El genio de la Puebla colgó el
cartel de 'no hay billetes' en el foro cultural y lideró una noche apasionante
para el toreo junto a Sánchez Dragó y Simón Casas. *** En el encuentro,
organizado por el Club Siglo XXI, se abordaron cuestiones de interés para el
futuro de la Tauromaquia ante más de 200 personas.
GONZALO I. BIENVENIDA
Diario EL MUNDO de Madrid
El Club Siglo XXI celebró anoche un coloquio dirigido por
Paloma Segrelles en el que intervinieron el escritor Fernando Sánchez Dragó, el
torero Morante de la Puebla y el empresario Simón Casas.
La intervención de Sánchez Dragó transmitió la ilusión del
que está involucrado en un proyecto nuevo, que llena de pasión sus pensamiento.
A Dragó le ha fichado Simón Casas para, en palabras del escritor:
"Conseguir que en Las Ventas lata el corazón cultural de Madrid".
Presentó un cuadernillo que han editado de forma conjunta con todo el abanico
cultural con el que contará la plaza de toros para esta temporada. Además, el
escritor leyó, casi recitó, dos de sus artículos de temática taurina: 'Midnight
Nimes' y 'Simón Casas y cosas'.
En el primero trató de descifrar los códigos del misterio de
la personalidad de Morante. En el otro reivindicó la capacidad de innovación
que tiene Simón Casas, que "no sólo dice sino hace", artículo del
2013 en el que mostraba su deseo porque Casas fuera el empresario de la
Monumental de las Ventas.
Para el escritor, el toreo debe de beber de sus fuentes
antiguas, no perder la tradición: "El mismo vino en distinto odre, en un
tercer milenio que se marcará por la pasión de la sociedad por el toreo".
Fernando Sánchez Dragó hizo una original distinción a la
hora de clasificar a los toreros: Dionisíacos (de pundonor), apolíneos
(estéticos) y arcangélicos (aquellos que lo reúnen todo). "Morante
pertenece a estos últimos" y apostilló el acto diciendo: "El toreo es
el discurso quijotesco de las armas y las letras".
Simón Casas contó cómo fue su acercamiento al mundo del toro
y cómo comprendió que "los toreros son poetas silenciosos", que
"el toreo es un ritual y una poesía sagrada". Quiso reafirmar sus
intenciones con un carismático discurso: "No he venido a Las Ventas a
especular con vuestros sueños, porque también son los míos". Además
describió a la afición de la plaza como la de mayor sensibilidad y dejó la incógnita
de experimentar en un futuro con la incorporación de una orquesta sinfónica una
vez al año en Las Ventas para "subrayar el silencio del resto de
tardes", como va a hacer este verano en Málaga con Enrique Ponce en el
espectáculo 'Crisol'.
El empresario francés también evocó su dispar origen sefardí
pero reivindicó su conexión con la identidad española y con su cultura. Vínculo
que se creó en su juventud, que le ha ayudado a mantener la llama de la afición
por todo lo español toda su vida.
Morante de la Puebla habló de su vocación. Una llamada
natural que ha determinado su forma de vida y a través de la cual en la
actualidad: "Interpreto algo para que Simón me contrate y Fernando lo
cuente después", haciendo alusión a sus compañeros de 'terna'.
Se debatió además sobre el trapío del toro, sobre el futuro
con la pregunta de Morante en la mesa: "Cuando yo me vaya, ¿qué torero
artista queda?. También se habló de la autoridad, de la cantera y de la
esperada Corrida de la Cultura en la que actúa Morante, produce Simón y diseña
Sánchez Dragó.
Otro momento interesante de la intervención de Morante llegó
cuando le preguntó un joven aficionado qué es para él cargar la suerte a lo que
contestó: "Es poner todo el peso en la pierna que va a recibir las
consecuencias de la embestida, a veces buenas, otras veces malas. Se trata de
apoyar todo tu cuerpo en la pierna de salida, la más cercana a la trayectoria
del toro. Pero eso no significa adelantarla. Hay toreros que adelantan la
pierna sin cargar la suerte y otros que hacen lo contrario. Yo hago lo que
puedo...
"El genio de la Puebla confesó que había mandado un
mensaje a Simón al ver la presentación de la novillada de Fuente Ymbro que
abrió la temporada de Las Ventas y arremetió con la exigencia de las
autoridades de Madrid y de la labor de los veterinarios de las plazas de toros.
"Ruego al público y a los presidentes que tengan en cuenta que son
principiantes y como tales deben encontrar mayores facilidades para
desarrollarse como artistas", justificó.
Más de 200 personas asistieron al encuentro entre las que se
encontraron Jaime Martínez Bordiu acompañado por Marta Martínez, Rafael García
Garrido -director general de Nautalia y socio de Simón Casas al frente de Las
Ventas-, Fernando Gomá -miembro de la Comisión Jurídica de la Fundación Toro de
Lidia-, Enrique García Labajo- notario relacionado con Plaza 1- y ganaderos
como Juan Sánchez Fabrés con María Cruz García de la Rasilla, Fernando
Bautista, Juan Pajares con Ana Peña, Teresa Morenés o Clotilde Calvo, entre
otros.
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