miércoles, 1 de abril de 2020

CORONAVIRUS - El temor de los hombres que caminan a diario entre toros bravos: "No podemos permitirnos pisar un hospital"

'Confinados' en la dehesa, su día a día transcurre entre las corridas que no se lidian. Los mayorales de los ganaderos de Baltasar Ibán, Jandilla, y Alcurrucén son conscientes de la gravedad de la situación: "En los tiempos malos hay que trabajar el doble".
 
GONZALO I. BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL MUNDO de Madrid

Su día a día se desarrolla habitualmente en el aislamiento. Darían su vida por los animales que cuidan y por la familia que mantienen. Suelen vivir en el campo, al pie del cañón, sin conocer horarios. Su forma de trabajar es ajena a la prisa del asfalto. Buscan la eficacia en la faena campera pese al riesgo que entraña bregar con toros bravos. Son la excepción del país paralizado por el coronavirus.

Sus labores no les permiten quedarse en casa sin atender a los animales: "El toro no tiene la culpa. Estamos preocupados, pero intentamos que el día a día sea como antes", asegura Domingo González, mayoral de Baltasar Ibán. Lleva 30 años en el Cortijo Wellington, en la sierra madrileña. Su instinto curtido por el tiempo le llevó a hacer un buen aprovisionamiento: "Lo primero que hice fue encargar para un mes entero pienso y paja. Sé que no hay problemas de transporte cuando está justificado pero así evitamos la entrada continua de personal ajeno a la finca en estas circunstancias".

La función del mayoral consiste en llevar la máxima responsabilidad de la camada. Cuando la ganadería lidia una corrida, el mayoral debe viajar con ella a la plaza de destino y no separarse hasta que se lidie. Algunas plazas de toros tienen dependencias para que pernocten los conocedores -como se les denomina en el Sur- hasta que se lidie la corrida.

Ángel Pérez habría viajado ya a la Feria de Fallas con la novillada de Jandilla. El virus se ha llevado a un señor del campo bravo, a Borja Domecq, mucho más que un jefe para él: "Estoy viviendo dos crisis en una. He perdido a mi maestro, a quién nunca olvidaré por todo lo que me ha enseñado. En el campo, estamos tristes. Los días se hacen largos. Estamos consternados". La ganadería debe seguir su curso, ahora en manos de Borja hijo que ya la dirigía desde hace tres años. La camada cuenta con unos 80 toros de saca, su destino ahora es una incógnita por el mazazo de esta crisis al sector taurino, pero Ángel y su equipo no escatiman esfuerzos por los animales: "Mi manera de pensar es que cuando las cosas van mal, hay que esforzarse el doble que cuando van bien. Si algún toro se pone malo, o se dan alguna cornada, nosotros mismos les curamos porque tenemos experiencia, aunque si ocurriera algo grave podemos llamar a los veterinarios que están activos".

Las dos corridas de Alcurrucén preparadas para San Isidro continúan en El Cortijillo cuajando su seriedad para mayo. Teo González es consciente de la delicada situación: "El futuro es oscuro, nosotros mantenemos los toros porque no sabemos qué va a pasar pero lo que está claro es que no se van a lidiar pronto". Las medidas de precaución para evitar contagios también están instauradas en el campo: "Por estar en el campo no estamos exentos de coger este virus aunque tenemos menos probabilidad de contagio aun así mantenemos las reglas de distancia, parece que estamos todos reñíos -bromea- y de material como guantes y mascarillas". La logística de los Lozano parece ideada para el propio abastecimiento: "Hacemos el pienso y la paja nosotros mismos, estamos menos limitados que en otras fincas", concluye Teo que suma dos décadas al frente de la vacada.

De la nueva generación de mayorales, algunos tienen una importante presencia en las redes sociales. Uno de ellos es Ángel Sánchez que a través de su cuenta de Twitter (@SanMayoral) hace una gran labor ya que muestra las labores de campo, en este momento en la ganadería salmantina de Gómez de Morales. Así relata su día a día: "Anímicamente afecta mucho saber lo que está pasando ahí fuera. Nuestro trabajo es de riesgo, a la hora de montarte a un caballo si puedes evitar una situación complicada tratamos de evitarla porque sabemos que los hospitales están llenos". La cruda realidad que vive el campo, al que la crisis económica golpeará con fuerza: "Si el ganadero no factura, ¿cómo va a mantener todo esto?". La pregunta retórica hace eco en el campo charro. Mientras tanto, estos hombres entregan su vida al toro bravo.

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