El diestro es trasladado a Madrid para que lo opere el doctor Ángel
Villamor y es muy probable que diga adiós a la temporada.
El diestro Enrique Ponce ha resultado cogido durante la faena de muleta al quinto toro de la corrida de ayer de la feria de Fallas de Valencia. Foto: Prensa SCP |
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario EL MUNDO de Valencia
La noche ha sido muy mala para
Enrique Ponce, ingresado en la Casa de la Salud de Valencia. Los fuertes
dolores de la rodilla izquierda no le han dejado apenas dormir. Anoche le
realizaron las pruebas radiológicas imprescindibles para saber el alcance de la
lesión. Más allá de la cornada de 12 cms en el glúteo, es la articulación lo
que preocupaba y preocupa sobremanera. En las exploraciones, por cierto, los
médicos han descubierto una costilla rota.
Victoriano Valencia, apoderado y
suegro de Enrique Ponce, confirmaba a EL MUNDO este martes por la mañana los
peores pronósticos. Porque Ponce ya tenía el ligamento cruzado anterior de esa
misma articulación: "Tiene la rodilla destrozada. Anoche vieron que
también tiene una fractura ósea. No sabría decirte si en la cabeza de la tibia.
Nos vamos para Madrid en ambulancia para que lo opere el doctor Ángel Villamor
cuanto antes", dice su mentor. Sobre el tiempo de recuperación los
pronósticos son también pesimistas. Tanto que es muy probable de diga adiós a
la temporada: "De cinco a seis meses. Veremos. Hoy con tratamientos
avanzados de medicina deportiva e inyecciones de células madre se puede avanzar
mucho. Pero... "
Las palabras de Victoriano Valencia
dan una idea del alcance de la lesión del maestro de Chiva. Que a sus 47 años
cumple este 2019 su vigésima novena temporada como matador de toros y figura
indiscutible del toreo.
El quinto de la tarde, de la
ganadería de Olga Jiménez, no sólo alcanzó al diestro en el glúteo sino que lo
elevó e hizo caer de pie, con todo el peso de su cuerpo, sobre su ya maltrecha
rodilla izquierda, que cedió doblándose de mala manera hacia adentro.
El intenso dolor que sintió Enrique
Ponce lo delataba su cara. No podía apoyar su pierna izquierda en el albero y
las cuadrillas tuvieron que llevarlo a la enfermería. El jefe de la misma
confirmó que sufría una "rotura del ligamento lateral interno de la
rodilla derecha, pendiente de un body TAC completo porque le hemos detectado un
derrame que puede responder a alguna lesión más".
El doctor Cristóbal Zaragoza explicó
que la nueva rotura ligamentosa se suma a la que ya padecía del ligamento
cruzado anterior que no se había querido operar para cumplir sus compromisos
americanos: "Ahora la intervención será inevitable", concluyó.
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