JAVIER
LÓPEZ PÉREZ
@Javierlopez01
El ganadero Borja Domecq, propietario de la
ganadería de Jandilla, ha recibido este miércoles previo a la cuarta corrida de
feria, la "alpargata de honor" que concede el Nuevo Casino Principal
de Pamplona, por el comportamiento de sus toros en el encierro de los
Sanfermines del año pasado.
Concretamente fue en la mañana del 13 de julio de
2018, cuando los astados extremeños hicieron el emblemático recorrido que
separa los Corrales del Gas de la plaza de toros de Pamplona en tan solo 2
minutos y 24 segundos, y en el que dejaron un herido por asta de toro.
Estos seis "jandillas" fueron lidiados
en la corrida vespertina por Juan José Padilla, que se despedía de una afición
que de siempre le ha idolatrado, Cayetano y el peruano Andrés Roca Rey; y
también en el ruedo ofrecieron un gran juego, tanto que se llegaron a cortar
hasta siete orejas, y Padilla y Roca Rey acabaron saliendo a hombros con tres
cada uno.
Debido a esta importante corrida, la de Jandilla
fue también declarada por la Casa de Misericordia de la capital navarra como la
mejor corrida de 2018 a través de su ya tradicional trofeo "Feria del
Toro", que es como se conoce también a este internacional ciclo sanferminero.
Todas estas distinciones vienen a reconocer el
minucioso trabajo ganadero que lleva a cabo Borja Domecq en sus fincas pacenses
de "Los Quintos", en Llerena, y "Don Tello", en Mérida,
donde pastan estos astados de procedencia Juan Pedro Domecq y Díez, y uno de
los predilectos de los figuras del toreo, entre ellas, José Tomás.
El gran impulsor del que es ahora uno de los
hierros más importantes de la cabaña de bravo fue Fernando Domecq, que falleció
el pasado 20 de mayo.
Fernando se hizo cargo de la mitad de la vacada
paterna a principios de los años 80, anunciándola como Jandilla, y logró
colocarla en la primera fila en todas las ferias de categoría hasta que en 1988
decidió cedérsela a su hermano Borja para emprender su propia aventura
ganadera. / EFE
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