El mito de Galapagar reaparece en
la Feria de Granada en un raro cartel con el rejoneador Sergio Galán ante cuatro
toros de diferentes ganaderías.
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario EL MUNDO de Madrid
De José Tomás se sabía lo de todos los años por estas
fechas: nada. O casi nada: sus contadas apariciones altruistas y sus
entrenamientos secretos en el campo. Hace unos meses capitaneó la gira del
grupo mariachi Imperial Azteca para capitalizar la Asociación de Niños con
Síndrome de Down de Burgos y el Banco de Alimentos de Madrid. Y hace unos días
regaló un capote para recaudar fondos para una niña que sufre el síndrome de
Angelman. Y probablemente hace unas horas las cancelas de alguna selecta finca
de bravo se habrán cerrado a cal y canto para proteger su toreo de miradas
ajenas.
Hasta que, de pronto, como suceden las cosas de José Tomás,
se anuncia su nombre en los carteles. O en un cartel. Y entonces tiemblan las
redes sociales, la red, las reservas de hoteles, el rastreo de entradas aunque
aún no hayan salido a la venta... Su regreso tomará cuerpo en la feria del
Corpus de Granada, el próximo sábado 22 de junio.
Su actuación la confirmaba José María Garzón, rostro y voz
de la empresa Lances de Futuro, la misma que el año pasado contrató al mito de
Galapagar para Algeciras en la que sería, a la postre, su única tarde en toda
la temporada. Cuando suenen los clarines del día del Corpus, entre la tarde de
Algeciras y la tarde de Granada habrán transcurrido 358 días, los que van del
29 de junio en la plaza de Las Palomas al 22 de junio en la Monumental de
Frascuelo. Un aforo caudaloso y similar en los dos cosos: 12.000 espectadores.
Nada es casualidad.
Si en aquella ocasión la fórmula escogida -después de dos
años de silencio- fue mano a mano con Miguel Ángel Perera, para el nuevo
regreso del torero del eterno retorno es una rara combinación mixta con el
rejoneador Sergio Galán. Cuatro toros de diferentes hierros - aún no publicados
pero sí intuidos- lidiará José Tomás y dos, Galán. La última vez que JT
recurrió al cuestionable cóctel de toreo a pie y a caballo, «mano a mano»
(sic), fue con Pablo Hermoso de Mendoza en Málaga (2014). Sólo que entonces los
toros se repartieron en lotes de tres y tres. Ahora, al menos, se ha ganado un
toro para la causa.
Con ocasión de la cita de Algeciras en 2018, las críticas
previas al conocerse que José Tomás y Perera concursaban con sus toros bajo el
brazo, sin sorteo, cayeron luego en la trituradora de la lenta y pura
interpretación del toreo tomista. Y en la sublimación del concepto pererista. O
quizá antes, derrocados por la constatación de la presentación de un toro de
trapío superior al habitual en la categoría de la plaza.
El caso es que, por muy partidario que uno sea de José
Tomás, una vez asumida su ausencia sistemática de ferias como Valencia, Sevilla
o Madrid, el remate del cartel con un rejoneador lleva a parafrasear a Ortega y
Gasset: «No es esto, no es esto».
Ayer había un hombre feliz al que todo le daba igual, el
empresario José María Garzón: «Estoy muy contento. Se vuelve a repetir el
sueño, gracias a Dios. Digo lo que ya decía: José Tomás es el torero más
rentable». Lo sabe por experiencia: en sólo 10 horas se agotaron los 12.000
abonos de la plaza de Las Palomas el año pasado. Ahora falta rematar el resto
del arco de la feria -del 20 al 23 de junio-, cimentada en la piedra angular
del día 22. Cuando de nuevo el mito de JT se hará carne. Y habitará entre
nosotros. ¿Una tarde nada más? En Málaga suena su nombre con el misterio que le
precede.
Y tan rápido que se venden los abonos. Antes de salir a la venta, ya hay varios miles vendidos, que en reventa multiplican por 20 su valor. ¿Sabe usted algo, al respecto?, o es que nadie quiere escribir por derecho.......
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