ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA
AL RUEDO
A pesar de los que se dicen puristas y grandes conocedores
de la Fiesta Brava, no puede ser que la mayoría de la concurrencia a la plaza
esté de acuerdo y ellos no, aquí lo verdaderamente importante han sido las
inobjetables actuaciones de los diestros Octavio García “El Payo”, quien se
alzó con el triunfo al obtener dos apéndices por un arrimón de verdad, lo que
le redituó una aclamada salida en hombros, y de Fabián Barba, quien hizo
relucir su reconocido oficio y técnica para darle la lidia adecuada a los
toros, logrando la obtención de una más que meritoria oreja en la que fue
tercera corrida de la CLXXXIX Feria Nacional de San Marcos 2017.
Su alternante, el segundo espada en el cartel, el alicantino
José María Manzanares se dejó ver más que esforzado con un lote que no le ayudó
para desplegar su tauromaquia de arte.
Ante nuevamente casi tres cuartos de entrada en el coso
Monumental en tarde con llovizna media hora antes del festejo, cielo despejado
que se tornó nublado y algo de viento, se lidiaron seis ejemplares de la dehesa
guanajuatense de Begoña, que no dio el juego que se esperaba, siendo los
astados que más dejaron torear, los jugados en primero y quinto lugares.
El torero local Fabián Barba ha tenido una actuación en la
que evidenció un magisterio indiscutible al primero de su lote, llamado “2
Diecinueve”, luego de prácticamente enseñarle a embestir, lo que el toro hizo
que fuera a más pero terminó yendo con la cabeza arriba. Sin embargo, el buen
toreo de Barba hizo que lograra tandas estupendas por ambos lados, sobre todo
por el derecho. Mató de estocada ligeramente delantera y desprendida para
obtener un meritorio apéndice.
A su segundo, tras brindarle su trasteo al empresario y
ganadero de la tarde, Juan Pablo Bailleres, Fabián a base de saberlo esperar y
darle su tiempo al begoñés terminó por sacarle muletazos de mucho mérito por
ambos perfiles. Fue una auténtica faena machacona, además de pisar terrenos
comprometidos. En lo personal nos pareció que alargó la faena, misma que cerró
un abaniqueo para matar de estocada baja y desgraciadamente tener silencio.
El ibérico José María Manzanares, con un lote poco propicio,
ha derramado toda su intención por agradar y dentro de ella se le pudieron
apreciar y jalear pasajes de su arte purísimo que le viene de heredad. A su
primero le dio cuatro verónicas, dos con el compás abierto y dos a pies juntos,
rematando todo con soberbia media que fue una pintura. Con la muleta, a pesar
del viento y la poca colaboración de su antagonista, logró una faena empeñosa y
torero por ambos pitones, destacando lo que hizo por el derecho y sus plásticos
y estéticos adornos. Terminó de estocada caída y otra entera para ser
aplaudido.
En su segundo, un vistoso berrendo en jabonero y chorreado,
veroniqueó con buen trazo y se podía adivinar una estupenda faena pero fue de
más a menos por las condiciones del astado. Aun así, Manzanares logró muletazos
de calidad y clase, además de aguante dada la poca fuerza del burel. Buen toreo
a media altura y con la espada anduvo desacertado para escuchar pitos tras un
aviso.
El queretano Octavio García “El Payo” a su primero lo lanceó
con voluntad. Buena puya del piquero Salomón Azpeitia. Con la sarga, a un
ejemplar sin fuerza y soso, el rubio diestro se dejó ver valiente y más que
dispuesto hasta lograr muletazos de mucha valía. Falló con la toledana y la
verdad sea dicho el público lo pitó de manera injustificada tras el esfuerzo
que hizo el torero.
Pero lo impresionante vino en el toro que cerró plaza, de
nombre “Por Siempre”, con el que “El Payo”, “remando contra corriente”, hizo
gracias a su enjundia y firmeza torera que se pegará un arrimón de verdad, sin
cuentos. Veroniqueó valiente no obstante el viento. En varas el montado Jorge
Morales sufrió un tumbo. Con la franela, Octavio se dio a estructurar una labor
por medio de pases vaciando por alto de inicio para después darse a torear por
naturales con empeño y derechazos machos, recios y de mucho empaque, ligando ya
a esta altura de la faena y en la querencia natural del astado, en toriles, en
un palmo de terreno y sin enmendar, dejándose rascar los muslos con los
diamantes de los pitones. El trasteo se tornó dramático y ahí seguía con su
valor “octaviano” a un astado áspero y complicado, engarzando lances como el
cambio de mano por la espalda para dar un natural y derechazos sensacionales.
Terminó de estocada tendida y se le otorgaron dos apéndices, con algunas
protestas por el segundo trofeo, por lo que ambos apéndices se los guardó en el
chaleco y así al final salir en hombros.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Begoña, que no
dieron juego que se esperaba, siendo los astados que más dejaron torear, los
jugados en primero y quinto lugares.
Fabián Barba: Una oreja y silencio.
José María Manzanares: Palmas y pitos tras un aviso.
Octavio García “El Payo”: Pitos y dos orejas, con salida en hombros.
Tercera corrida de la CLXXXIX Feria Nacional de San Marcos. Coso
Monumental.
Entrada: Casi tres cuartos en tarde con llovizna media hora
antes del festejo, cielo despejado que se tornó nublado y algo de viento.
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