El novillero antioqueño
recibió tres generosas orejas, mientras el venezolano Colombo solo una por dos
faenas de gran predicamento. Encastada novillada de Paispamba.
Con la emoción como razón de ser. Fresco, alegre, carismático, varió con el capote y la muleta, bulló en banderillas asi lució Colombo ayer en Manizalez. Foto: JADR |
JORGE
ARTURO DÍAZ REYES
@jadr45
Don “Kike” Álvarez
trajo un encierro digno y embestidor para la inauguración de la feria 62 de Manizales.
Hechuras juanpedreñas, cuatro negros
y dos jaboneros. Moderados de armamento pese a que el sexto era playero. De
romana, hubo plausible simetría, sin excesos ni hambruna. Tres tumbos
pregonaron que los caucanos vinieron desayunados y no precisamente a jugar. Si
algún defecto acusaron fue ir a menos al final de las faenas largas que ahora
cuando el toreo se ha hecho más espectáculo que rito están de moda. Todos los
arrastres fueron aplaudidos, menos el del quinto cuya lidia deslavazada lo hizo
ver menos bueno de lo que era. Pasa con nota el ganadero español afincado en el
Valle del Cauca.
Juan de Castilla, Tras
larga cambiada postrada y lanceo a dos
manos fue desarmado cuando remataba otra vez de rodillas. El trasteo al primero
correcto pero poco expresivo fue acogido con algarabía incluso en el nuevo
desarme al natural. La estocada desprendida recibiendo convenció a la clientela
pero más al palco que arrojó la bandera doble antes de que se lo pidieran. Con
el cuarto, picado en la puerta por Adelmo Velasquez tras derribo aparatoso de
Diego Ochoa, la cosa fue de cal y arena temple y trompicones, unipase y poca
ligazón, más emoción en la grada que en la arena. El pincho, la estocada
delantera caída y el descabello no fueron óbice para la tercera peluda cortesía
de la autoridad.
Andrés Manrique, uno de
los huelguistas de la Santa María, pasó silenciado en sus dos turnos con dos
novillos ni peores ni mejores que los de sus alternantes. Quizás lo más
relevante lo realizó en el quite por saltilleras al aplaudido segundo. Tras un
trasteo sin brillo ajustó cuentas con espada vertical pasada y descabello.
El venezolano Jesús
Enrique Colombo, ya tiene causa electoral en esta plaza y refrendó los
argumentos con que se la ha ganado. Toreo de tres tercios, con la emoción como
razón de ser. Fresco, alegre, carismático, varió con el capote y la muleta,
bulló en banderillas. Verónicas, chicuelinas, largas, nicanoras, faroles,
revoleras. Pares al sesgo y la cuarteo, no todos en sitio pero sí de impactante
ejecución. Toreo en redondo de rodillas, cites de largo, derecha e izquierda,
ayudados, trincheras y firmas. Aguantado y creativo prendió fiesta ruidosa con
sus dos utreros. El palco juzgo con distinta medida su primera faena dando una
oreja y desoyendo la fuerte petición de segunda y de otra más en el sexto al
cual había pinchado dos veces y rodado de gran volapié. ¿Por qué sería?
Comenzó bien la feria,
con un sol esplendoroso, embestidas a granel y público entusiasta que copó tres
cuartos de aforo, pese a que la corrida comenzó quince minutos tarde por un
trancón monumental que produjo la cabalgata simultán ea. Ojalá sigamos así pero
que Usía se ponga serio y equitativo.
FICHA DEL FESTEJO
Seis utreros de Paispamba (en Parladé), bien presentados y encastados aunque con
poco fondo.
Juan de Castilla,
dos orejas y silencio.
Andrés Manrique,
silencio y silencio tras aviso.
Jesús Enrique Colombo,
oreja y ovación de despedida tras fuerte
petición.
Incidencias:
Al terminar el festejo Juan de Castilla
salió a hombros. *** Saludaron Emerson
Pineda y “El Popis” tras parear
al 1º, y Ricardo Santana al 5º.
Lunes 2 de enero 2017. Monumental de
Manizales. 1ª de feria. Sol. Tres cuartos de plaza. Con picadores.
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