Miguel Aguilar y Arturo Gilio. *** Ambos novilleros se aplican con
todo en una campaña que se antoja de mucho éxito en sus carreras.
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA
AL RUEDO
El reciente fin de semana ha resultado más que fructífero
para la torería mexicana en cosos de España y no estamos hablando de algún
matador de toros o un novillero formal, nos referimos a las buenas actuaciones
que han tenido, a base de mucho carácter y actitud, los novilleros, sí, pero
sin picadores, del aguascalentense Miguel Aguilar y del coahuilense Arturo
Gilio, quienes han dado un alentador golpe de atención de manera grata.
El primero de ellos, Miguel Aguilar, le echó de verdad
muchos arrestos para cumplir con el compromiso pues la herida que le provocó la
reciente pérdida de su hermano mayor y matador de toros, Mario, aún está
fresca, pero gracias a ese gran cariño que le profesa al que llama su “motor”
para hacerse torero es que logró salir adelante el reciente viernes 29 de junio
en el cierre de la afamada feria extremeña de Badajoz, en su coso de nombre
“Pardaleras”, donde actuando en cuarto sitio, a un eral de la dehesa salmantina
de Espioja, le logró cercenar una más que valiosa oreja.
En tanto, Arturo Gilio está llevando a cabo y con paso
seguro, una trayectoria firme y bien cimentada, siendo una muestra de ello lo
que hizo al día siguiente, sábado 30 de junio, en el último festejo de la
tradicional feria gaditana de Algeciras, en su plaza de toros llamada “Las
Palomas”, ruedo en el que se hizo de dos apéndices tras una variada y valiente
faena a un ejemplar de la ganadería jerezana de Santiago Domecq para al final
salir en hombros por la Puerta Grande.
Sin duda, un par actuaciones que han estado y están dando
mucho de qué hablar entre los empresarios que montan novilladas sin caballos y,
por supuesto, entre las escuelas taurinas especializadas de España, por lo que
resulta todo un orgullo que toreros mexicanos, que están iniciando de hecho sus
respectivas carreras taurinas, lo estén haciendo con toda la seriedad, ilusión
y motivación que lo amerita.
Además, se debe recordar que ambos novilleros, junto con el
michoacano Isaac Fonseca se mantienen en el certamen salmantino Destino “La
Glorieta”, aparte de lo que cada uno de ellos vaya sumando de manera personal
en su agenda torera, gracias a sus respectivos méritos.
Así que tanto Miguel como Arturo, quienes prácticamente
están iniciando sus correspondientes temporadas europeas, el primero de ellos
con un festejo y el otro ya con tres paseíllos, han demostrado que en ellos
están parte de los eslabones para la siguiente generación de toreros y que se
antoja más que interesante y atractiva. Así sea.
TRES DETALLES PARA DESTACAR
1 Miguel Aguilar logró obtener un valioso apéndice en la
feria extremeña de Badajoz.
2 Arturo Gilio fue el
triunfador en las fiestas gaditanas de Algeciras tras cortar dos orejas.
3 Los dos novilleros
sin caballos se mantienen en el certamen Destino “La Glorieta”.
Rodríguez y Capetillo, a 67 años de su debut
francés
Es indudable que uno de los países en los que los toreros
mexicanos, a lo largo de la historia del toreo, han logrado mantener una
impecable buena impresión y, sobre todo, garantía en todas y cada una de sus
presentaciones, es el de la Francia taurina, siendo por ello que ahora traemos
a colación el LXVII aniversario de la presentación en la arena del coliseo de
Arles de dos espadas nacionales que, por si fuera poco, alternaron con otro
diestro paisano.
Ellos, los debutantes, fueron Rafael Rodríguez “El Volcán de
Aguascalientes” y Manuel Capetillo, siendo el primer espada el sin igual
matador de toros Luis Procuna “El Berrendito de San Juan”, además del sevillano
Manolo González, para lidiar un encierro de la dehesa portugués de Coimbra.
Todo ello sucedido el 1 de julio de 1951.
Y es que en esa época, según reza la historia, tanto
Rodríguez como Capetillo gozaban de buena fama pues tras de ellos tenían en su
haber una gran campaña novilleril de 1948 en la Monumental Plaza México, cuando
surgió aquel grupo de toreros a los que se les llamó los “Tres Mosqueteros”:
Jesús Córdoba, Rafael Rodríguez y Manuel Capetillo, además de su “D’ Artagnan”,
Paquito Ortiz, quienes llenaban hasta el reloj el enorme coso de Insurgentes.
EL DETALLE…
Rafael Rodríguez y Manuel Capetillo, junto con Jesús
Córdoba, formaron parte de aquel grupo de toreros llamados los “Tres
Mosqueteros” que en 1948 marcaron la historia de la Monumental Plaza México.
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