miércoles, 8 de marzo de 2017

FERIA DE OLIVENZA – SEGUNDA CORRIDA: Perera y Ginés se imponen con autoridad

José Garrido corta una meritísima oreja a un áspero manso de Zalduendo, el más complicado de una corrida con demasiadas notas mansas.
José Garrido
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Olivenza (Badajoz)

Una cortina constante de lluvia acompañó a los tres matadores extremeños por la mañana en el paseíllo: Miguel Ángel Perera, José Garrido y Ginés Marín. El calabobos dejó algunos huecos como lagunas en una entrada sorprendente para la hora y el tiempo.

Si el agua, como la música, amansara a las fieras, sería la culpable directa de la condición mansita del zalduendo primero. Suelto en los capotes y suelto en el caballo no tardó mucho en soltarse en la muleta. Y eso que Perera trató de potenciar su escaso y noble celo con temple y la tela siempre puesta. En los doblones y en las tres series que duró sin terminar de humillar antes querer las tablas. La espada se hundió extrañamente.

Menores aún fueron la cuerda y el fondo del gordo segundo. Apenas le dio opción a Garrido después de los barrocos ayudados por alto. Se rajó a plomo y JG quiso alargar demasiado frente a las nulas opciones.

Ginés Marín brindó, como Garrido, al futbolista bético Joaquín, tan taurino. Su inteligente hacer valió más que un toro de escasa fuerza y tímido fondo: Ginés le afianzó por la izquierda. Con los vuelos y suavidad. La delicadeza contrastó con el eléctrico principio de la arrucina de rodillas. El zalduendo acudía por fuera y por el palillo pero seguía la muleta a su modo. GM olvidó ya las pausas y los tempos necesarios y atacó y exigió más con la mano derecha. Como para que explotase la faena definitivamente. Como sucedió. Las manoletinas y una gran estocada le pusieron la oreja en el esportón.

Perera pudo ser Perera con un cuarto que apenas sangró en el caballo. La eclosión prologal de la faena por pases cambiados y el emotivo enredo consiguiente y la explosión última en los terrenos de fuego y las trenzas de escalofrío constituyeron los dos pilares sobre los que MAP construyó su firme edificio. Entre uno y otro punto fueron muchos los ajustes técnicos para con la prontitud repetidora del zalduendo mezclada con sus titubeantes apoyos delanteros y las no pocas veces que enterró los pitones en la arena. Ahora un volapié con rectitud de vela redondeó todo hasta las dos orejas.

De fibra, raza y cabeza tiró José Garrido con el áspero y gazapón quinto de mansedumbre peleona. Los doblones de poderío en la obertura fueron clave para emprender un duro camino. Un mérito bárbaro desprendió la derecha aguerrida. Por la mano contraria el zalduendo le andaba todavía más y se las gastaba peor. El toro podido y vencido pidió árnica y se puso huidizo y complicado para matar. Garrido aprovechó una arrancada/oleada al hilo de las tablas para cazar la estocada, que por su trayectoria tendida necesitó del refrendo del descabello. La oreja tuvo una importancia verdadera; la petición siguió sin resultado.

Las saltilleras a viaje cambiado del quite de Ginés Marín al sexto colocaron el ¡ay! en la boca de los tendidos. Ginés volvió a estar por encima de una embestida que acababa los muletazos con la cara alta. El desentendimiento del zalduendo fue a más. De nuevo la cabeza despejada, la puesta en escena y la contundencia estoqueadora de Marín puntuaron al alza. Hasta auparlo en hombros con Perera con el trofeo que significaba la llave de la puerta grande.

ZALDUENDO | MIGUEL A. PERERA, JOSÉ GARRIDO Y GINÉS MARÍN
Toros de Zalduendo, bien presentada y de juego muy desigual con demasiadas notas mansas; destacó el 4º con sus matices.
Miguel Ángel Perera, de azul pavo y oro. Media estocada muy trasera y contraria y cuatro descabellos (saludos). En el cuarto, estocada (dos orejas).
José Garrido, de negro y oro. Pinchazo, estocada atravesada y tres descabellos (silencio). En el quinto, estocada tendida y descabello. Aviso (oreja).
Ginés Marín, de blanco y oro. Gran estocada (oreja). En el sexto, estocada (oreja). Salió a hombros con Perera.
Plaza de toros de Olivenza. Domingo, 5 de marzo de 2017. Matinal. Cuarta de feria. Casi lleno.

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