miércoles, 18 de mayo de 2016

FERIA DE SAN ISIDRO – DUODECIMO FESTEJO: Una bella faena de Juan del Álamo

Primor y entrega con el mejor toro de una desigual corrida de Pedraza de Yeltes. *** Confirma alternativa más que dignamente el arlesiano Juan Leal. *** Fácil y seguro Escribano.
Juan del Álamo
BARQUERITO
Fotos: EFE

LA TERCERA SALIDA del hierro de Pedraza de Yeltes en San Isidro no tuvo que ver con las dos previas más que lo justo. Mucho menos temperamental este último envío. No tanto poder. Más nobleza. Mayor fijeza también. Hubo un tercer toro, colorado, corto de manos y bajo de cruz, de lindo ritmo, son suave por la mano derecha, embestidas humilladas. Y se templó con él Juan del Álamo en faena de gobierno, mano baja y buen dibujo.

Pero salieron también dos primeros apagados: muy distraído el que partió plaza, y con él confirmó alternativa el arlesiano Juan Leal; y con fijeza pero sin gana de empujar el de la devolución de trastos, que era el tercero de los seis ajustados por Manuel Escribano para San Isidro. Muy castigado en el caballo –empotrado en un primer puyazo pero sin meter los riñones, que es una rareza-, el cuarto, que se volvió de salida y se soltó de medios a tablas dos veces después de picado, fue de son apacible pero se acabó enseguida.

El quinto, el de peor nota, hubo de ser picado al relance –único recurso en su caso-, parado, la antena puesta, muy pobre empleo y hasta una gota de dormida violencia. Más nobleza que entrega tuvo el sexto, que, apenas entrevisto en los medios y en distancia, consintió en el toreo de cercanías de Juan Leal: péndulos cosidos con el encaje entre pitones, trenzas, medios circulares invertidos, el de pecho como solución final.

Fue, por lo demás, corrida de hechuras dispares. Tres toros ofensivos  -el quinto, más que ninguno, pero armados en serio cuarto y sexto- y otros tres de razonables proporciones. Serio por delante el segundo, pero escurrido y sacudido. El primero fue de mucha alzada, pero no entró en el cupo de los que imponían por delante. Ensillados hasta la exageración los dos últimos. Casi de todo en el escaparate. Pedraza se va a estrenar este año en Pamplona y es probable que la de sanfermines vaya a ser la cabeza de camada. Será mayor el compromiso. En Arles debutó Pedraza en la pasada Pascua con una corrida de mucha más movilidad que esta de Madrid. Dentro de aquella corrida de Arles, un toro de bandera y otro de sentido defensivo.

En esta baza de la Corrida de la Prensa no se llegó a esos extremos. Ni el de bandera ni el de peligro. El toro goloso, el de la faena casi redonda de Juan del Álamo, apenas cobró en el caballo. El difícil, segundo del lote de Del Álamo, no tuvo el genio avieso del de Arles, que mató el propio torero de Ciudad Rodrigo y le hizo sufrir no poco porque no paró de apuntarlo y medirlo.

La revancha fue, por tanto, esa faena tan bien tirada, construida y entregada. Ligazón, abundancia, expresión de torero que se rompe –metidos los riñones, despatarrado, descolgado de hombros-, pasajes muy despaciosos, la gracia airosa siempre de las entradas y salidas con trincheras. Sabia elección de terreno y distancia: las rayas en paralelo frente al burladero de capotes. Una faena muy puntual, en poquísimo terreno. La mano izquierda del toro no fue tan agradecida como la diestra. Y eso faltó. Costó mucho cuadrar al toro. La estocada fue de fe. Esa faena tan notable se la había brindado Juan a su primer maestro en la Escuela taurina de Salamanca, Juan José. Por lo demás, Juan del Álamo no volvió la cara con el quinto –notable la manera de fijarlo de salida- y trató sin éxito de hacer lo imposible: meterlo en la muleta. Lo mató por arriba.

Fácil, competente, excesivamente premioso, Escribano resolvió sin apuros ni mayor eco las dos papeletas. Dos alardes: irse a porta gayola en las dos bazas, pero sin que el gesto tuviera recompensa. Dos tercios de banderillas de mucha seguridad. Dos faenas distintas: paciente con el toro apagado y de brillante inicio la del toro que se empotró en el caballo. De largo, entre rayas y en paralelo con las tablas, una notable tanda en redondo, que no tuvo continuidad. Dos estocadas buenas.

Leal se dejó sentir. El candor de los toreros nuevos, una calma muy llamativa, todo el asiento que permitieron los toros de lote, más firmeza o sensibilidad que recursos. El gesto de abrir faena en el toro de confirmación con una pedresina en los medios. La búsqueda ya entones del toreo acaracolado del que iba a haber muestra distinguida en el sexto. Una excelente estocada al segundo viaje para hacer doblar al sexto, que era inmenso pero fue, después de todo, el toro de su confirmación. Torero de apariencia frágil pero serio fondo.

POSTDATA PARA LOS ÍNTIMOS.- Trenes. El quinto toro de esta tarde, por ejemplo. El tren antiguo, de locomotora de vapor, los expresos de Andalucía.

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Pedraza de Yeltes (Luis y Javier Uranga).
Manuel Escribano, palmas y silencio. Juan del Álamo, oreja tras un aviso y silencio. Juan Leal, de Árles, Francia, que confirmó la alternativa, silencio tras un aviso y saludos.
Buen trabajo a caballo de Chicharito, Óscar Bernal, Paco María y Vicente González. Notables pares de Roberto Jarocho, Pedro Vicente Roldán y Marco Leal.
Martes, 17 de mayo de 2016. Madrid, 12ª de San Isidro. Corrida de la Prensa. 15.000 almas. Primaveral. Dos horas y veinticinco minutos de función.
Manuel Escribano

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