Hubo dos vueltas al ruedo “fantasmas”
Tanto Esparza como Neyra se dieron coba, en tanto que Díaz de León y
Ortega mostraron avances.
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO
Después de la segunda función de la
Temporada Novilleril 2019 en el coso “San Marcos” de Aguascalientes, que
registró poco más de tres cuartos de entrada en tarde calurosa, me asaltó una
pregunta: ¿Dónde está la autoestima de los novilleros? Y ello viene a colación
porque en este festejo se dieron dos vueltas al ruedo totalmente inmerecidas.
Viene otra cuestión ¿Que los toreros no tienen la suficiente capacidad para
valorarse a sí mismos y determinar si se ganaron o no una vuelta al ruedo? En
lugar de ello voltean al callejón para que alguien les diga que hacer. Que
pena, pero así son las cosas, falta autocrítica.
Bien pues esas vueltas al ruedo
“fantasmas” de Jorge Esparza y Eduardo Neyra no pudieron opacar la buena
actuación de Pedro Bilbao, quien realizó lo más torero de la tarde. Y dentro de
sus posibilidades mostraron interesantes avances Rafael Díaz de León y José
Alberto Ortega. El español José Antonio Lavado es un aceptable torero.
Se lidiaron cinco ejemplares de El
Garambullo y uno de Castorena, dejando mucho que desear. Si acaso, regulares
fueron el primero y el quinto.
En el novillo que abrió el festejo,
el malagueño José Antonio Lavado poco pudo hacer con el capote. Su labor de
muleta, tras brindarle a sus compañeros aquicalidenses José María Hermosillo y
Rafael Reynoso, le ligó tandas buenas al astado por el pitón derecho, con
temple y largueza. Por naturales se esforzó. La faena vino a menos y mató de
pinchazo y estocada entera y contraria para ser ovacionado en el tercio.
El local Pedro Bilbao a su astado lo
recibió en el centro del ruedo con una larga cambiada, pero el astado empezó a
mansurronear y lo persiguió por todo el ruedo hasta ligarle tres estupendas
verónicas. Brindó su faena al maestro de toreros Elías Esparza para darse a
cuajarla a base de mucha quietud, templanza, arte y sentimiento con la mano
derecha. Por naturales acortó distancias, logrando sacar muletazos de gran
valor. Volvió a meterse entre los pitones para lograr con emoción más pases en
un palmo de terreno. Entró a matar, pinchó, quiso lavar el fallo, pero sufrió
un susto sin consecuencias. Se tiró de nuevo con el estoque, pinchó de nuevo y
dejó una estocada entera y contraria y dos golpes de descabello, doblando solo
el novillo para ser llamado al tercio tras un aviso.
A su astado, de Castorena, Rafael
Díaz de León lo recibió de rodillas en tablas de manera comprometida y de pie
veroniqueó empeñoso y quitó igual por navarras. Buen puyazo de Miguel Cobos.
Con la sarga, a un ejemplar complicado, Rafael le sacó con voluntad algunos
pasajes meritorios por ambos lados y, sobre todo, evidenciando avances en su
quehacer torero. Manoletinas para cerrar la labor y mató de estocada honda, dos
golpes de descabello y otra estocada para escuchar aplausos.
En su turno, el tlaxcalteca José
Alberto Ortega a su desrazado novillo poco le hizo con el capote. Su quehacer
muleteril tuvo esfuerzo y actitud por ambos perfiles, logrando momentos de
mucho valor, sobre todo en naturales ayudados y detalles muy toreros.
Manoletinas para abrochar el trasteo, le perdió la cara al astado y sufrió un
aparatoso maromón sin consecuencias y acabar de metisaca. Dobló el burel, lo
paró el puntillero y finalmente acertó para ser aplaudido el lidiador.
El también anfitrión Jorge Esparza,
incluido de último momento en el cartel debido a las lesiones sufridas por
Paola Hernández en la víspera, a su novillo lo recibió poco más allá del tercio
de hinojos con una larga cambiada y otra más en tablas para de pie veroniquear
con empeño. El picador Rodolfo Villalobos sufrió aparatoso tumbo. Tras el
segundo puyazo el alternante Eduardo Neyra quitó bien por chicuelinas y le
replicó Esparza por saltilleras. Cubrió entre aplausos el segundo tercio y con
la franela, luego de brindarle al funcionario municipal Luis Obregón Pasillas,
le realizó un trasteo intermitente por ambos lados, con muletazos buenos por el
pitón derecho, destacando sus ganas por estar bien. Terminó de estocada honda,
un pinchazo y otra estocada delantera y descabello para sin merecerla recetarse
la vuelta al ruedo tras un aviso.
Y en el burel que cerró plaza, el
duranguense Eduardo Neyra, quien así debutaba con picadores, se hizo aplaudir
en buenas verónicas. Su faena de muleta la brindó a su familia y la estructuró
a base de un toreo largo y de buen trazo por los dos lados a pesar de la
extrema sosería del novillo. Le puso ganas el espigado chaval, principalmente
por derechazos y haciendo el toreo en un palmo de terreno cerrado en tablas y
en la zona de toriles. Finiquitó de estocada casi entera y tendida para dar
inmerecida vuelta al ruedo tras un aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Cinco novillos de El Garambullo y uno de Castorena, dejando mucho que desear. Si
acaso, el primero y el quinto fueron apenas regulares.
José Antonio Lavado: Al tercio.
Pedro Bilbao: Al tercio tras un aviso.
Rafael Díaz de León: Palmas.
José Alberto Ortega: Palmas.
Jorge Delgado: Vuelta al ruedo inmerecida tras un aviso.
Eduardo Neyra, quien debutó con caballos: Vuelta al ruedo inmerecida tras un aviso.
Aguascalientes,
Aguascalientes. Segunda función de la Temporada Novilleril 2019. De selección.
Plaza de Toros “San Marcos”.
Poco más de tres cuartos en tarde calurosa.
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