Luis Sánchez
Olivares, El Diamante Negro se ha ido en el silencio de la madrugada.
VÍCTOR JOSÉ
LÓPEZ “EL VITO”
@vejotaele
Al alba del Año Nuevo, muy temprano esta mañana
antes que despertara el sol que iluminó sobre la fragua del toreo la historia
de este gran venezolano, falleció en el Hospital Central de Maracay el Maestro
Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”.
La cuna de Luis Sánchez Olivares “El Diamante
Negro” en Ocumare del Tuy ((Ocumare del Tuy, 22 de febrero de 1927) fue de
origen muy humilde. El campo tuyero ofrecía lágrimas y sudor para amasar la
vida de los desposeídos. En estos cálidos predios se criaba ganado y así fue
que por primera vez y casi por razón de vida tuvo, casi a la fuerza, contacto
con los bovinos. Llegó a familiarizarse en el manejo de los toros, sin que ello
provocara su afición por la profesión que le daría a la postre fama y fortuna.
A Caracas llegó Luis Sánchez muy joven, casi un niño y por mediación de
Marquitos Vélez dio sus primeros pasos
como becerrista en la plaza escuela de "La Morena del Prado", durante
el año de 1944, con presentación formal como novillero el 19 de abril de 1945.
Última función en la historia del Circo Metropolitano de Caracas. La
presentación del novillero ocumareño fue en la parte seria de un espectáculo
cómico: la cuadrilla bufa de Darío Albornoz "Serranito". Relatan las
crónicas que "El Diamante Negro" cortó una oreja y salió a hombros e
inició el camino brillante del torero ídolo de multitudes.
El año 1945 fue generoso para Luis Sánchez
Olivares. Tanto que llegó a formar incipiente pareja novilleril con el
prospecto carabobeño Alí Gómez, "El León de Camoruco". Aprovechando
el cartel que gozaba entre los entusiasmados caraqueños, viajó a Suramérica en
la temporada de 1946. Primero fue a Ecuador y luego a Colombia, para regresar a
la patria el 16 de junio y presentarse en el Nuevo Circo con Pepe Chalmenta y
el mexicano Rutilio Morales. No fue sino hasta el 19 de enero de 1947 que logró
pisar fuerte en la plaza del Nuevo Circo, tarde que le cortó dos orejas y un
rabo a un novillo criollo de Segundo Briceño. Fue el día que alternó con los
novilleros españoles Antonio Aragón "El Niño del Hospicio", más tarde
famoso hombre de radio y luchador social, y Pedro de la Casa "Morenito de
Talavera Chico". Ese cartel se repitió a la semana y las reses fueron tan
mansas que el público enfurecido quemó los palcos y todo el maderamen de la
plaza caraqueña.
El seis de febrero se atrevió a cruzar el océano
Atlántico. Viajó a España, un trayecto inverosímil en aquellos días de la
postguerra. Hizo su presentación como novillero en Logroño, alcanzando un
importante triunfo al cortar cuatro orejas y un rabo. Como dato curioso les
diré que era la primera vez que Luis se enfrentaba y lidiaba ganado de casta.
La memorable fecha fue el 11 de junio de 1948. De allí en adelante, los
triunfos se contaron por actuaciones. Se rindieron ante el embrujo de "El
Diamante Negro" las plazas de Córdoba, Azpeitia, San Sebastián, Sevilla y
otras. Hasta llegar a la Monumental de Las Ventas en Madrid, donde toreó con el
hijo de Joaquín Rodríguez “Cagancho” y Alejandro García, toros de Garcigrande.
El triunfo más importante fue alcanzado en Granada, tan rotundo y contundente
que precipitó los planes para tomar la alternativa. La investidura ocurrió el
29 de septiembre en la Maestranza de Granada. Punto final a su brillante
campaña como novillero puntero de la estadística española, culminada en primer
lugar con 42 festejos, 25 orejas y cuatro rabos.
El padrino del doctorado fue el madrileño Paquito
Muñoz y el testigo Manolo González, al que distinguían los panegiristas de la
crónica taurina como "La Giralda vestido de luces". Los toros
pertenecieron a la histórica divisa de Saltillo, propiedad de don Félix Moreno
Ardanuy. La primera actuación de "El Diamante Negro" como matador de
toros en Venezuela fue el 28 de noviembre de 1948, mano a mano con Raúl Acha
"Rovira", lidiando toros de Vistahermosa. La corrida tuvo que
celebrarse a las dos de la tarde, porque la situación política de la ciudad era
muy confusa como consecuencia del derrocamiento del presidente Gallegos y de la
instauración de un régimen militar. "El Diamante Negro" toreó mano a
mano con Luis Procuna el 27 de marzo de 1949, cobrando 17 mil 500 dólares, suma
jamás antes imaginada por torero venezolano alguno y uno de los honorarios más
elevados cobrados, hasta aquel entonces, por cualquier torero nuestro país.
Cada uno cortó tres orejas y rabo y salieron a hombros. Buenos toros de
Guayabita. Primer gran triunfo de "El Diamante" en Caracas. El tres
de abril hizo su presentación en Maracay, sólo ante cuatro toros de Guayabita.
Cortó tres orejas y un rabo. Repitió en Caracas con Bienvenida y Luis Miguel,
con toros de Mondoñedo, y volvió a cortar otro rabo, superando ampliamente a
los ases españoles. Pero la tarde histórica fue la del 11 de diciembre de 1949,
cuando alternó con Antonio Velásquez y Luis Miguel Dominguín en la lidia de
bravos toros de Vistahermosa. Cortaron las orejas y los rabos, saliendo los tres espadas a hombros del Nuevo
Circo. Esta tarde es una de la más recordadas por la afición capitalina, por
haber marcado una gesta trascendental en nuestra historia.
El ascenso de Luis se tronchó al encontrarse con
una puñalada asesina del monosabio López Rizo, que le hizo perder el
envión que lo había colocado en
interesante sitio profesional. Estuvo más de veinte días entre la vida y la
muerte, y la gente se congregaba día y noche a las puertas de la clínica para
conocer el estado de salud del torero ídolo. Daniel Santos "El Inquieto
Anacobero", compuso una guaracha que de inmediato pegó en las
radioemisoras de todo el país, en la que pedía a la Virgen de la Coromoto
¡Sálvame al Diamante Negro!. Tal fue el impacto de la canción, que la Iglesia
Católica pidió a la Junta Militar de Gobierno prohibir su difusión a través de
las emisoras de radio, lo que el gobierno de inmediato complació para
granjearse la simpatía clerical.
Reapareció en nuestros ruedos durante la temporada
de 1950, alternando con Miguel Báez "Litri", Julio Aparicio y Manuel
Calero “Calerito” en las plazas de Caracas y Maracay. Anunciado como nuestra
gran figura, pero sin los éxitos de antes. Lo mismo ocurrió en 1952, cuando el
27 de enero dejó ir un toro a los corrales la tarde que Luis Miguel cortó
cuatro orejas y un rabo. Esa temporada se estrenó entre nosotros el rondeño
Antonio Ordóñez, quien debutó cortando cuatro orejas y un rabo en el Nuevo
Circo.
Fue el 31 de enero de 1954, cuando la terna de
"El Diamante Negro", Joselito
Torres y César Girón hizo el paseíllo en la Maestranza de Maracay, agotando el
papel desde tempranas horas de la mañana. César cortó dos orejas, un rabo y la
primera una pata concedida en esa plaza.
"El Diamante Negro" y Joselito Torres pasaron a la enfermería.
Luego Luis Sánchez y César Girón repitieron y salieron a hombros. Se suscitó la
rivalidad con César, sin alcanzar los resultados que el contraste artístico y
personal de los toreros prometía. La administración de los coletas se interpuso
y la afición se quedó sin lo que pudo haber sido la pareja angular del toreo
nacional.
Otro desgraciado percance que le ocurrió a Luis
tuvo lugar la tarde del 10 de diciembre de 1957 cuando toreó con Ángel Peralta,
Miguel Báez "Litri" y Anselmo Liceaga en el Nuevo Circo. Toros de
Peñuelas. Había "El Diamante Negro" cortado dos orejas en su primer
toro, y estaba cuajando la faena de su vida cuando recibió una gravísima
cornada en el cuello. Peralta, hombre de gran experiencia, le salvó la vida en
el redondel, mientras en el quirófano fue la sabia intervención del doctor
Guillermo Angulo López la que le arrebató la vida del ídolo a la muerte, que se
la llevaba prendida en la medialuna de su guadaña. Continuó Luis Sánchez por
los ruedos sin los éxitos anteriores y el 29 de septiembre de 1963 se despidió
en el Nuevo Circo alternando con Antonio Bienvenida y Félix Briones lidiando
toros de Xajay.
Reapareció luego en el Nuevo Circo el 12 de
octubre de 1971, la misma fecha de su apoteosis granadina, con Dámaso González
y Paco Camino lidiando toros de "Tequisquiapan", y luego fue a San
Cristóbal el 21 de enero de 1972 con Miguel Márquez y Paquirri, con toros de
González Piedrahita. Fue esa la última vez que "El Diamante Negro" se
vistió de luces. Después actuó en festivales benéficos a los que concurría el
público masivamente para admirar y aplaudir al torero ídolo.
Sus últimos días los vivió en su muy querido
Maracay, urbe que convirtió en su lar donde la hoguera del afecto le dio calor
a su hogar. Fue una figura del toreo, la más idolatrada que haya tenido la
afición venezolana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario