'Antes caerá el alcalde Petro que
La Santamaría'. Con esta frase concluía hace cuatro inviernos Felipe Negret una
entrevista a su paso por Madrid. Se acababa de consumar el veto a las corridas
de toros en la ciudad colombiana. Pese a todo, el director de la Corporación
Taurina de Bogotá era optimista. Se creció ante la adversidad. Y comenzó la
pelea. La justa rebeldía. La huelga de hambre de los 'héroes' de La Santamaría.
Las reuniones en los despachos. El esfuerzo a la sombra. El próximo 22 de enero
llegará la merecida recompensa: la Feria de la Libertad. Una victoria que
'demuestra que tener firmeza y creer en unas convicciones sigue valiendo la
pena'. Idénticos protagonistas. Mismo entrevistado, mismo periodista. Sólo ha
cambiado una cosa, el triunfo de la libertad. Y eso, en estos tiempos de
persecución neroniana y trinchera taurina, sabe a tanto...
ISMAEL DEL PRADO PERDIGUERO
MUNDOTORO.COM
- La espera ha sido
larga, casi eterna. ¿Se percibe ya la expectación en Bogotá?
'Hay mucho ambiente por parte de la afición. Se percibe el
interés. En la ciudad se habla ya de toros, de los carteles, y más a corto
plazo, sobre todo, de esa corrida de la reapertura que tanto ansíamos. El ritmo
de abonos es bueno y la venta para ese primer festejo anda al 65 por ciento a
más de diez días, así que estamos convencidos de que La Santamaría lucirá un
llenazo en su reapertura. En estos catorce años que llevamos al frente, es el
primero que sacamos la venta de todas las entradas de golpe, no semana a semana,
y la acogida ha sido muy buena'.
- La afición, por
tanto, ha recogido el guante.
'Es su momento. La gente que tuvo que dar el paso adelante,
lo dio. Cuando los de arriba tuvieron que dar el paso lo dieron. Cuando los toreros tuvieron que llegar hasta la huelga de
hambre, también lo hicieron. Como el resto de profesionales que se echaron a la
calle. Ahora, es el turno de la afición, les hemos recuperado su plaza, su
Fiesta, y deben dar el paso. Tienen que responder a la ciudad y La Santamaría
llenando los tendidos cada tarde'.
- El cartel, además,
tiene todos los alicientes...
'Por supuesto. Se ha cuidado mucho la elección. Con mimo en
todos los detalles. Y estarán los que han querido estar. En este cartel, y en
el resto de la feria. La efervescencia de Roca Rey interesa muchísimo en todo
el país y, con su confirmación, tendrá el honor de lidiar el primer toro del
regreso. Luis Bolívar se ha tomado muy en serio esta reapertura y ha triunfado
en Cali, Manizales y Cartagena de Indias. Y de El Juli... ¿qué decir? Llega en
esplendor, viene de corroborar su dimensión por enésima vez en Manizales. Otra
catedral más.
- El caso de Julián,
de hecho, es especial.
'Se ha volcado desde el primer momento. Estuvo ya en nuestro
debut en el 2000 y, desde entonces, su implicación ha sido máxima. Ha ejercido
como figura tanto dentro como fuera del ruedo. Como debe ser dada su condición.
Es un aliado ya no sólo de la Corporación Taurina de Bogotá sino de Colombia.
Porque, ante todo, es un torero de Colombia'.
- Un ejemplo que
otros no siguieron.
'Nos quedamos muy extrañados con la decisión de otros
toreros. Nos sorprendió bastante, después del esfuerzo que la mayoría sí
hicieron viniendo aquí y reuniéndose incluso con las autoridades... Cuando
llegó el momento, luego no han dado el paso al frente. Pero, yo les diría una
cosa a todos: que no piensen que decepcionaron a la empresa o a la Corporación
Taurina, decepcionaron a Bogotá y a toda la afición colombiana. Parece que no
se han percatado de que el peligro no ha cesado.
- ¿Temen un
contrataque antitaurino?
'Ya han desplegado su arsenal. Ahora mismo hay tres
proyectos de ley en marcha, dos en el Senado y otro más en la Cámara de
Representación. Además, tienen un cuarto tentáculo que es la revisión de la
sentencia de la Corte Constitucional para que se lleve a cabo una consulta
popular. Los enemigos no descansan, siguen al acecho'.
- Y las elecciones a
un año vista.
'En 2018, la Tauromaquia trascenderá su mundo, el escenario
meramente taurino y se convertirá en un tema político. De hecho, ya lo es,
porque hay una afición muy importante al toreo en este país, hay un buen puñado
de plazas de toros importantes y un sector que mueve una cantidad de dinero
importante. Lo importante, es que, con este precedente de Bogotá, el que quiera
gobernar sabe que debo contemplar las corridas de toros. Como te dije en
aquella entrevista hace unos años, Petro ha caído, el toreo no. Las personas
pasan, pero las tradiciones permanecen'.
- Volviendo a los
carteles, los que sí estarán serán esos 'héroes' de La Santamaría...
'No podían faltar. Los carteles están ahí también por su
generosidad. A su entrega total... hasta con su vida propia. Gracias a ellos
han podido ver la luz. Era de ley su presencia y, por eso, estarán presentes
tanto en la novillada de la feria como en las que hemos cerrado para agosto.
Ellos fueron los grandes perjudicados junto con la población de esta ciudad'.
- Un deseo para el 22
de enero. ¿Ha soñado ya alguna noche con esa reapertura?
'Claro y en todos esos sueños disfrutaba muchísimo. Como
haré ese día. Estoy seguro. Desde el mismo instante en el que los alguaciles
entreguen esas llaves de toriles. Veo entrando por la Puerta Grande de La
Santamaría a toda la afición, a los toreros, ganaderos, empresarios,
profesionales... Su victoria demuestra que tener firmeza y creer en unas
convicciones sigue valiendo la pena. La afición de Bogotá va a florecer de
nuevo como lo hacen las alamedas en el paseo de cónsules'.
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