jueves, 16 de marzo de 2017

Enrique Ponce: «En la plaza hay que andar en torero y no parecer un defensa central»

El maestro de Chiva cuelga el «No hay billetes» en Sevilla en el estreno del ciclo El Toreo Contado.
 
Diario ABC de Madrid

La primera cita de «El toreo contado», actividad organizada por la Empresa Pagés, tuvo como protagonista a Enrique Ponce, que logró colgar el cartel de «no hay billetes» en una noche en la que se habló sobre la técnica del toreo a partir de la proyección en vídeo de la faena al toro de Juan Pedro Domecq en la pasada Feria de Abril. Al acto, conducido por el periodista José Enrique Moreno, acudieron personalidades del mundo del toro, como el maestro Espartaco y grandes aficionados de la ciudad.

La sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol fue testigo de una auténtica lección magistral de Ponce, que comenzó valorando este tipo de actos: «Es importante contar en muchas ocasiones el toreo y que sirva de una manera didáctica. Ahora mucho más, son momentos en que es bueno hablar de toros para fomentar», aunque reconoció que «es difícil explicar el toreo, porque explicar los sentimientos no es fácil».

Antes de ver los primeros compases de la faena, que fue proyectada en vídeo y a su vez fue comentando Ponce, hizo memoria: «Recuerdo todo lo que viví, el ambiente, lo que sentí. Fue el primer toro y eso influye en el ambiente, pero rápidamente sentí cómo la afición iba enganchando con mi toreo». En aquella tarde estuvo también presente el Rey Don Juan Carlos, del que dijo, «desde siempre es aficionado y tanto su madre como él han dado la cara por los toros».

¡Qué torería!

El torero de Chiva habló sobre su concepto del toreo: «Hay que ser natural, es como siento el toreo. Es donde está el arte, sin forzamientos. Es muy importante que el torero se sienta torero en todo momento, me gusta que haya torería en todo lo que se hace en la plaza». En ese momento Ponce recordó a su abuelo: «Me decía desde chico que para serlo hay que parecerlo. No me gusta que cuando un torero anda por la plaza parezca un defensa central, hay que andar en torero y sentirse torero». Y habló de la importancia de ver imágenes de toreros antiguos: «¡Que torería! Ahí es donde hay que beber. A mí es algo que me sale natural porque lo he mamado».

También habló de Sevilla, de la que dijo que durante un tiempo le había pesado: «Es una plaza en la que no he tenido suerte y no rompían las cosas como yo quería. Cortaba alguna oreja pero no triunfaba, quería triunfar y no tenía suerte. Me ha pesado mucho y ahora vengo con otra mentalidad, vengo a disfrutar». «Aunque no triunfaba me sentía querido. Hice la gran faena al toro de Zalduendo, que se habló que podía haber sido de rabo, pero mi gran faena en Sevilla está aun por llegar», añadió el torero valenciano.

El alma

Enrique Ponce analizó el gran momento en el que se encuentra actualmente: «Lo que siento es lo que soy. Soy torero y estoy convencido que he nacido para ser torero y aquí estaré mientras me encuentre bien». Para ello Ponce asegura que entrena mucho «de cabeza» para perseguir lo que quiere conseguir: «No paro, me preocupo mucho por mejorar. El toreo tiene mucho de espiritualidad porque se torea con todo, también con el alma. Es difícil tener todo eso con 20 o 30 años, la madurez y el poso lo adquieres con el tiempo, por eso vemos a toreros retirados torear mejor que cuando estaban en activo».

Tras 28 años de alternativa el torero valenciano admitía: «Esto es un milagro, he toreado 2.300 corridas y ahora estoy mejor que nunca».

Para terminar el acto, el diestro habló de un proyecto que tiene en mente, «Crisol», una mezcla de las artes dentro de una corrida de toros: «Será una corrida de toros normal, pero en la que esté presente la pintura en las tablas y la ópera en lugar del pasodoble. Es una forma de expresar que el toreo forma parte de las bellas artes».

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