Corta
una oreja con fuerte petición de otra al mejor toro de la corrida, con el
hierro de La Ventana del Puerto.
ROSARIO
PÉREZ
@CharoABCToros
Diario ABC
de Madrid
Echaba chispas el móvil en el paseíllo: acaba de
anunciarse oficialmente la baja de Roca Rey durante todo el mes de agosto, con
el roto que eso supondrá en carteles y taquillas. Se hablaba de la figura
peruana en las redes, en los tendidos y en el callejón de Cuatro Caminos, con
gestos de preocupación del sector. Se confirmaba lo adelantado por ABC: el mes
más taurino se queda sin su estrella dorada y peligra su comparecencia en lo
que resta de temporada, por lo que los empresarios se verán en la tesitura de
si anunciarlo o no en las ferias septembrinas. Malos tiempos para la lírica
taquillera con la posible «cornada» de las devoluciones...
Y pésimos para la lírica los dos «Cartucheros» del
Puerto de San Lorenzo que abrieron la tarde. Si manso y a la defensiva era el
primero, el segundo se derrumbó como una casa de papel. Mejoró algo el tercero,
con el que Alejandro Marcos tiró de desparpajo en su variedad capotera y
comenzó faena con esperanzadoras maneras. Pero el rítmico son de la embestida
se apagó antes que una cerilla y, para colmo, el viaje del acero fue horroroso.
Cosas de manso apuntó el cuarto, «Pescadilla» de
nombre, que luego sacó casta y fue un toro de mucha emotividad. Y ahí estaba El
Fandi, el torero de voluntad inagotable, para ponerle su salsa en un tercio de
banderillas en el que se la jugó de verdad. Tremendo con los palos. Ardía la
plaza, con las palmas a coro. Pero si aquello parecía un manicomio, acabó
siendo un oasis de paz comparado con la locura desatada en la apertura de obra.
Embestía una barbaridad el tal «Pescadilla» mientras Fandila lo toreaba con las
dos rodillas en tierra. Con el hierro de La Ventana, el buen ejemplar se movía
por ambos pitones. Y el granadino tiró de oficio y disposición para enredarlo
en una electrizante labor, con muletazos por doquier, muy jaleados pero de poco
aroma. Para sabrosón, que dirían por Manizales, este ejemplar herrado con el
número 34. Los molinetes fueron el condimento que faltaba para la explosión
total en el graderío. Tras una estocada caída se pidieron con énfasis las dos
orejas, pero el presidente solo concedió una. Los gritos de «¡fuera, fuera!»
llegaron a Santoña.
No cuajó la pañolada en el quinto, un toro medio,
con mejores inicios que finales, con el que Sebastián Castella, que había
prologado con firmeza con un cambiado por la espalda, planteó una técnica
faena, rematada en las cercanías y de un efectivo espadazo. De vacío se marchó
también Alejandro Marcos, que falló otra vez con el acero frente al acapachado
y deslucido sexto.
FICHA DEL FESTEJO
PLAZA DE TOROS DE CUATRO CAMINOS. Miércoles,
24 de julio de 2019. Cuarta corrida. Más de 6.200 espectadores.
Toros de Puerto de San Lorenzo y La
Ventana del Puerto (3º y 4º), de correcta presencia y juego desigual;
destacó el 4º.
EL
FANDI, de berenjena y oro. Media
estocada (silencio). En el cuarto, estocada caída (oreja con fortísima petición
de otra).
SEBASTIÁN
CASTELLA, de negro y oro.
Estocada (silencio). En el quinto, estocada desprendida. Aviso (petición
minoritaria y saludos).
ALEJANDRO
MARCOS, de lila y oro. Metisaca
en el costillar y tres pinchazos (silencio). En el sexto, pinchazo hondo y dos
descabellos (palmas de despedida).
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