Finito
de Córdoba, alto y claro
La próxima temporada se cumplirán treinta años
desde que Finito de Córdoba vistiera el traje de luces por primera vez.
Habiéndolo conseguido todo en la profesión, su trayectoria parece no tener
fecha de caducidad.
“Lo que me motiva para seguir vistiéndome de luces es, por
encima de todo, la afición. No tengo nada que demostrar porque creo que lo
tengo todo demostrado, pero ésto para mí es una forma de vida, una pasión, una
devoción y sentirlo de la manera en que lo siento es lo que me mantiene vivo.
Torear de salón, tentar en el campo, conversar de toros… son las cosas que me
alimentan y me dan fuerza para levantarme al día siguiente y mostrar que sigo
siendo feliz con lo que hago”, asegura el torero, añadiendo que: “Me faltan
muchas cosas por conseguir. En esta profesión nunca se deja de aprender y cada
día que amanece tienes que tener en mente algo que te ilusione”, afirma en una
extensa charla con nuestro compañero Guillermo Lorente en el marco del VIII
Extra de Matadores de Aplausos.
¿Ha sido la temporada como la imaginaba?,
cuestionamos al torero cordobés, que se muestra muy claro en su respuesta:
"No, para nada. Ha sido una temporada atípica porque curiosamente había un
planteamiento a principio de año para haber toreado entre quince y veinticinco
corridas de toros y por circunstancias no ha sido posible". Y preguntado
por cúales han sido esas circunstancias, prosigue: "Compromisos que se
adquirieron a principio de temporada con diferentes empresas que finalmente no
se han cumplido. La falta de palabra es con lo que más dolido estoy. Al final
siempre falta ese hombre, el taurino de siempre, que sabe respetar lo que ha
sido capaz de decir y a lo que ha sido capaz de comprometerse. Muchos faltaron
a su palabra y eso me dolió".
No es Finito hombre de arrojar la toalla. Si
líneas arriba asegura que aún no ha dicho su última palabra, se aferra a lo
positivo que ha vivido en las seis tardes que hizo el paseíllo en 2016 para
seguir adelante. "Siempre he tratado de quedarme con lo positivo y aprender
de las cosas negativas que se te presentan en el camino. Pero al final las que
te alimentan y te dan fuerza para seguir disfrutando de la profesión son las
cosas buenas. Afortunadamente he tenido la suerte de que en cada una de las
seis corridas de toros que he matado me ha embestido un toro y me ha dejado
expresar el toreo como lo siento. Ha sido una manera de dar las gracias a la
gente que ha estado presente y que tantos años me ha seguido, por todo lo que
han aportado en ese tiempo como torero". / Redacción
APLAUSOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario