Una sincera y bien cuidada
selección de textos
Editado por Unamasuno Ediciones,
Zabala de la Serna ha debutado en el mundo de la literatura taurina con un
libro importante. Lo titulan "Crónicas volcánicas", lo que puede
inducir a algún error al lector menos avispado; en realidad constituye la
crónica de esos mil matices que definen y se aposentan en la propia entraña del
arte del toreo y de sus protagonistas. Y todo ello, con un estilo literario
excelente. Si un pensador como Unamuno se quejaba –erróneamente, por cierto--
que en su época se escribía de toros "ramplonamente y sin ingenio
alguno", semejantes apreciaciones no las podría escribir a este libro.
ANTONIO PETIT CARO
En la presentación de este libro, titulado “Crónicas
volcánicas”, la editorial que lo promueve hace un certero resumen: “Alguien
dijo que se torea como se es y en la caso de Vicente Zabala de la Serna se
escribe como se es. La prosa de este escritor, que no necesita géneros para
afirmar su personalidad, pasa por la verdad del toreo que lleva en su ADN. En
una era donde la crónica taurina se reduce al golpe de Internet o a la
superficial mirada de quien sólo inventaría pases o trofeos, Zabala de la Serna
indaga en esa no escrita parte de atrás de la trama que tiene cada corrida de
toros. Toreros en busca de identidad, ganaderos que no atinan con el Santo
Grial de la bravura, personajes que pululan por este planeta son el cañamazo
moral donde este escritor versátil y vibrante encuentra el material de sus
artículos. Vicente Zabala llama a la puerta de la gran literatura de toros”.
No se trata de una fórmula para vender el libro; se trata,
por el contrario, de una atinada manera de situar al lector ante lo que va a
encontrar cuando abre las páginas de “Crónicas volcánicas”, el trabajo con el
que Zabala de la Serna se incorpora a la literatura taurina, en la que tiene un
futuro importante, no menor que el que ya disfruta en el periodismo taurino.
¿Y que va a encontrar el lector? Bajo nuestro punto de vista
un libro que se define por dos elementos esenciales en cualquier genero de
escritura: sinceridad argumental y cuidado estilo literario.
La sinceridad del autor radica en que selecciona lo que
entiende con mayor valor notarial para la historia de la tauromaquia, pero
también para dar a conocer sin tapujos su propia trayectoria profesional. Y
ninguno de esos dos elementos resultan fáciles, tampoco cómodos, cuando a
posteriori siempre cabe olvidarse de aquello que creó alguna dificultad, de la
naturaleza que sea.
Por eso, en este volumen Zabala de la Serna tiene la
honestidad de incluir aquellos trabajos que le crearon problemas o polémicas
--tan propis ambas figuras como son, cuando uno se dirige a la familia
taurina--, ni de aquellos otros de los que el propio autor no se siente
satisfecho pero que forman parte de la historia. No anda precisamente en la
línea de hacerse favores a sí mismo; cuenta las cosas tal como las entendió
cuando ocurrieron.
Restaban valor algunos lectores antiguos a la prensa escrita
aduciendo que duraba 24 horas, las necesarias para convertirse en envoltorio
para una merluza. En realidad, no era así, porque siempre quedan las
hemerotecas, que hoy además están digitalizadas. Pero si se concede alguna
entidad a semejante criterio, resulta que cobra un valor mucho mayor cuando lo
escrito ayer hoy se convierte en un libro, que es un soporte con permanencia
duradera. Eso es lo que hace Zabala al reunir sus crónicas en este libro. Y
para eso hay que echarle mucho valor a su apuesta literaria.
Una anécdota para situar al lector. Cuando un cronista, que
fue célebre y respetado, comenzaba en estas lides por las que siempre caminó
sin abdicar de sus propios criterios, aquellos a los que molestaban sus
escritos no tuvieron reparos en acuñar
una frase que luego llegó hasta nuestros días. “Lo que sabrá de toros que
pudiendo ser de Belmonte o de Gallito es partidario de Vicente Pastor”.
La realidad era bien distintas, como lo acredita su bibliografía. Lo que
ocurría, sencillamente, es que como todo arte noble, el toreo y sus
protagonistas evolucionan, afortunadamente. Y lo que uno admira o critica hoy
mañana se ve alterado por el propio desarrollo de cada profesional y hasta de
la Fiesta, que cambia a mayor velocidad de lo que pueda creerse. En esto, como
en la vida, los matices lo son todo. Y precisamente en los matices, que son
numerosísimos en este libro, se encierra uno de los grandes valores de esta
obra de Zabala de la Serna.
En la era digital, que por generación es la que se
corresponde con Zabala de la Serna, se localiza el otro valor fundamental de
este trabajo: su calidad literaria. Cuando quien parece mandar es Twitter,
cuando todo debe condensarse en menos de 200 caracteres, y cuando las ediciones de los medios vuelan
al ritmo de lo inmediato, qué difícil resulta que quede a salvo la calidad
literaria. Pues Zabala lo consigue. Tengo para mí que debe ser algo casi
mágico. Que una crónica –que es todo un estilo literario-- deba escribirse en
vivo, casi sin tiempo para pensar, muy claras tiene que tener uno las ideas
para poder plasmarlas con esa galanura que exige el oficio de escribir.
En unas paginas, ese valor literario lo encontramos en
trabajos que en ocasiones ni alcanzaron mayor trascendencia; en otras se rodea
de unos acentos épicos. De todo queda un amplio muestrario en este libro. Y es
que el periodista, desde un riguroso respeto a la verdad, también tiene derecho
a emocionarse, hasta casi el llanto, o hasta la exaltación. Buena prueba de
ello son las crónica iniciales que dedica a la cornada de José Tomás en
Aguascalientes, o aquellas en las aborda la personalidad de Morante.
El autor
Vicente Zabala de la Serna nació en Madrid (8/04/1970). Su
forja periodística fue la inolvidada Antena 3 de Radio y su maestro, Antonio
Herrero. Redactor del “Primero de la Mañana” en turno de noche, siguió en la
COPE los pasos de Herrero hasta diciembre de 1995. Cuando fallece su padre en
accidente de aviación en Cali (Colombia), Luis María Anson le ofrece la
jefatura de la sección taurina de ABC con el visto bueno de la familia Luca de
Tena. En 2009, Pedro J. Ramírez le ficha como responsable de Toros de EL MUNDO,
cargo que ocupa en la actualidad. “Crónicas Volcánicas” es su primer libro.
El libro
Título: CRÓNICAS VOLCÁNICAS
Autor: Zabala de la Serna
Ilustraciones: Robert Ryan
Prólogo: Luis María Anson
Presentación: Antonio Lucas
Editorial: Unomasuno Ediciones
Tapa dura – 376 páginas
Precio: 30 euros
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