lunes, 26 de diciembre de 2016

Rafael Ortega está a 46 corridas de las mil

Es el objetivo de su regreso a los ruedos 

ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO

Tuvimos la grata fortuna de platicar vía telefónica con el matador de toros tlaxcalteca Rafael Ortega luego de que la semana pasada hiciera público y oficial su retorno a los ruedos, siendo más por gusto que por necesidad esta intención, misma en la que priva el principal deseo de poder llegar a las mil corridas toreadas, lo que podría ocurrir, con toda seguridad, antes de que cumpla los 30 años de doctorado, tomando en cuenta que apenas el reciente viernes 23 de este mes cumpliera 26 de que en el extinto coso “El Relicario” de la ciudad de Puebla se lo otorgara Manolo Arruza ante la presencia de David Silveti, con el toro llamado “Brillantito” de la dehesa de Reyes Huerta.

Pero lo más interesante es que, contrario a lo que pudiera pensar, es precisamente que sin ser el espada de Apizaco un torero que no guste de los números y las estadísticas, le llame la atención tras su paso por la vida política el de poder tener ese chance de arribar a la mágica cifra de las mil corridas en su haber y así pertenecer con orgullo al selecto grupo de toreros milenarios del Orbe Taurino.

Es así como el propio Rafael Ortega después de una intensa rutina de ejercicio durante la mañana de este lunes 26 de diciembre en suelo tlaxcalteca atendió nuestro llamado para hablarnos del interesante tema tras haberse probado recientemente en una corrida de toros y en un festival.

“Así es, me encuentro retomando mi carrera, he estado metido en el campo preparándome, además de que el pasado domingo 4 de diciembre volví a vestir de luces en el coso poblano de Tlachichuca y el siguiente domingo 11 torear un festival en el coso Monumental de Zacatecas ganando el trofeo ‘Escapulario de la Virgen de Guadalupe’, sin duda dos compromisos que me han dejado satisfecho y así confirmar mi deseo de regresar a lo que nunca he dejado, es mi vida, mi identidad como torero y, sobre todo, que vuelvo no por necesidad sino por el gusto de torear, de sentirme torero”.

¿Cuál es entonces tu pretensión en este retorno a los ruedos?
“Torear donde me contraten, buscar todas las ferias y temporadas importantes del país, pues mi propósito es el de refrescar el buen recuerdo que tenga el público de mí, hacerlo con toda la confianza que me da esa motivación y, principalmente, volver a sentir el calor de la gente”.

Si buscas la cifra de las mil corridas ¿a cuántas estás de lograrlo?
“Llevo ya 954 cumplidas, estoy por lo tanto a 46 de llegar al número mágico. Estoy consciente de que en la actualidad no se están dando muchos festejos en el país pero sabré ser paciente para alcanzar a cristalizar la gesta y ello podría ocurrir hasta 2018 en mí palmarés, cuando justamente ya esté por llegar a los 28 años de alternativa”.

Aquí lo importante -continuó Rafael Ortega- “es que nunca dejaré de sentirme torero, soy un ser humano normal que siente la responsabilidad de los compromisos, me siento en plenitud de facultades, igualmente siento el miedo consabido pero es eso precisamente lo que me impulsa a seguir adelante”.

En efecto, el espada de Apizaco, Tlaxcala, como se sabe, apenas ese domingo 4 de este moribundo mes de diciembre de 2016 volvió a calzarse el terno de luces luego de tres años de no hacerlo, recordando que la anterior ocasión en que lo hizo fue en agosto de 2013 en la feria hidalguense de Tulancingo, aunque en este tiempo de inactividad profesional taurina nunca dejó de estar en forma pues siempre se mantuvo entrenando, haciendo ejercicio y realizando muchos tentaderos en varias dehesas.

“Así es, siempre he estado listo y dispuesto a torear y algo que me motivó mucho es que efectivamente cuando me probé el traje de luces para reaparecer en Tlachichuca no hubo que hacerle ningún arreglo, haz de cuenta que había toreado un día antes. Eso me dio gusto y más moral, siendo mayor mi mentalización cuando pude regresar a los toros sin apremios, me siento capaz, más que animado y no me queda otra que disfrutar de lo que más quiero, que es torear y, sobre todo, de mantener mi identidad torera ”.


Ese es Rafael Ortega, el que desea ahora llegar a cumplir mil corridas en su trayectoria taurina y que una vez hecho realidad el propósito no sabe aún que es lo que seguirá en su carrera. Por lo pronto, como él mismo lo apunta y afirma, “voy a disfrutar de mi carrera”. ¡Enhorabuena y suerte matador!

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