lunes, 22 de julio de 2019

EN EL AÑO DEL CENTENARIO - Caracas llora, con su corazón herido, su plaza de toros

Dramática realidad que resume la Venezuela de Ayer y el país hoy asaltado por la invasión extranjera que ha impuesto razones anticulturales.
 
Víctor José López “EL VITO”
Fotos: ALEJANDRO VIELMA

Un estupendo reportaje gráfico del notario histórico del Nuevo Circo de Caracas, el fotógrafo Alejandro Vielma, ha provocado la convocatoria de la agrupación Aficionados de Caracas para que la ciudadanía ataque la penosa realidad del estado físico que embadurna la Plaza de Toros Nuevo Circo.

Testimonios fotográficos que han despertado un movimiento pro rescate de la arena capitalina, estimulando a su vez y a la distancia a las aficiones de Valencia y de Maracay, ciudades  donde las plazas de toros Monumental Bernardo Valenciay Maestranza César Girónviven los peores momentos de su existencia. Mueren a espaldas de los gloriosos capítulos escritos por sus toreros y por su afición, a través de los años.

Estas plazas de toros, heridas y convalecientes  a las puertas de sarcófagos urbanos, a punto de desaparecer y sin la más mínima atención, tienen como común denominador el que sus ciudades, también abandonadas, convertidas en urbes en las que impera el crimen y la inseguridad, además de ser pocilgas inmundas atacadas por la corrupción de aquellos que gobiernan a dedo, usurpadores impuestos a dedo a espaldas del libre albedrío de ciudadanos que puedan expresar su voluntad electoral o expresar sus ideas y pensamiento en libertad, gobiernan encargados de las riendas para su administración y gobernanza  han convertido en un infierno aquel paraíso que fue nuestra nación, imponiendo  colectivos y similares organizaciones del hampa.

Está en manos de la afición activa el rescatar no solo las plazas de toros destruidas por el régimen al permitir hayan sido invadidas por personajes dantescos hasta convertirlas en escuelas del crimen, sino rescatar el sentido del toreo, aquel al que se refería don Antonio Díaz Cañabate cuando un venezolano, César Girón, rescató quejoso, contrariado y hasta mortificado, aquel sentimiento artístico que se perdía en la España que él, un venezolano sencillo, había rescatado con la conquista de sus triunfos que le elevaqron a la primera posición de figura universal del toreo...

Voz de alarma, grito de atención son las fotografías que exponemos de la autoría de Alejandro Vielma para que demos un paso al frente y así cumplir con el Centenario de la Plaza de Toros Nuevo Circo de Caracas.

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