Eugenio de Mora, Juan Bautista y
El Payo decidieron que debía primar el sentido común tras comprobar el estado
del ruedo bajo la lona.
ZABALA DE LA SERNA
Diario ELMUNDO de
Madrid
@zabaladelaserna
Pero más allá de la cartera del empresario duelen semejantes
imprevisiones. Hay un daño no cuantificable para la plaza de Madrid y un abono
que en 12 años ha perdido 5.000 fieles... A las siete en punto de la tarde, sin
un alma en los tendidos, Eugenio de Mora, Juan Bautista y El Payo aparecieron
en el ruedo y levantaron un cachito de lona. Matadores y cuadrillas
parlamentaban. Ya lo habían hecho con la presidencia y la empresa. Las
previsiones meteorológicas no apuntaban a un cese de la lluvia. A los tendidos
se asomaban cuatro gatos y un aficionado con una inmensa bandera de México.
Bajo la lona había otro pantano. Pero se empezó quitar porque los toreros
querían, en principio, torear. O comprobar por sus pies el lodazal.
Que en 12 temporadas la Comunidad de Madrid se haya
embolsado 50 millones de euros por la explotación de Las Ventas y la plaza siga
así... Finalmente la megafonía anunció que aún existe el sentido común: la
quinta corrida de San Isidro quedaba suspendida.
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