Preocupación
de los empresarios por la baja indefinida de la gran estrella del toreo.
ROSARIO
PÉREZ
@CharoABCToros
Diario ABC
de Madrid
Andan los empresarios nerviosos con la baja
indefinida de Roca Rey y sus consecuencias en las taquillas. La mayoría
responde garantizando la presencia de la máxima figura en su feria y suplican
silencio al entorno del peruano sobre la realidad que todos conocen y nadie
quiere decir: que el escenario previsible para la reaparición no es nada
halagüeño y está en grave riesgo su comparecencia este verano, lo que supone
volteretas de sustituciones y cornadas de devoluciones.
Las empresas pueden justificar que hay un contrato
firmado y hasta que no haya parte médico para cada corrida pueden mantenerlo
anunciado, pero sabiendo la inviabilidad de la primera mitad de agosto desde
Pamplona, ¿cómo se justifican los recientes anuncios de Palma y, sobre todo, la
última de El Puerto?
Esta estrategia empresarial de esperar al último
momento para anunciar luego su sustitución está resultando un buen negocio para
algunos, que a rebufo del tirón de la máxima figura peruana sustituyen por
diestros de muy inferior caché, con un negocio redondo para las empresas. Y el
propio Ramón Valencia, que antes que apoderado es empresario, en otras
ocasiones ha sufrido estos sudores por bajas de matadores en su Feria de Abril
sevillana.
Pero, aquí, ¿quién piensa en el aficionado? Esa
jugada (que se ha hecho de toda la vida, cierto) es tan legal como dudosa es su
ética. Al fondo, la definión de «mentir» según la RAE: «Decir o manifestar lo
contrario de lo que se sabe, cree o piensa.».
Y la realidad es que la lesión del joven peruano
complica mucho su año, a pesar de que sigan saliendo carteles con su nombre. Y
un torero de la verdad de Roca no debe tragar con estas estrategias que en nada
le benefician. Y más en un taurinismo en el que «todo el mundo va a lo suyo,
menos yo que voy a lo mío...»
Sobre Roca, como ocurre siempre con los mandamás,
se han levantado extraños rumores últimamente, falso más de uno. Dicen que la
famosa tarde de las cuatro orejas de Pablo Aguado en Sevilla le ha afectado
bastante. Aquella corrida se ha utilizado por parte de algunos como arma
arrojadiza contra la revolución limeña. Y no olvidemos que el Jaguar del Perú
lleva cuatro años dominando las temporadas tanto de Europa como de América, y a
Aguado, la gran revelación del año, le está costando mantener el ritmo (lleva
sin cortar una oreja desde Algeciras, a finales de junio). Rumores, rumores, y
una verdad: la lesión es muy latosa para un torero, que no puede ni con la
muleta, sin apenas fuerza.
Para colmo, acaban de publicar las cifras de
contratación de Roquetas de Mar, un pueblo de Almería con una atractiva feria
taurina, donde por segundo año consecutivo los honorarios del peruano no son
los más altos, siendo sin duda el que más ingresos genera en taquilla. ¿? Sí,
pongan el emoticono de la carita de sorpresa, pero así es, con sociedades o a
título personal. Dos veces en la misma piedra se ha tropezado en la gestión.
Sabiendo que es el único sitio donde se publican las cuentas al figurar como empresa
el ayuntamiento, era una ocasión ideal para tensar un poquito más la cuerda,
¿no?
Estamos viviendo una de las temporadas más
ilusionantes, en cuanto a novedades, triunfos y afluencia de público, pero la
lesión de la máxima figura hará mucho daño a lo que resta de calendario taurino
y se resentirán los «No hay billetes»... Roca Rey tiene todo en su mano para no
prestarse a «intereses» de ese fantasma llamado «sistema» y para exigir el
mayor de los cachés. Para eso se lo ha ganado: en la taquilla y en el ruedo.
La dura lesión de «Su Majestad» Roca ha puesto en
jaque toda la temporada, pero las otras lesiones, la de los despachos, el
agujero en taquillas y los intereses, no deberían poner en jaque al Rey. Tan
importante para un número uno es ganar la guerra como organizar la paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario