Recién finalizada las obras de mejora
La reforma responde a una vieja demanda de matadores, picadores,
banderilleros para evitar el peligroso barrizal en que se convierte en las
tardes de lluvia.
La Real Maestranza de Caballería de
Sevilla ha concluido la obra de pavimentación de gran parte del callejón de la
plaza de toros, una importante reforma que responde a la mejora reclamada desde
hace años por matadores, picadores, banderilleros y otros actuantes en los
festejos.
Tras muchos años de análisis, La
Real Maestranza, propietaria del coso, se decidió a afrontar el proyecto de
pavimentación de parte del anillo comprendido entre la primera fila de barrera
y las tablas. De este modo, ha incorporado ladrillos puestos de canto para
evitar el peligroso barrizal en las tardes de lluvia.
Una reforma que, según las fuentes
maestrantes, ha sido muy meditada al ser dicha plaza de toros un edificio que
cuenta con la máxima catalogación como monumento. No en vano, la plaza de
Sevilla es de los escasos grandes cosos que no tiene pavimentado el callejón.
Su ruedo es protegido con una lona
los días de lluvia, por lo que, en caso de celebrarse la corrida, suele
encontrarse en buen estado para la lidia, pero el callejón carecía hasta ahora
de protección alguna, por lo que los profesionales se han quejado en varias
ocasiones de las condiciones en las que deben estar durante las dos o tres
horas de duración del festejo.
En este sentido, había quejas sobre
el posible riesgo de accidentes añadidos en caso de que un banderillero tenga
que saltar al callejón de forma repentina o incluso que una res salte por
encima de las tablas, cosa que ocurre con frecuencia en todas las plazas. La
pavimentación refuerza la seguridad de ese gran tramo del callejón, por donde
tampoco se olvide que en ocasiones regresan los caballos de picar que hacen la
puerta al piquero titular, con el consiguiente efecto de las pisadas del animal
en el terreno llovido. / MUNDOTORO
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