Es el objetivo de su regreso a
los ruedos
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA
AL RUEDO
Tuvimos la grata fortuna de platicar vía telefónica con el
matador de toros tlaxcalteca Rafael Ortega luego de que la semana pasada
hiciera público y oficial su retorno a los ruedos, siendo más por gusto que por
necesidad esta intención, misma en la que priva el principal deseo de poder
llegar a las mil corridas toreadas, lo que podría ocurrir, con toda seguridad,
antes de que cumpla los 30 años de doctorado, tomando en cuenta que apenas el
reciente viernes 23 de este mes cumpliera 26 de que en el extinto coso “El
Relicario” de la ciudad de Puebla se lo otorgara Manolo Arruza ante la
presencia de David Silveti, con el toro llamado “Brillantito” de la dehesa de
Reyes Huerta.
Pero lo más interesante es que, contrario a lo que pudiera
pensar, es precisamente que sin ser el espada de Apizaco un torero que no guste
de los números y las estadísticas, le llame la atención tras su paso por la
vida política el de poder tener ese chance de arribar a la mágica cifra de las
mil corridas en su haber y así pertenecer con orgullo al selecto grupo de
toreros milenarios del Orbe Taurino.
Es así como el propio Rafael Ortega después de una intensa
rutina de ejercicio durante la mañana de este lunes 26 de diciembre en suelo
tlaxcalteca atendió nuestro llamado para hablarnos del interesante tema tras
haberse probado recientemente en una corrida de toros y en un festival.
“Así es, me encuentro retomando mi carrera, he estado metido
en el campo preparándome, además de que el pasado domingo 4 de diciembre volví
a vestir de luces en el coso poblano de Tlachichuca y el siguiente domingo 11
torear un festival en el coso Monumental de Zacatecas ganando el trofeo
‘Escapulario de la Virgen de Guadalupe’, sin duda dos compromisos que me han
dejado satisfecho y así confirmar mi deseo de regresar a lo que nunca he
dejado, es mi vida, mi identidad como torero y, sobre todo, que vuelvo no por
necesidad sino por el gusto de torear, de sentirme torero”.
¿Cuál es entonces tu
pretensión en este retorno a los ruedos?
“Torear donde me contraten, buscar todas las ferias y
temporadas importantes del país, pues mi propósito es el de refrescar el buen
recuerdo que tenga el público de mí, hacerlo con toda la confianza que me da
esa motivación y, principalmente, volver a sentir el calor de la gente”.
Si buscas la cifra de
las mil corridas ¿a cuántas estás de lograrlo?
“Llevo ya 954 cumplidas, estoy por lo tanto a 46 de llegar
al número mágico. Estoy consciente de que en la actualidad no se están dando
muchos festejos en el país pero sabré ser paciente para alcanzar a cristalizar
la gesta y ello podría ocurrir hasta 2018 en mí palmarés, cuando justamente ya
esté por llegar a los 28 años de alternativa”.
Aquí lo importante -continuó Rafael Ortega- “es que nunca
dejaré de sentirme torero, soy un ser humano normal que siente la
responsabilidad de los compromisos, me siento en plenitud de facultades,
igualmente siento el miedo consabido pero es eso precisamente lo que me impulsa
a seguir adelante”.
En efecto, el espada de Apizaco, Tlaxcala, como se sabe,
apenas ese domingo 4 de este moribundo mes de diciembre de 2016 volvió a
calzarse el terno de luces luego de tres años de no hacerlo, recordando que la
anterior ocasión en que lo hizo fue en agosto de 2013 en la feria hidalguense
de Tulancingo, aunque en este tiempo de inactividad profesional taurina nunca
dejó de estar en forma pues siempre se mantuvo entrenando, haciendo ejercicio y
realizando muchos tentaderos en varias dehesas.
“Así es, siempre he estado listo y dispuesto a torear y algo
que me motivó mucho es que efectivamente cuando me probé el traje de luces para
reaparecer en Tlachichuca no hubo que hacerle ningún arreglo, haz de cuenta que
había toreado un día antes. Eso me dio gusto y más moral, siendo mayor mi
mentalización cuando pude regresar a los toros sin apremios, me siento capaz,
más que animado y no me queda otra que disfrutar de lo que más quiero, que es
torear y, sobre todo, de mantener mi identidad torera ”.
Ese es Rafael Ortega, el que desea ahora llegar a cumplir
mil corridas en su trayectoria taurina y que una vez hecho realidad el
propósito no sabe aún que es lo que seguirá en su carrera. Por lo pronto, como
él mismo lo apunta y afirma, “voy a disfrutar de mi carrera”. ¡Enhorabuena
y suerte matador!
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