viernes, 29 de marzo de 2019

LA PÁGINA DE MANOLO MOLÉS - A nadie le regalan nada

MANOLO MOLÉS
@ManoloMoles

¿De dónde salen los genios?, me pregunta un aficionado en Olivenza en referencia a Roca Rey. Y es una buena pregunta. Porque los genios, o los diferentes, o los toreros que tienen esa magia de atraer al público, por encima de la normalidad, aparecen por generación espontánea pero vienen, claro, de alguna parte. ¿De dónde venía Paco Camino o Manuel Benítez o Miguelín o El Viti o Diego Puerta? ¿De dónde venía Belmonte, Joselito, Marcial, Ortega, Manolete? Vienen de ese misterio tan hondo que es el de ser diferente, mejor. Y por ese otro misterio de la comunicación: llegar más hondo al público. Y ahora le toca a un chaval que no ha nacido ni en Camas ni en Gelves ni en Triana ni en Córdoba ni en Madrid. Y es (a unos les llenará más y a otros menos) muy bueno para él y para la Fiesta el arrastre de público del joven Roca Rey.

Pero a nadie le regalan nada. Roca, como todos los que han mandado en el toreo, posee ese don tridimensional de “cabeza, corazón y bragueta”. Suena raro para los que no son aficionados. Pero el que lo es, lo entiende: cabeza para conocer, corazón para aguantar la emoción y el riesgo y bragueta para pasar un día sí y otro también la raya de lo habitual. Claro que es positivo que siempre habite un genio que arrastre a la masa, además de a la afición. El martes pasado, cuatro días antes de la actuación del peruano en Valencia, el gerente de la empresa, Nacho Lloret, mandó poner un anuncio en el que se informaba de que se agotaron las entradas para la corrida de Roca Rey y solo quedaban las que, por ley, hay que guardar para el día del festejo. Roca es un genio en positivo. Juventud, regularidad, ambición y el resto de ingredientes de los que llenan plazas. Y hacía falta que a más del sota, caballo y rey, apareciera un comodín que rehabilitara el interés por la Fiesta.

A nadie le regalan nada. Roca, como todos los que han mandado en el toreo, posee ese don tridimensional de “cabeza, corazón y bragueta”. Cabeza para conocer, corazón para aguantar la emoción y el riesgo y bragueta para pasar un día sí y otro también la raya de lo habitual

LUJO EN SEVILLA, MÁS TORISMO Y APERTURA EN MADRID

La Feria de Sevilla es tan lujosa como similar a las anteriores. Todas las figuras, menos Ponce, con las ganaderías de siempre y con la compañía habitual. Bueno: posiblemente esa es la diferencia con Madrid y para gustos pintan colores. Sevilla, más torerista (las mismas ganaderías de años), y Madrid, claro, más torista y más abierta este año a que los nuevos, y los que vienen del toro duro, tengan la oportunidad de vérselas con “mejores”, o distintas, ganaderías y alternando con diestros ya más consolidados. Y si hablamos de Madrid, chapó a toreros como Roca Rey, que se llevó en el bombo la de Adolfo Martín y se ha quedado tan ancho. Eso le honra.

Tengo la sensación de que este año va a ir más gente que nunca a los toros. Por tanto, no vayamos a defraudarles y a echarles una vez que han retornado. Y junto a las ferias grandes de la primavera, Castellón, Valencia, Sevilla y Madrid, el prólogo ya consolidado es Olivenza, en el esplendor del campo extremeño, que se ha cuajado de ganaderías y de nuevos toreros. Y de una feria que ya es la apertura de la temporada grande. Olivenza, un pueblo blanco, cuidado, bello y con esa dualidad histórica de haber sido español y portugués. Y esa dualidad la notas en las iglesias, en los monumentos, en la historia. Ahora es la feria que abre el año de los grandes. Ahí volvió hace siete temporadas Juan José Padilla. Fue otro milagro del Pirata tras el descalabro de Zaragoza. Este año ha vuelto a dar las gracias y a despedirse de una afición que le lanzó a siete años de gloria. Enorme labor de Cutiño, inventor y creador de una feria que no solo atrae figuras sino a miles de aficionados de todas partes. Y por si faltaba algo, Manolo González, el alcalde socialista, es tan sensato y aficionado como lo fue en su día el viejo profesor Tierno Galván, alcalde de la villa y corte de Madrid y autor de la Escuela de Tauromaquia del Batán que doña Carmena, la alcaldesa, se ha encargado de hundir. Para los que no conocen la historia. Digamos que el siguiente en mando del alcalde Tierno Galván era una comunista y solo el tercero de derechas. Y nadie daba la vara ni el coñazo, respetaban la fiesta de los toros. Ahora el alcalde de Olivenza es Manuel González, socialista y taurino, y apoya lo que para su ciudad representa la feria taurina. Otros socialistas deberían mirar a Olivenza. O tener el respeto que Tierno Galván, tan de izquierdas, tan abierto y con tanta personalidad, puso a la gente joven “al loro”. O sea, atentos a ser felices y buenos ciudadanos. Joder, cómo cambian los tiempos.

APLAUSOS: SERIEDAD, VITALIDAD, FUTURO y PERIODISMO

Cerca de casa, a pocos metros, tengo cuatro quioscos de prensa. Yo me he tenido que modernizar y tengo información al instante por los mecanismos que tenéis ya la mayoría de vosotros. Pero tengo cuatro puestos de prensa cerca de casa. Yo compro todos los días El País, El Mundo, ABC, a veces La Razón, y, naturalmente, APLAUSOS. Los cuatro quiosqueros me dicen que ha aumentado la petición de los clientes por la revista APLAUSOS. Y me alegra mucho. Por mí también y por mi hermano de oficio Benlloch, por supuesto, pero me alegra más todavía, aparte de editorialistas, esa nueva generación de magníficos reporteros que han ido creciendo en cantidad y calidad. Los Ángel Berlanga, Jorge Casals, José Ignacio Galcerá, Rocío Fernández… Conocimiento y seriedad destacan en cada número. Y por si faltaba alguien entre el grupo de Juan Cristóbal García, ahí está abriendo brecha Gonzalito Bienvenida, que ha cerrado su trilogía con APLAUSOS, El Mundo y la Cadena SER. ¿Sabes qué significa todo esto? Vitalidad, futuro y periodismo.

Ahora despedimos Valencia y damos la bienvenida a mi Castellón, creciente este año en la feria. Que triunfe el que pueda, pero es curioso; el que tiene a medio Castellón como esperanza de futuro es Varea. Un gran triunfo le devolvería al circuito perdido. Pero recordemos que aquí “a nadie le regalan nada”. / Redacción APLAUSOS

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