Tres
orejas para el venezolano, que se convierte en el principal favorito para
llevarse el 'Alfarero de Oro'.
LUCAS PÉREZ
Villaseca
de la Sagra
Diario EL
MUNDO de Madrid
La lidia total que Colombo está mostrando allá por
donde pasa en este 2017 llegó a Villaseca de la Sagra con toda su fuerza y
frescura. Recibió a su primero con un mixto-variado de verónicas y chicuelinas,
no perdonó su turno de quites y la suerte de banderillas tuvo contundencia. No
fue fácil en la muleta el Ventorrillo, que soltó la cara, que se metió por
dentro y que embistió de forma irregular. Hasta un susto se llevó. Pronto
corrigió los defectos Colombo, muy seguro, muy capaz, que aprovechó lo que sí
fue una virtud en el novillo: la movilidad y la transmisión. Se volcó sobre el
morrillo y paseó la primera oreja.
Por los mismos parámetros de la variedad y a la
superioridad se desarrollaron los primeros tercios frente al cuarto. Destacó
con este un ajustadísimo par al violín. A la muleta llegó el novillo con
nobleza pero sin codicia. Tiró de recursos el venezolano que pulseó hasta
alargar la embestida de su oponente, que sólo vio muleta. Sensacional la
dimensión de Colombo, que prolongó su obra para hacerse dueño y señor antes de
dejar una estocada en todo lo alto, soberbia. El presidente no tuvo más remedio
que concederle las dos orejas. Puerta grande legítima en Villaseca, con todo lo
que eso significa.
Con suavidad lanceó de salida Diego Carretero a
Alerta, que hizo segundo. Esa despaciosidad se mantuvo después en la faena de
muleta: muñeca de seda para aprovechar las amelocotonadas embestidas del
ventorrillo. Una serie sensacional al natural, siempre con temple, antes de que
el novillo le ganase la partida hacia las tablas. Pinchó antes de la estocada y
la petición fue inútil ante la ley 'antinovilleros' que suele regir en este
palco.
El novillo más feo del Alfarero se llevó una
ovación de órdago de salida. Tenía dos señores pitones el manso sin cuello de
El Ventorrillo y su comportamiento fue como indicaban sus hechuras. Ni un pase
tuvo. Y Diego Carretero bastante hizo con matarlo y aguantar alguna guasa del
tendido más valiente.
Ya de salida se vio que el tercero iba a dar pocas
opciones. Frenado y manseando, para colmo se paró en el último tercio.
Imposible el lucimiento.
No quería irse de vacío el francés, que brindó al
público el sexto, parado, pero que una vez que arrancaba tomaba la muleta con
cierta claridad y transmisión. Tesonero Younes, logró tandas de mérito en
redondo antes de los circulares finales en la cercanías. Se amorcilló el
novillo tras la estocada y todo quedó en una ovación de despedida.
EL VENTORRILLO | Colombo, Carretero y
Andy Younes
Novillos de El Ventorrillo, bien presentados y de juego desigual; incomodo en
su movilidad el 1º; bueno el 2º; mansos y deslucidos el 3º y el 5; sin celo el
noble 4º; manejable aunque tardo el 6º.
Jesús
Enrique Colombo, de sangre de
toro y oro. Estocada (oreja). En el cuarto, gran estocada (dos orejas). Salió a
hombros.
Diego
Carretero, de grana y oro.
Pinchazo y estocada desprendida (vuelta tras petición). En el quinto, pinchazo
y estocada baja (silencio).
Andy
Younes, de nazareno y oro.
Pinchazo y bajonazo (silencio). En el sexto, estocada desprendida. Dos avisos
(ovación de despedida).
Plaza de toros de Villaseca de la Sagra.
Jueves, 7 de septiembre de 2017. Tercera de feria. Más de media entrada.
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