto de agujas y
áspero, que tuvo mucho genio y se rebrincaba en los embroques. El de Ciudad
Rodrigo anduvo dispuesto y mandón, pero las posibilidades de levantar un
ambiente tan espeso y distante fueron nulas. Muy pulcro Juan Del Alamo. Con la
espada estuvo desafortunado.
Mucho tiempo estuvo Ginés Marín frente a un
tercero de pobre e irregular embestida al que templó con suavidad e instrumentó
muletazos sueltos de buena factura. Buen manejo del extremeño, que no anduvo
fino con los aceros. El sexto tampoco abrió la puerta a nada más que a la
disposición de un Gines Marín todo corazón.
ZALDUENDO | Adame, Juan del Álamo y
Ginés Marín
Toros de Zalduendo, el 5º lidiado como sobrero; desiguales de presentación,
deslucidos, sin clase y descastados.
Joselito
Adame, de verde botella y oro.
Gran estocada (ovación tras petición). En el cuarto, estocada en el rincón
(silencio).
Juan
del Álamo, de pizarra y oro.
Estocada (silencio). En el quinto, pinchazo y estocada caída (silencio).
Ginés
Marín, de corinto y oro. Estocada
caída y dos descabellos. Aviso (silencio). En el sexto, dos pinchazos y
estocada. Aviso (silencio).
Plaza de toros de La Ribera. Viernes, 22 de
septiembre de 2017. Quinta de feria. Media entrada.
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