JORGE ARTURO DÍAZ
REYES
@jadr45
El domingo, tras un lustro de censura, reabrirá sus puertas
al rito para el cual nació. Allí, sumergida entre follaje, avenidas y altos
edificios parece compartir con su vecina, la tetracentenaria iglesia de San
Diego, secretos de una Bogotá que fue y nunca más será.
Dos templos, cada uno con su historia, y cada feligrés con
la suya en ellos. La mía con el de arriba, el taurino, comenzó en 1952. Siempre
lo recuerdo. Vinimos de lejos con mi padre a ver la corrida. Era el debut de
Antonio Ordóñez, por cierto. Desde entonces hemos envejecido juntos. Ruedo
referencial de mi afición.
Aunque muchos acontecimientos que albergó no los
presenciara, como por ejemplo: Su inauguración en el 31. Diez años después, la
primera alternativa de Luis Miguel Dominguín a sus catorce, con Ortega y
mondoñedos. El paso triunfal de “Manolete”. El discurso de Hernán Ibarra, amigo
de mi casa, lanzando la candidatura del asesinado Jorge Eliecer Gaitán
inevitable presidente de Colombia. El brindis de “Joselillo” a la hija del
dictador que provocó la rechifla, y ocho días después, cuando se repitió, la
masiva retaliación, casi tapada por la histórica corrida simultánea del debut
de Achury Viejo, con César Girón, Dámaso Gómez y Chicuelo II. Los legendarios
mexicanos de los cuarenta... Tantas cosas.
Pero sí vi a Ordóñez y Dominguín en hombros hasta el Hotel
Continental. Toda la época dorada de los sesenta. La monumental faena y la
estocada por cornada y orejas de “El Viti” a “Divorciado”, Mondoñedo también.
El encumbramiento de figuras nacionales… “Joselillo”, Pepe Cáceres, El Puno,
“El Cali”… La cornada en el cuello a “El Cordobés”, y el espontáneo de
gabardina (¿”El Bizco”?) cubriéndolo con su cuerpo. El ataúd de Pepe dando la
vuelta al ruedo. El surgimiento, gloria y retiro de César Rincón. Su duelo con
ese rocha. La encerrona de su regreso apoteósico en el 91, cuando mi cuñado
José Noé quien presidía, le negó el indulto al quinto, “Paquero” de Ernesto
Gonzáles Caicedo, desatando una bronca feroz con activa participación de la
familia. García Márquez en barrera, pañuelo en alto. La última ovación a
Fermín. El secuestro de la plaza y su museo. La lucha por el rescate. Negret.
La huelga de novilleros. Tantas y tantas cosas a las cuales ahora se agregará
esta… la vuelta del exilio...
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