Un
grupo de empresarios impugnan el concurso público al sentirse 'discriminados'
por las condiciones de la licitación cuando se amplia el plazo para presentar
las distintas ofertas.
GONZALO I.
BIENVENIDA
@GonIzdoBienve
Diario EL
MUNDO de Madrid
En pleno proceso de licitación pública, un grupo
empresarios solventes de plazas de segunda categoría, han presentado un recurso
a última hora de este viernes al considerar demasiado cerrado el concurso que
decidirá la explotación del coso de Vista Alegre para los próximos veinte años.
La principal línea de actuación jurídica de esta unión de empresas es la de
considerar nulo el concurso al existir una discriminación mercantil al
requerirse una experiencia que cumplen muy pocas sociedades: haber gestionado
una plaza de primera categoría en los tres últimos años.
El teniente alcalde del Ayuntamiento de Bilbao y
administrador general de la plaza de toros, Alfonso Gil, asegura que: "Se
busca la experiencia porque es una plaza de mucha importancia en el panorama
taurino y con una identidad concreta que queremos preservar".
El líder socialista, que se confiesa abiertamente
taurino, considera que el pliego prioriza la programación taurina pese a la
elevada puntuación de las obras de modernización: "Se valora especialmente
la parte taurina aunque también tiene peso la otra parte porque se trata de un
inmueble localizado en un lugar privilegiado de la ciudad que se debe
rentabilizar con todo tipo de espectáculos".
Desde que se anunció el concurso de Vista Alegre,
la polémica ha estado servida. Primero por la demora de un año en la
publicación de las condiciones del concurso, después por el corto espacio de
tiempo para presentar las ofertas y finalmente por el contacto evidente entre
la Casa Chopera y los redactores del pliego (la Junta Administrativa) ya que
juntos gestionan en la actualidad la plaza de toros. Se ha ampliado el plazo de
aceptación de ofertas hasta el 2 de agosto tras la petición de un licitante que
ha solicitado más tiempo para preparar su oferta. El político socialista lo
considera una prueba de la legalidad de la licitación: "Hemos accedido
porque la ley ampara la petición y porque nos interesa que el concurso sea lo
más abierto posible. Esperemos que todos preparen bien su oferta y compitan en
igualdad de condiciones".
Se puntúa al alza el canon anual que tiene su
punto de partida en 105.000 euros. Otro apartado que pesará mucho en la
adjudicación es el de las obras. Alfonso Gil ahonda en este apartado: "Se
exige que haya una actualización. Desde el Ayuntamiento se ha mantenido la
plaza para su perfecto estado y celebración de los festejos taurinos. Ahora se
debe hacer una inversión (de unos 400.000 euros) para modernizar parte de
ella". Con el objetivo de buscar una mejor accesibilidad, especialmente a
las galerías superiores con el fin de "que se puedan celebrar todo tipo de
espectáculos", asegura el portavoz del consistorio vasco.
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