El ejemplar de Domingo Hernández
«se recupera bien» en el campo charro.
ROSARIO PÉREZ
ABC de Madrid
«Pasmoso» es su nombre, el bautismo del toro más famoso de
lo que va de temporada tras ser indultado por Alberto López Simón en la Feria
de Fallas. Herrado con el número 111, colorado ojo de perdiz, de 532 kilos y
nacido en diciembre de 2012, el ejemplar de Domingo Hernández se recupera ya en
la libertad del campo, entre los mimos y cuidados de su criador y el mayoral.
«Se encuentra muy bien. Llegó el lunes desde Valencia a Salamanca, le han hecho
las primeras curas de los puyazos, la divisa... Evoluciona bien. Soy optimista
en que se recupere». Son palabras del ganadero Justo Hernández, feliz por este
triunfo de su divisa, aunque con la mirada puesta ya en futuros compromisos...
«El toro es el único animal que
muere con la posibilidad de matar a un hombre y el único que puede ganarse la
vida»
Justo Hernández
Aficionados y profesionales se han interesado por el estado
de «Pasmoso», que «ya bebe y come heno». ¿Su futuro? «Semental de la ganadería.
En octubre se le echará un lote de vacas, unas cuarenta», explica Hernández.
Hijo de la vaca «Pasmosa» y del toro «Ganador», que murió
«joven» hace dos años, «"Pasmoso" es el primero que vemos, el padre
nos gustaba y la vaca es bastante buena, aunque este podía salir al revés,
nunca se sabe...»
El ganadero prefiere no ahondar en las cualidades del
animal: «No me gusta hablar de las virtudes de los toros, pero este era un toro
especial, espectacular... Lo que sí fue evidente es que hizo que el público se
emocionara, y emoción, que es lo más difícil de encontrar, es lo que buscamos
los ganaderos. La plaza era un manicomio». En esa locura desatada en los
tendidos, «el gran mérito fue de López Simón, al que estoy muy agradecido, pues
estuvo fenomenal y aplicó todas las técnicas precisas».
Sabedor de que el indulto generó división de opiniones,
señala: «Soy consciente de que hay gente a favor y gente en contra. Respeto
todas las opiniones. Nuestro objetivo es mejorar día a día».
En busca de la emoción
Prudente, opta por no meterse mar adentro con el toro de la
vuelta al ruedo -fuera de lugar para la inmensa mayoría-: «Yo no soy
responsable de la vuelta al ruedo, no tengo más intención que criar un toro que
propicie el triunfo del torero y la emoción en el público». Sí elogia a El
Juli, «que demostró por qué es una de las grandes figuras de la historia, pues
hizo que embistiera por todos lados».
«"Pasmoso" fue un toro
especial. Hizo que el público se emocionara. La plaza era un manicomio»
Justo Hernández
En su finca salmantina, Justo Hernández continúa velando por
sus toros de Domingo Hernández y Garcigrande. Veinte corridas desfilarán por
los ruedos de Sevilla, Madrid, Bilbao, Nimes y Arles, entre otras plazas. De
momento, este indulto [su ganadería lleva más de quince] le da «cierta
tranquilidad de que las cosas vayan saliendo, aunque como bien es sabido esto
es muy difícil».
El ganadero recuerda que «el toro es el único animal que
muere con la posibilidad de matar a un hombre, que el hombre se juegue la vida
ante un animal es un privilegio que solo se le concede al toro, al igual que el
ganarse su vida en el ruedo». Como este «Pasmoso» que, más allá de las
controversias, disfruta ya de la libertad de la dehesa y, el próximo otoño, de
un harén de vacas.
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