El
castellonense, inesperadamente, decide poner punto y final a su carrera tras
finalizar el festejo; Jesús Duque corta una oreja de cada toro de su lote y
sale a hombros.
SALVADOR
FERRER
@salvaferrer78
Diario EL
MUNDO de Valencia
La vida es así. Como el toreo, que es pura vida.
Si a Duque, Varea o Chover les dicen en mayo en pleno San Isidro que iban a
torear en la Feria de Julio no se lo hubieran creído. Y menos una corrida de El
Parralejo, de hermosas hechuras. La mejor, con diferencia, tras ver en la
desencajonada del miércoles las corridas de Montalvo y Luis Algarra. Pero las
circunstancias, las bajas, las lesiones, los pliegos...
Antes y durante, las banderas flameaban como las
llamas de un fuego vivo, los papelitos revoloteaban de tendido en tendido, los
capotes por los aires... El viento, el peor enemigo de los toreros.
Jesús Duque llevaba tiempo sin torear en Valencia.
Salió a hombros en su alternativa de lujo, con los maestros Ponce y Juli. Dos
faroles de rodillas no iluminaron el cielo grisáceo. Costó sujetar al toro
mientras trataba de manejar el capote. El toro, informal, tuvo sus cosas buenas
y malas. Igual tardeaba que pegaba un arreón, igual acometía con casta que se
quedaba frenado. Duque se enfibró con él de mitad faena en adelante. Tuvo su
emotividad el tramo final. Un toma y daca. Buena la actitud y la firmeza.
Soberbia la estocada. Y si una estocada vale una oreja...
El cuarto era una mole de 590 kilos. Alto,
grandón. Tuvo nobleza y bondad. Boyante el burel. Duque se fue a los medios de
rodillas. Un mercancías se vino desde el burladero. El de Requena corrió la
mano con más o menos limpieza pero con asiento. Supo aprovechar las inercias y
las medias arrancadas. Tras un pinchazo, agarró una estocada, que valió su peso
en una nueva puerta grande. Cada una en un mes: marzo, octubre y julio. Los
toreros que torean poco tienen mucho mérito, reflexión extensible para la
terna.
Varea llevaba puesto el vestido de los seis
novillos en Castellón. Un caña y azabache. El castaño segundo era un tío. Peleó
en una primera vara con ímpetu pero salió de najas en el segundo encuentro.
Pero mansear no siempre es de manso. Dos soberbios pares dejó Raúl Martí, la
plata que más brilla de Valencia con los palos y con la capa. Brindó Varea a
Santiago López en agradecimiento por sus tiempos de apoderado. De rodillas
prologó el de Almazora, que dejó constancia de su empaque y de sus toreras
formas con un encastado toro de El Parralejo. Notables pasajes de toreo en
redondo, aunque algo por fuera, y de toreo al natural. Inconexo pero
inconfundible el aroma. La suerte suprema es su espada de Damocles. En el
toreo, sin espada no hay paraíso.
El segundo sobrero que hizo quinto era de Las
Ramblas. Colorado, cornibajo, acapachado. Se movió a su aire en los primeros
tercios. Noblón, sosote, sin maldad. Varea lo sobó mucho por el izquierdo, que
era el pitón del toro. Ni la música amenizó una tarde que ya pesaba. Dos horas
y media y quedaba el sexto.
Jesús Chover, que tras tomar la alternativa en
Fallas venía de actuar en la peruana Cutervo, se fue a porta gayola a saludar
al tercero, que se decordó en el peto. Al sobrero lo saludó de idéntica forma.
Aunque se olvide a los cinco minutos que no se olvide el mérito de hacerlo casi
por norma: Paquirri, El Soro, Padilla, Escribano... Banderilleó con solvencia y
brindó a Román. No hubo indicios de armar faena y el matador abrevió.
Dos horas y media después de salir el primer toro,
salió el sexto. Ya pesaba la tarde pero no le pesaba el ánimo a Chover, que
caldeó el ambiente ya de por sí cálido en banderillas. Logró dos series
templadas con la mano derecha aprovechando el notable son del sexto, con ritmo
dulce.
Y en eso, como diría Sabina, se hicieron las
diez... Y Varea se cortó la coleta.
EL PARRALEJO - Jesús Duque, Varea y
Jesús Chover
Plaza de toros de Valencia. Viernes, 26 de
julio de 2019. Segunda de abono. Feria de Julio. Menos de media plaza.
Se lidiaron toros de El Parralejo, de morfología pareja y desigual juego y uno de Las
Ramblas (5 bis). Informal el 1º, encastado el 2º, aplaudido en el arrastre,
desfondado el 3º bis, boyante el 4º, soso el 5º, de gran son el 6º.
Jesús
Duque, de burdeos y azabache.
Estocada (oreja). En el cuarto, pinchazo y estocada. Aviso (oreja). Puerta
grande. Salió por la puerta grande.
Varea, de caña y azabache. Cuatro pinchazos y
descabello (ovación). En el cuarto, tres pinchazos,más de media atravesada y
trece descabellos. Aviso (silencio).
Jesús
Chover, de azul marino y oro.
Pinchazo y media (silencio). En el sexto, tres pinchazos, estocada y
descabello. Aviso (silencio).
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